About wondering and confessing

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-¿Alguna vez he tenido compañero de departamento?- preguntó LuHan a un YiFan extrañado

Habían pasado un par de semanas desde aquel primer encuentro con SeHun y se habían estado viendo regularmente, aún no sabía cómo. Le seguía poniendo nervioso no conocer la forma en la que SeHun aparecía en su departamento o él en el suyo, ahora podían distinguir cual era cual y eso los asustaba, sin embargo su presencia era algo que ahora disfrutaban, de hecho, podría decirse que sentían atracción y un poquito más por el otro.

-¿No deberías saberlo tú? Has vivido solo desde los 20

-Claro... Solo me aseguraba...- intentó sonreír, tal vez había sido producto de su imaginación... Pero tocarlo se sentía tan real, no parecía un sueño o alucinación, estaba seguro que en verdad estaba sucediendo

-Duerme un poco, últimamente te has quedado hasta muy tarde en la empresa- le dijo el menor y asintió con una leve sonrisa

-Me iré primero, hasta mañana YiFan

Cuando estuvo en el departamento cerró la puerta y sintiéndose algo ridículo comenzó a buscar a aquel hombre por el lugar

-SeHun...- preguntó sin obtener una respuesta- quizá es verdad que solo lo he estado imaginando... debería dormir como dijo YiFan- dijo al fin, aún sin convencerse del todo, pues ¿cómo podría ser alguien tan atractivo un simple producto de su imaginación?

Esa misma noche, cerca de las 11, SeHun se encontraba acomodado en el lado derecho de la cama, con un libro en sus manos y la tenue luz de la lámpara acompañándolo.

No había sido fácil concentrarse en su libro, seguía pensando en aquel chico de ojos lindos... Aunque todo en él era lindo

Una hora después decidió rendirse y dejar el libro de lado, ya después lo acabaría. Apagó la lámpara y se recostó correctamente para dormir. Tampoco le fue sencillo.

Eran ahora alrededor de las 3 am y seguía sin poder conciliar el sueño. Se pasó las manos por la cara y lo intentó de nuevo.

Justo cuando había logrado caer en una especie de sopor previo al sueño sintió algo sobre su pecho. Abrió los ojos, sobresaltado, y prendió la lámpara. Entonces lo vio, el lindo chico al que había visto en su departamento los últimos días, aquel que se hacía llamar LuHan, dormía entre el lado izquierdo de la cama y el centro, y lo que sentía en su pecho era su brazo.

Se debatía entre si debía despertarlo o no, al final creyó que sería terrible aparecer en un lugar que no conoces y decidió despertarlo... Aunque si lo pensaba bien, él conocía el departamento

-LuHan...- habló algo quedo y lo movió un poco. Este comenzó a despertar y al verlo su primer reacción a causa del susto fue alejarse, pero SeHun lo tomó del brazo para que no desapareciera como la última vez- LuHan, soy yo, SeHun

-SeHun...- susurró. Tal vez era verdad que todo esto le hacía daño, por aquello cerró sus ojos y tiró de su brazo con fuerza para perder el contacto con el menor, sin embargo...

-LuHan... No has desaparecido- le avisó con cautela

-Así que no te he imaginado...- pensó en voz alta, abriendo sus ojos- ¿cómo es que no lo he hecho? Sigo aquí

-Y eso me gusta... Para serte sincero... No he dejado de pensar en tí- el mayor se sonrojó, había sido igual para él, pero no lo admitiría aún

-¡Valla! Bueno, yo he tenido algunas cosas que hacer y no he pensado mucho en tí

-Se te da bastante mal mentir, LuHan... Durmamos... Seguro que en la mañana vuelve todo a la normalidad- dijo el menor sin desear que eso pasara, quería estar con él siempre, no solo en aquellos momentos en los que aparecían frente al otro antes de volver a desaparecer

-Quiero mirarte un poco más- el chico con cara de ciervo lo rodeó con sus brazos y descansó la cabeza sobre su pecho. El de cabello negro correspondió el abrazo sonriendo, mirando aquellos enormes ojos que adquirían un brillo diferente a la tenue luz de la lámpara

-Me gustas...- dijeron a la vez y se detuvieron, ambos tenían más que decir pero quisieron dejar al otro continuar. Eso no sucedió, en cambio sus miradas se conectaron y no fue necesario decir nada más.

SeHun se acercaba a la frente de LuHan para depositar un tierno beso en esta, uno que fuese congruente con lo que se acababan de confesar, uno acorde al momento.

Esa noche, de manera inoportuna y antes de que sus labios rozaran si quiera la frente del mayor, desapareció; sus brazos que habían rodeado a LuHan simplemente descansaban sobre su pecho, pero la sensación de haberlo tenido entre ellos permanecía.

El menor dejo salir una risilla que denotaba una mezcla de diversión y frustración

-Será la siguiente- se dijo a si mismo antes de volver a apagar la luz y por fin poder dormir en paz.



Mientras tanto, LuHan pensaba que la siguiente vez no sería en la frente.

Distance  (HunHan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora