Capítulo 2. Castillo de chocolate.

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En alguna fecha.

El rey Lolipop vivía muy feliz con la Dulce Reyna, ellos tenían 3 hijos: El príncipe Caramelo, El dulce príncipe y el príncipe Jerez.

El príncipe Jerez era el más grande delos tres, algo moreno con ojos color como la miel sobre pan tostado… quemado, dulces y penetrantes, si tuvieran olor seguramente seria algo embriagante como el vino. Él es uno de los postulantes para el trono si no fuera por su “rebeldía” ya tendría asegurado el reino.

El príncipe Caramelo es el del medio, tiene 19 años,  alto, guapo y con ojos color de un delicioso café.

 La Dulce Reyna tiene las mismas características que estos dos hijos por esta razón heredaron esa mirada que llega a perderte. Es el más responsable de los tres hermanos por lo tanto su padre lo prefiere para gobernar el reino.

El tercer y más chico pero no menos importante es el Dulce Príncipe, a diferencia de sus hermanos se parece más a su padre.

-¡Chocolate!-escucho gritar a alguien desde abajo y detengo el escrito que estaba haciendo de la familia real.

-¡Baja ya está la comida!-vuelve a decir alguien que al parecer es mi madre.

¿me dijo Chocolate? Suelto una pequeña risita al darme cuenta.

 Creo que tengo hambre, ¿me hablara a mí? Cuando me doy cuenta ya voy a la mitad de las escaleras ¿en que momento paso? No estoy realmente consiente, me muevo sin querer hacerlo, no es como si algo me manejara… si no como si hubiera 2 de mi.

Bajo otro escalón, esta vez mi mente si manda mis piernas, estaba a la mitad de las escaleras y ahora ya estoy abajo, definitivamente es raro.  No busco la forma de resolverlo, es como si fuera de más normal aparecer de un escalón a otro. Abajo hay una mesa de suvenires, me dirijo sin pensarlo a ella. La planta de abajo no parece una sala, comedor o cocina, ni siquiera es mi casa. Todo está completamente vacío a excepción de aquella mesa de postres.

Se me antojo una manzana pienso de la nada.

-Es mejor algo dulce-me dice alguien, volteo a todos lados, hay mucha gente ¿en que momento llegaron? Parece un salón de fiestas, es el castillo ¡el castillo de Chocolate!, me siento como cenicienta sin la ayuda de su Hada Madrina todos se ven bien y yo…

¿También? No necesito mirarme al espejo, ni siquiera bajar la cabeza para darme cuenta del ostentoso vestido color rosa que ahora llevo. Es como si me viera desde 2 ángulos, fuera yo y a la vez otra persona, me veo a mi misma y luzco bien. Regreso mi mirada a los suvenires y ya no están ahí, ahora un chico de ojos verdes y cabello rizado los reemplaza acompañado de su hermosa y grande sonrisa.

El Dulce Príncipe pienso de inmediato.

-¡El mismo!-contesta ¿acaba de leer mi mente? o estoy diciendo cosas de más. Mi corazón se acelera y comienzo a jugar con mis dedos, estoy demasiado nerviosa.

Quiero una manzana mi estómago y mente me exigen.

Siento al dulce príncipe acercarse lentamente hasta mí quedando solo a centímetros de mis labios.

-Es mejor algo dulce- susurra pausado contra mis labios y por alguna extraña razón sabe a chocolate. Me relamo los labios y rio por lo bajo. Había vuelto a pensar en manzanas y él se había dado cuenta.

-¿Cómo te llamas?- pregunta retomando espacio entre nosotros.

-Chocolate…creo- respondo y suelto una risita estúpida.

-Como el castillo-dice por lo bajo y sonriendo.

-Sí, nací cuando terminaron de hacerlo-respondo, no recuerdo que mi mama me hubiera dicho alguna vez esto, no hay recuerdo alguno yo solamente lo se.

-¿Tienes 16 años?-dice el dulce príncipe.

-¿Cómo lo sabes?-pregunto.

- Han pasado 16 años desde que lo terminaron-dice obvio y ríe.

-¡Ah si! Que tonta…-estoy diciendo cuando el sonido de ciertas trompetas me interrumpe.

“tu tu tu tu tu ti ti ti ti ti”

-La señora Almendra… ¡tú mama!-grita efusivo el dulce príncipe.

Así no se llama mi madre pero en este momento a todo le encuentro sentido. El incesante sonido repiquetea en mis oídos…

8 de marzo del dos mil trece, tres meses antes del concierto.

 Me levante como loca, mire el despertador 6:40 otra vez mas se me hacia tarde, me di una ducha rápida salí y me vestí para comenzar la rutina diaria. Pero este día había tenido un inicio distinto un extraño  sueño.

 Estoy harta de esto, es lo mismo todos los días levantarme 6:40 correr a bañarme y arreglarme tomar la mochila e ir a ese infierno a los que todos llaman escuela. No soy ninguna marginada, tampoco soy la más popular pero tengo demasiados “amigos”, siempre estoy feliz o es lo que todos piensan…

“Lo que más me gusta de ti es que siempre estas riéndote” me dijo una vez mi amiga Nicole.

Y así es, me rio de cualquier tontería pero nunca es una sonrisa sincera o de alegría, aunque a veces se me escapan algunas. Bueno, demasiadas cuando veo las twitcam de one direction o las entrevistas. Soy una adolescente tonta y para mi lo mas importante es ese grupo, vivo por ellos y porque respiro.

Cuando al fin termina la escuela, solo llego a la casa a deprimirme más.

Tengo una manera diferente de pensar por la que siempre estoy riendo, las personas que me hacen algo la pagan de alguna u otra forma. Casi siempre en mi mente encuentro puntos negativos que los arruinarían como personas pero no los comento, simplemente me los guardo y así son solo para mí, solo para hacerme reír.

Enciendo la laptop y miro atreves de una pantalla a las personas que mas amo en estos momentos, tan cerca pero tan lejos, tengo los mismos ídolos que muchas y al igual mi mayor sueño es conocerlos.

1:00 am 9 de marzo del dos mil trece.

Veo en el reloj, ya es demasiado tarde. Mi madre entra histérica como acostumbra hacerlo todas las madrugadas.

-YA APAGA ESA COMPUTADORA, ES TARDE MAÑANA TIENES QUE IR A LA ESCUELA, QUE TE HE DICHO ¡YA PARECES LOCA!- escucho estas y entro otras quejas decir a mi madre, sucede la misma pelea de todos los días, pero finalmente es cuando sale de mi cuarto que cierro la laptop y me tapo con la sabana hasta la cabeza, si ella fuera un poquito mas amable yo haría en ese mismo momento lo que me pidiera pero ya saben. Tal vez yo este mal como todas las “adolescentes” en la edad de la punzada así le dicen ¿no? Por las hormonas.

Así termina mi día para empezar el siguiente saliendo el sol y lo unico que quiero es dormir. Dormir, soñar y no despertar.

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lo sé, el capitulo es raro pero espero les guste. Luego entenderan.

Vivir un sueño (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora