Reclusión.

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El japonés miraba atento, guardando y procesando cada palabra dicha por los nobles en la reunión, que discutían incesantes ante la incógnita de, al parecer y a su gusto, cómo tratar una potencia como era el poder del occidente que comenzaba a acechar su continente a pasos agigantados. 

- ¡No debemos dejar que tomen el poder ni que se den aires de grandeza en nuestras tierras!- decía uno y era apoyado por la minoría.

- ¡Pero no podemos luchar contra ellos! Dejemos que utilicen nuestros puertos, de esa forma quizás podamos sacar algún beneficio- decía el líder de las fuerzas opositoras, que era apoyado por la mayoría- ¿qué opina usted, emperador?

La mirada de todos, incluyendo la suya, viajo hasta el centro de la habitación donde se encontraba su hermano, vestido con túnicas de seda roja y detalles dorados, portaba distintas joyas y un leve maquillaje que le daba una apariencia delicada, mas su mirada era determinada y firme.

- Abriremos nuestros puertos a los extranjeros- hablo, con voz profunda y pausada- pero tendrán que atenerse a nuestra política y leyes, además cierto porcentaje de sus ganancias deberán ser dadas a la dinastía. 

El salón guardo silencio, dando a entender que no habían objeciones a la decisión del emperador quien luego de hacer un gesto con la mano dio la orden de que se retirarán, dejándolo solo con su hermano menor.

- Yao- llamo el azabache.

- Kiku, sé lo que vas a decir, así que evita la molestia que estoy cansado- dijo, con voz gastada.

El menor lo vio unos momentos, su hermano era un gran emperador, eso nadie lo podía negar, pero era demasiado sumiso, dejaba que tomaran sus tierras sin siquiera luchar o hacer el esfuerzo de hacerse respetar. Era como decían los extranjeros, "inútiles, pero con un buen uso".

- ¿En verdad abrirás nuestros puertos? -se limitó a preguntar.

- Si, es lo mejor que podemos hacer Kiku- explico, mientras tallaba el puente de su nariz- aunque no sé que dirá Iván de esto.

Kiku frunció el ceño, a él le gustaba la actitud de Iván, su ambición a veces le intimidaba y no dejaba que entraran a sus tierras, se imponía firme ante todos y se mostraba como era, el gran gobernante del reino Ruso. Nunca pudo saber como es que él y su hermano se gustaban, si eran tan distintos.

- Bien- dijo el azabache y se dirigió a la salida, bajo la atenta mirada del mayor.

- Kiku- hablo Yao, antes de que el otro se fuera- recuerda que eres el segundo al mando, eres igual de importante que yo.

- ¿A qué quieres llegar?

Yao miro atento a su hermano; Kiku tenía apenas 17 años y ya debía cargar con el peso de la nobleza, él era el segundo emperador y si tuviera que decir quién lo podría destronar, ese sería Kiku sin duda alguna. Su hermano menor tenía una ambición demasiado grande, un orgullo que sobrepasaba con creces el de cualquiera y una voluntad férrea, y era por eso mismo que lo mantenía recluso dentro del palacio, si por algún motivo él llegase a ver el exterior y conociera a los extranjeros, estaba seguro que su hermano se embelesaría con el poder y crecería una lujuria por las guerras incontrolable, que ni él podría detener.

- No hagas una locura, Kiku- dijo, con un tinte amenazante. 

El menor salio de la habitación y se dirigió a la suya. Ya era un poco tarde y comenzaba a oscurecer, pronto comenzarían a salir los guardias y eso significaba una sola cosa; no habría oportunidad de salir.

Había escuchado por los guardias y la servidumbre que había aparecido un barco extranjero y que había desembarcado en el puerto sin siquiera avisar y al parecer, y lo que más le había atraído siendo sincero, eran piratas de un reino bastante temido y que su capitán pertenecía a la mayor nobleza del mismo reino. En su cabeza no cabía la idea de que un pirata que era un ladrón sin escrúpulos, fuera parte de la nobleza, era casi como si un general de ejercito fuera el emperador. Frunció el ceño, a él le gustaría ir al campo de guerra y luchar por su patria aun  si eso significaba dar su vida en el proceso, así que la idea no era tan alocada.

The pirate King and the prince CherryBlossom /APH/ AsaKiku/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora