Nunca es sacrificio suficiente

Capitulo 1

El sudor le recorría la frente y su respiración se agitaba con cada golpe, caía una y otra vez pero eso no la detenía, ese sabor metálico de su propia sangre la volvía loca, le causaba cierto placer indescriptible. No le importaba lastimarse, y a pesar de lo cansada que estaba no existía nada más que le produjera tal calma, tal satisfacción y más aún cuando peleaba contra Nelson
- lo admitiré, te has vuelto una digna oponente Ev, pero sigues siendo igual de predecible - Ella lo observó y podía ver una leve sonrisa dibujada en su cara, odiaba eso de él.
- deja de hablar tanto y pon más atención - Nelson no alcanzó a reaccionar y Evolet ya tenía su espada contra la zona de su estómago - he ganado esta vez - sonrió triunfante. Vieron acercarse un soldado del castillo:
- Su majestad lo lamento, pero su padre la busca - Nelson detuvo la pelea y miro a Evolet quien se quitó el casco de metal y su larga cabellera salió a la luz, una cortina espesa, de un negro intenso que ya le rozaba su espalda baja. Según Nelson, Evolet poseía los ojos más hermosos de todo Temlok, un turquesa brillante, los mismos ojos de su difunta madre. Un cuerpo atlético y delgado, producto de arduos años de entrenamiento que combinaba a la perfección con su tez bronceada
- Espero que sea urgente como para venir hasta acá a buscarme - Le sonrió amablemente al guardia - Gracias, te puedes retirar - el guardia miro a Nelson
- y a ti se te requiere en el mercado - Nelson hizo una leve reverencia frente a su superior
- Estas mejorando Evi, creo que tendré que cuidar mi espalda de hoy en adelante - Nelson río e hizo una pequeña reverencia, se retiró mientras ella solo vio su espalda alejarse entre los árboles. Conocía a Nelson de años, su padre lo quería como un hijo ya que prácticamente fue criado junto a las hijas del Rey. Evolet siempre había sentido cierta atracción por él pero nunca se lo había demostrado ni pensaba hacerlo, perdería un gran amigo.
Una vez sola en el bosque se quitó la armadura y la ropa de combate, su padre odiaba verla con pantalones y camisas, "eso no es digno de una reina" decía y ella lo sabía muy bien. Buscó su ropa entre los árboles y se vistió rápidamente, se dirigió con rapidez al palacio suplicando no llegar tarde, otra de sus muchas costumbres. Cuando llegó a la entrada pudo ver a su padre esperándola
- Buenos días padre - lo beso en la mejilla y le sonrió de oreja a oreja
- Hija me extraña, estás de muy buen ánimo hoy por lo que veo - El rey era un hombre de 55 años, pero aparentaba un poco más por las secuelas que había dejado la guerra en su persona. Alto y delgado, su cabellera era de un color gris, su piel de un agradable color caramelo y unos ojos pardos dignos de admirar. Querido por su actitud amable y bondadosa, había dado nada más que riquezas y dichas al pueblo de Temlok durante su reinado.
- ¿ y que era eso tan urgente por lo que mandaste a buscarme? - ella le tomó la mano y le dio un beso en sus nudillos
- Evolet necesito que te quedes en casa por unos días, tengo que realizar un viaje muy importante a Borom y necesito que cuides a Annie, no serán más allá de unos 3 días - el rey suspiro - Son asuntos urgentes que no pueden esperar, espero comprendas hija - él le tocó la mejilla
- Claro padre, no hay problema, pero ¿Cuales son esos asuntos tan importantes si se puede saber? - Ella le sonrió de oreja a oreja, de la misma forma que lo hacía desde niña, esa sonrisa era la debilidad de su padre.
- Lo lamentó corazón, pero no te lo podré decir hasta que vuelva de mi viaje - Ev arrugo la cara ante la respuesta de su padre, pero sólo atinó a agachar la cabeza y seguir a su padre al castillo - vamos adentro, aún tengo que hablar con Ann -.
No eran más allá de las 12 del día y Evolet se encontraba exhausta, había tenido una larga mañana después de todo. Alguien tocó su puerta - Evi ¿puedo pasar? - la cabeza de su pequeña hermana se asomó en su habitación y con ella una gigante sonrisa
- pasa - Annie tenía 15 años, de tes pálida y cuerpo delgado, los ojos pardos de su padre y un pelo castaño hasta la cintura. A diferencia del de Evolet, su pelo era lacio y suave. Su hermana entro y se sentó a su lado, la examinó y le tomó el brazo - manchaste el vestido con sangre aquí, ¿practicaste hoy? - Evolet no se había dado cuenta de su herida y se mostró sorprendida ya que la mancha de sangre era bastante grande - ven aquí, te la limpiaré - su hermana le limpio con cuidado su corte - tampoco te haría mal cepillarte el cabello de ves en cuando, ¡Dios Evi es un desastre! -
- Ann, limpia y calla ¿quieres? - expresó algo molesta
- Perdón, cambiando de tema, ¿sabes a qué ira papa a Borom ? - una mueca de dolor asomo en la cara de Evolet cuando Annie le empezó a coser la herida
- no entro en grandes detalles conmigo y tampoco quise agobiarlo preguntándole - Annie bajo la mirada y se dispuso a terminar la curación.
- la verdad Evi - levanto la mirada y fijo sus ojos a los de su hermana - escuche a papa hablar de matrimonio con los grandes señores - Miro a su hermana
- ¿ Y matrimonio de quién? - Evolet se dio la vuelta sobresaltada
- Mío no es, aún no cumplo la mayoría de edad - Evolet la miró fijamente
- ¡¿Estas insinuando que fue para hablar de MI matrimonio?! -
- No lo sé hermana, pero eso fue lo que escuche, además te coronaran en poco tiempo y aún no tienes un pretendiente, es lo único que se me viene a la cabeza para que papa pueda ir a Borom - Evolet se levantó furiosa de su cama
- ¿un acuerdo nupcial como tratado de paz?, no...no lo creo, padre no me haría una cosa así, además si lo hace conmigo, lo más probable es que tú vayas por el mismo camino -
- no si consigo un pretendiente primero - Annie miro a su hermana dando vueltas por la habitación enojada
- ¿así? ¿Y ya tienes el ojo en alguien? -
- Se podría decir que si - Evolet miro sorprendida a su hermana
- ¡¿Qué?! ¡¿Ann quién es?! - Tomo las manos de su hermana
- Es... - la conversación se ve interrumpida cuando alguien toca a la puerta
-  ¿Se puede pasar? - pregunta su padre y la hermana menor va corriendo a abrirle - Gracias querida, he venido a despedirme niñas, me voy ahora mismo - Ambas hijas abrazan fuertemente a su padre, primero le da un beso a Annie y después se dirige a Evolet - Cuida a tu hermana corazón, no me tardaré en volver, cualquier dificultad te la notificaré, pórtense bien y Ev... evita las peleas estos días, sabes que a los señores no les gusta y no estaré para defenderte frente a su juicio - Evolet toma las manos de su padre
- tranquilo, si me dicen algo les clavo mi espada en el pecho, no tendría ningún problema - ambos ríen, y el rey besa la coronilla de la cabeza de su hija
- Adiós hijas, las amo -
- y nosotras a ti - gritan ambas al mismo tiempo. Ven alejarse a su padre en el carruaje desde la ventanilla de la pieza de Evolet.

Fin de primer capítulo!! CHAN CHAN CHANNNNN