Concurso 2016

¿Quien dijo que no existe el destino?

Capitulo 2

Oh amado sábado, son las 09 am acabo de despertar, me puse un buzo negro con un top plomo, amarre mi pelo en una coleta, lave mis dientes e hice mis necesidades, luego tome un sorbo de leche y con el celular en mi brazo amarrado y los audífonos puestos salí a correr, llevaba un tiempo corriendo por la playa y vi al chico de anoche corriendo cuando pase por su lado, disimuladamente lo mire por el rabillo de mi ojo, y para mi sorpresa sus ojos negros profundos me vieron, pero ninguno dijo nada, ninguno paro, cada uno siguió su camino como si el destino hubiese querido que solo nos viéramos, el parecía resentido sus ojos mostraban decisión y dolor habré seguido corriendo por una hora con su mirada en mi cabeza, y con su pelo volando por su rostro enmarcado creo que lo primero que pienso es que él se parece a el Dios de la guerra y la muerte, si hubiera uno él le ganaría el puesto sin problema lo tengo casi seguro, cuando ya eran las 10:30 am de la mañana decidí volver a darme una ducha , por lo que di media vuelta y camine hasta mi casa, y en el camino pude ver a un grupo de jóvenes riendo, pero lo que más me sorprendió es que el joven que esta al centro de este grupo era el rubio que ayer lloraba en la noche y cuando lo vi pensé "ah él es como yo, tiene que disimular al frente de otros y no puede ser el" decidí no tomarle mucha importancia solo sentí pena, aunque creo que ese sentimiento va más a lo que yo siento por mí que por él.

Llegue a la casa me despoje de mi ropa y entre a darme una ducha con agua helada al terminar me puse un short con una polera blanca y tome mi pelo nueva mente en una coleta alta, y abajo tenía mi bikini blanco con negro en caso de que quisiera ir a la playa.

Fui a la cocine luego de prender la radio y comencé a hacerme el almuerzo, no tenía mucha hambre así que una ensalada con croquetas de atún hechas por mi creo que sería lo mejor, se preguntaran como es que tengo comida si yo no e ido a comprar verán, la casa la cuidan una ama de llaves, le avise que iría con mis amigas así que compro todo lo que necesitaría, le di vacaciones por estos dos meses así que yo me encargo de todo el aseo que haya que hacer, luego de almorzar eran las 14 pm por lo que empecé a limpiar y luego comencé a ver sinsajo parte 1 , que estaban dando en la televisión, cundo termino la película tome una toalla y me dirigí a la playa me bañe en el mar y luego tome sol por el resto de la tarde cuando oscureció volví a darme otra ducha y salí de nuevo a caminar por la playa.

Mientras iba caminando volví a ver al chico rubio, pero esta vez parecía perdido, minutos después paso el Dios de la guerra y la muerte como le digo, me volvió a mirar por unos segundo al igual que yo con él, y siguió con su camino.

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Pasaron días ya era miércoles y seguía con mi rutina, aunque a veces iba a la ciudad y pasaba a alguna librería y una que otra vez veía a los jóvenes haciendo algo, el rubio siempre estaba rodeado de distintas personas, saliendo del cine o comprando un helado y el pelinegro salía y entraba a un gimnasio, pero en las noches cuando salía a caminar el rubio estaba sentado mirando el mar triste y el pelinegro corría como si no hubiera que más hacer en el día.

Sentía que el destino quería conectarnos ya que siempre veía a los dos, por lo que esa noche había tomado una decisión, les hablaría, o a uno primero, al rubio ya que no quería molestar en su rutina al pelinegro.

Dieron las 21 pm y salí de mi casa y como todos estos días el rubio estaba sentado triste.

-Hola- dije tranquilamente mientras me sentaba a su lado, el solo me miro por el rabillo de su s ojos e intento de forzar una sonrisa, que era muy falsa para mi gusto, pero no dijo nada. Luego volvió a mirar el mar, seguí su acto y volví a hablarle.

-¿No te cansa fingir ante todos? - fue lo único que pregunte y el solo me vio sorprendido, pero a los segundos tiro una carcajada fuerte y me dijo

-Sí, pero ya no recuerdo como no hacerlo- Dicho esto volvió a mirar el horizonte.

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Nos leemos Break