Son las 3 de la tarde cuando un ruido llamó mi atención, escuche risas y gritos de alegría que provenían de la calle.
-Nieve al fin!-
gritaban unas voces las cuales reconocí como la de mis amigos. No pasaron ni 10 minutos que ya estaban golpeando la puerta de mi casa.
-Vamos Doble tonto sal a jugar Gritaba Eddy
-Ven Doble D es muy divertido!- lo seguía Ed. Al llegar a mi puerta y abrirla lo primero que recibí fue una bola de nieve en el rostro. A pesar de que me dio mucho frío la risa me invadió y mi primera reacción fue cerrar la puerta e ir corriendo a buscar mi chaqueta, mi bufanda, mis guantes y mi gorro ya que al estar en mi casa no precisaba usarlo. Cuando estuve listo sin dudarlo abrí la puerta y corrí hacia donde estaban mis colegas armando un muñeco de nieve. -Al fin llegas Doble D te estuvimos esperando, ahora porque has tardado mucho deberás luchar conmigo en una guerra de bolas de nieve! Me desafiaba Eddy con un tono burlón y una sonrisa en su cara.
-¿Guerra de nieve? Pregunte riéndome. -Si sólo somos 3 personas, así será aburrido- Dije apenado.
-Verás que nos divertiremos mucho, podemos hacer Marcianos de nieve, o platillos voladores, o zombis- Decía Ed mientras estaba formando el cuerpo del muñeco. Al oír sus palabras me reconforte ya que sabía que no importaba que seamos sólo 3 siempre nos divertimos juntos y eso es lo que más importa ya que somos mejores amigos, somos como los tres mosqueteros todos para uno y uno para todos! Una bola de nieve interrumpió mis pensamientos.
-Piensa rápido Doble D- Se burlaba Eddy al haberme dado en el rostro dando comienzo a la guerra de nieve. Corríamos por toda la cuadra gritando y lanzándonos proyectiles como si estuviésemos en la guerra cada uno tenía su trinchera que constaba de una barrera que detenía los ataques enemigos pero con eso no bastaba ya que como Ed tiene muchísima fuerza creaba bolas super gigantes y derribaba nuestra defensa, sí que nos estamos divirtiendo. Mientras estaba corriendo siento que me tropiezo con algo y caigo al piso, lo bueno es que la nieve amortiguó mi caída.
-Fíjate por donde corres doble tonto- se burlaba de mí el bravucón del barrio.
-L... Lo sí si siento Kevin- respondí nervioso, intentando levantarme para volver con mis amigos y continuar jugando.
-¿A dónde crees que vas? Tu madre no te permitió salir y lo sabes ya que te enfermas muy rápido idiota! Vuelve a tu casa ahora mismo o si no te golpeare hasta dejarte yo en el hospital-
Al oír sus palabras un escalofrío recorrió mi espalda, ¿acaso está cuidando de mí? ¿Por qué me siento feliz a causa de esto? ¿Por qué a la vez me siento tan nervioso?
-¿Cómo es que sabes eso? Pregunte con temor a ser golpeado. -Tu madre y la mía son amigas y al verte afuera mi mama me obligó a decirte que entrarás adentro y que tomarás algo caliente -
Cuando finalizó sus palabras me miró fijamente y frunció su ceño haciéndome sonrojar y asustarme a la vez, logrando intimidarme por completo.
-¿Que estas mirando idiota, acaso tengo monos en mi cara? Me dijo furioso tomando mi mano y llevándome hacia mi casa, al ver esto Eddy corrió hacia donde estábamos. -Que ocurre doble D?- preguntó preocupado.
-Doble D no juega más - contestó Kevin furioso
-¿Qué demonios? Él se queda con nosotros sus mejores amigos así que suéltalo o te daré la paliza de tu vida- -Tu Idiota mayor dices ser su mejor amigo y no lo cuidas cuando es necesario. ¿Acaso tuviste en cuenta la salud de doble D antes de invitarlo a salir a jugar con este frió?- Esas palabras hicieron que Eddy se quedara callado
-Doble D no juega más porque Yo lo digo y si no lo entiendes te lo haré entender. Luego de que Eddy se quedara en silencio Kevin me quitó el guante y tocó mi mano que estaba fría y frunció más el ceño.
-Eres un idiota doble D, vamos a tu casa ya mismo - ¿V... Vamos? Pregunte sorprendido -No te dejaré sólo hasta que te vea tomar algo caliente y bien abrigado, fueron órdenes de mi madre. Al finalizar sus palabras sin soltarme me acompañó hasta mi casa. -Adelante Kevin- dije tímidamente indicándole que ingresara. Cuando estábamos adentro encendí el hogar y la tele para que se quedará viéndola mientras preparaba la chocolatada caliente pero en vez de quedarse ahí me siguió hasta la cocina y me ayudó alcanzándome las cosas necesarias para preparar la merienda, nunca había pasado tanto tiempo con el sin que me golpeara o me insultara, es un día muy raro para mí pero me agrada muchísimo ver una faceta diferente de él la cual no muestra a todo el mundo sólo a sus amigos.Mientras tomábamos nuestras bebidas frente al hogar vimos una película de súper héroes y luego de eso estuvimos hablando sobre las cosas que nos gustaban y aunque no lo puedo creer tenemos mucho en común, sería un buen amigo nuestro si no nos lleváramos tan mal pero es a causa de nuestras estafas que hacen que los demás se alejen de nosotros.
Mientras hablábamos las horas pasaban y al caer la noche fuimos interrumpidos por la llegada de mis padres.
-Hola cariño- me saludo con un beso mi madre, siento la hora pero no podíamos regresar antes a causa de la nieve, me alegra tanto que estés adentro cuidando tu salud, iré a preparar la cena, Kevin ¿Te quedas a cenar?
-Muchísimas gracias pero mi madre está por llegar de trabajar y debo estar en casa para la cena así comparto tiempo con ella, debo irme Doble D nos vemos mañana.
-Hasta mañana Kevin gracias por todo- dije acompañándolo a la puerta.
Luego de cenar me quede ayudando a recoger los platos de la cena y hablando con mi madre que estaba conmigo.
-Sabes Edd, Kevin me parece un niño agradable y muy educado, deberías juntarte más seguido con él a ver si puede enderezar a Eddy y hacerlo dejar las estafas.
-¿Acaso crees que él puede ser mi amigo?-
-Si mi cielo, según comentaste en la cena él te obligó a que entraras adentro porque hacía frío y cuidó de tu salud.
-Pero lo hizo porque su madre lo obligo- conteste rápidamente
-Edd cariño su madre estuvo trabajando todo el día, ¿En qué momento crees que te vio afuera y le dijo que te ayudara?
-¿Acaso crees que lo hizo porque él quería? Pregunte nervioso y feliz a la vez
-Claro que sí, cariño si eres un ángel. Y se ve que has encontrado a un ángel que cuide de ti. Las palabras de mi madre quedaron rondando en mi cabeza. Cuando termine de ordenar lo que quedó de la cena me fui a mi habitación y sin encender la luz a escondidas y con mi binocular comencé a ver hacia la ventana de la habitación de mi "Ángel" -Más que ángel diría demonio- Y así fue como todos los días desde hace años empecé a espiar a mi bravucón. Aún no sé por qué lo hago pero me encanta hacerlo, sé que ya pasaron 7 años desde ese día pero no puedo dejar de pensar en ese Kevin tierno y amable que cuidó de mi cuando menos me lo esperaba. Hoy con 17 años me doy cuenta de que tantas cosas pasaron y que aunque Kevin jamás se fijó en mí y haya tenido muchas novias aún no puedo sacarlo de mi cabeza, me molesta mucho saber que una simple acción de su parte pudo conmover hasta el lugar más recóndito de mi corazón haciendo que este quedara a su merced completamente y aguantara cada decepción que recibía al verlo abrazado con personas que no eran yo. A veces me siento una persona enferma ya que me gusta un Hombre y eso está muy mal... O eso es lo que suelen pensar las personas que me rodean ya que por más que él sea hombre es la persona que más anhelo en el mundo, la cual deseo que me abrace y me bese hasta que mi vida finalice a su lado. Hoy empiezan las clases y es mi último año escolar lo cual me pone sumamente nervioso por el hecho de que tengo que decidirme por completo que carrera voy a escoger y cuál va a ser la universidad a la que valla, sé que voy a mudarme al campus y voy a tener que alejarme no solo de mis amigos y de mi familia sino que también de mi amor imposible lo cual hace que cada día que pasa me siento peor ya que no puedo declararle mis sentimientos. Mi plan es hacerlo un día antes de irme a vivir al campus así puedo comenzar una etapa nueva siendo libre de culpa por haber callado durante tantos años espero que no me golpee.
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Kevedd Deseos Ocultos!
FanfictionEspero que les guste es mi primer historia sobre #Kevedd Estos personajes no me pertenecen a mi