U n o.

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»Sábado, 9:00 pm«

Y las yemas de sus dedos recorrían su espalda, inundándola del toque helado del invierno.

Despojándola de sus ropas mientras ella permanecía en silencio.

Sonreía para sus adentros, sabía que era suya totalmente.

Ella le dedicaba al que creía su gran amor, cada hálito de vida.

Y finalmente lo logró, adentrarse en ella, hacer de ambos uno solo.

Su vista borrosa debido a las lágrimas no le permitía mirarlo con claridad, a pesar de que él con rudeza se lo rogaba, como si su vida dependiera de ella.

Él besaba su cuello, impactando su delicada piel con el aliento alcohólico.

"Te amo" le dijo ella, pero no correspondió.

Él sin en cambio tomó su delicado cuello entre sus manos y apretó, no muy fuerte para asesinarla pero si para lastimarla, simplemente sonrió.

No podía corresponderle sin mentir, no la amaba.

Pero ella se dedicaba a adorarlo, aunque nunca le demostrara ni un poco de afecto, aún así sufriera algunas noches por su ausencia, no hacía más que adorarlo.

Se sabía un perfecto desastre, creía que nadie más que él la tomaría en cuenta.

No había amigos.

No había familia.

No había más chicos.

Solo se sentía amada y merecida por él.

d o o m e d.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora