Diario C

Segundo dia - La cita

Llevaba dos malditas semanas sin verlo, quien podría decir que sentiría los mismos nervios de la primera cita. Como siempre yo llegué primero, me senté en el café del cine, como de costumbre, sentía que todos me miraban, tomé mi celular, y simplemente me hacia la loca escuchando canciones de Drake, de repente algo me hizo voltear, y lo mire, sentí esos nervios, esas mariposas de las que todo mundo habla, sonreía como tonta enamorada, ahí estaba tan guapo el hijodeputa, yo tan equis el tan no se, se veía tan bien, tal vez eran las dos semanas que no lo veía. Me levanté y me abrazó y me besó, se sintió como si en verdad me hubiera extrañado, carajo, yo no respondí igual, me quedé sin hacer nada, ¿no les ha pasado? Sólo me quedé parada, en fin, fuimos por los boletos, ambos escuchando mi música, contando chistes, lo extrañaba, extrañaba su risa, su olor, su esencia, me preguntaba en mi mente, ¿cuando habías extrañado y querido tanto a una persona en toda tu vida?, realmente soy algo egoísta, egocéntrica y ególatra, simplemente no hay nada más importante que yo, pero con el, con el no sabía lo que era, vaya lío el mío.

¡Puta!, ¿que pensaba? En el solamente...
... Para de pensar sólo en él.

Fuimos a los dulces y golosinas, y de ahi a la sala, directo a la película, nos sentamos, nos miramos, algo hermoso, nos besamos, sentí sus labios después de tiempo ya, algo glorioso, muchas lo han sentido, no hay explicación para eso, simplemente no la hay.

Terminó la pelicula, el me miraba, me intimidaba, como siempre, y le dije: -¡Deja de hacer eso, no me gusta, ya basta!,- para esto el sólo respondió: -Preocupaté cuando ya no lo haga, sólo me admiro lo que me gusta-, yo sólo sonreí, como loca, me puse seria, mis planes eran huir de ahí cuanto antes, tenía una charla pendiente con el, de esas que no quieres hacer, tomamos un taxi, todo el camino se tornó serio, había tensión, probablemente ni el filo de una navaja podría cortarla.

Llegamos a casa, mi casa, el también se bajó, sólo me cuestionó si pasaba algo, claro que pasaba, y yo sólo dije que no, cojones, me miró serio y parecía molesto, mirada penetrante, subí la mirada y traté de aguantar lo más que pude, sólo quería besarlo, de repente, se empezó a reír y yo junto con el, me abrazó y nos besamos, éramos sólo el y yo, fundidos en uno mismo, extrañaba eso, lo extrañaba a él...

... Para mi mala suerte, mañana es el día de la famosa charla.

-C.