El Ladrón Millonario

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El viento soplaba cuando uno de los mejores idiotas estaba escalando una casa para poder robarla.

El Ladrón era uno de los hombres más amados de la ciudad, un caballero con traje de marca y zapatos del mejor cuero.
Aprendió a escalar cuando tenía 12 años, cada vez que su madre le decía que no iba a hacer nada en la vida, que fue un error y que nada lo podía solucionar, cada vez que eso pasaba, el Ladrón se escapaba de la casa que estaba en la parte más alta de la ciudad, la casa más cara y lujosa, su casa.
Cuando aprendió a robar tenía 17 años, el no sabía por qué robar, ni por qué hacerle daño a alguien, pero de todas maneras lo hacía, de todas maneras sentía que estaba bien hacerlo y que nadie se lo podía impedir.

Debía ser una enfermedad o una compulsión, quizas cleptomania o un desorden de comportamiento, pero a el no le importaba, el solo quería hacer lo que quisiera hacer y de alguna manera ser "libre".

La madre de el Ladrón murió cuando el tenía 23 años y a el básicamente no le importó, el fue creado sin sentimientos algunos.

El estaba en su mundo, pensaba que lo que hacía estaba bien, que lo que hacía era para un bien común y no le hacía daño a nadie. Pero todos sufrían a su alrededor mientras el robaba sus cosas.

Su primer amor fue el dinero y el segundo fue una de las hermanas de su sirvienta.

Era una prostituta que salía a la misma hora de la noche a la que el salía a robar, eran parecidos, el robaba cosas y ella robaba atención.

Cuando el Ladrón tenía 29 años tenía 3 hijos, obviamente eran de el, pero el no podía aceptarlos, así que decidió simplemente escapar de su casa como en los viejos tiempos, solo que ahora sería para siempre.

Dejo todas las pertenencias que tenía y empezó a vivir en la calle, donde siempre había vivido. Quizás estaba muy viejo, pero los métodos para robar nunca se vuelven viejos.
El robaba y hacia lo mejor que podía para vivir y no morir, nunca probó las drogas, nunca se emborracho, pero hacia lo que quería y el podía hacer todo.

El Ladrón murió a los 36 años debido a una falla cardíaca, la gente de la ciudad decía que había muerto por que se cayó de un techo intentando robar, o que había muerto por alguna enfermedad sexual contagiosa.

Cuando murió, sus hijos recibieron toda su fortuna, incluyendo su casa y pertenencias.
La curiosidad de los niños al entrar a su nueva casa era envidiable, ellos observaban lo diferente que era de su antigua casa.

Uno de los niños, el más grande, descubrió una nota que había dejado el Ladrón.

Decía "Algún día tendré hijos, algún día tendré esposa y algún día voy a morir, espero que cuando muera, la ciudad no esté enojada conmigo tanto como yo los amaba.
Amaba el olor de pan en la mañana, la vieja mujer que caminaba todos los días por aquí y el perro que no dejaba de ladrar.

Si alguien encuentra esto, quiero decir que todas las pertenecías de la ciudad están en el banco de la ciudad"

El niño le entregó la nota a su madre y la madre la hizo pública.

Al final la ciudad terminó detestando al pobre idiota, lo odiaban, sus vidas eran mucho mejor que cuando eran antes. Nadie se encontró triste cuando murió.

Pero a la final hizo el gesto más generoso de todos, morir y devolver todo.
Es raro que uno de los hombres más odiados de la ciudad, haya sido el hombre con sentimientos más agradable.

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