CAPÍTULO 1

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EDLR_Greyssed14

Los minutos pasaban, y sin señales de mi madre. ¿Porqué demorará tanto?

-¡Se hace tarde! - Llamó desde el auto mi padre.

-¡Mamá! - Grite mientras pisaba cada escalón de la escalera para estar mas cerca de su habitación, y así pudiera escucharme con mas claridad.- Vamos, Papá nos espera- Llegué a su puerta.

-Listo-Cerró la puerta de la habitación que ya no será suya nunca más.

Bajamos las escaleras, y precisamente cuando estábamos por cruzar la puerta de la casa que pronto ya no será nuestra, ella expresó- Hasta nunca lindo hogar- La miré fijamente, y me percaté que estaba llorando ¿Era necesidad ese drama? Es decir, esta casa también es muy especial para mí, pero, aún así no suelto lágrima alguna, en cambio ella ¡Acaba de arruinar su perfecta obra de arte en su rostro! ¿Porqué usa maquillaje, si sabe que lloraría? Bufé ligeramente. Después de todo somos muy distintas.

(...)

Ya habían transcurrido aproximadamente unos tres horas de partir de Cifilis, y aún así no llegamos.

-En pocos minutos estaremos aterrizando en Waterpolo- Retumbo en todo el avión una voz fina en un tono ¿Sensual? ¡Que asco!.

Tras pasar unas dos horas mas en auto empezábamos a dejar atrás la ciudad pero justamente en unas de las casas que se situaban al final de ella, el auto se detuvo.

Cogí la manija y jale hacia adentro, y salí del auto- ¡Al fin!-pensé.

Una mujer regordeta, alta de tes clara y de cabello canoso, nos hacía esperando en la entrada de la gran casa. Era como una mansión, era Hermosa de diseños antiguos y colores oscuros matizados con colores pasteles.

-Hijo mío- Abrazó a mi padre, y este a ella.

-Bienvenida Martha- Soltó a mi padre, y esta vez lo hizo con mi madre. Se alejaron y me observó detenidamente ¡O no! ¡Conmigo no!

-¡Ven! - Extendió sus brazos en dirección mía-Abraza a la abuela- Me acerqué a paso lento dudando de hacerlo, hasta que me rodeó con sus fuertes brazos- Pero mirate, has crecido mucho- Me alejó un poco para observarme mejor. Me sonrió y soltó- ¿Quién murió? - Rompió en carcajadas. ¡ Hay no, de nuevo!

-Según ella se ve mejor asi- Respondió mamá antes que yo pudiera hacerlo.

-Bueno- Me volvió a mirar- el negro te asienta bien pero ¡Hey! - me agitó cogiendo mis hombros- Metele algo de color- Y está vez los tres rieron, menos yo. ¿Qué? Amo los colores oscuros.-Lograremos que esos gustos cambien - *¿es una apuesta?*p pregunto sarcástica a mis adentros, *ya lo veremos*.

-Pero aun así te queremos- Me soltó.

-Así de rara y todo- Me cogió en sus brazos mi madre. Y se me fue inevitable no reír, ella siempre dice ello y me abraza a propósito porqué sabe que no me agrada, sin embargo la continuidad de aquel afecto ya no es desagradable después de todo, ahora me causa gracia.

-Ya, listo- Traté de alejarme, pero ella puso resistencia- ¡Déjenme! - Reí, y esta vez los dos restantes se unieron al abrazo- ¡ Largo! - Grité seria ; fingí seriedad, y funcionó.

-Bueno entremos- Río mi abuela.

Tiré mi cabello hacia atraz y lo recogí en un moño mientras caminaba hacia la entrada.Paré unos segundos y mire hacia las otras casas, eran muy Muy parecidas a la nuestra. En ese preciso momento alguien sale de una de ellas. Era un joven alto, cabello castaño y de piel clara, lo mire unos segundos para luego continuar; le reste importancia y ingresé .

La fuerza de un "CIEN PIES"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora