Todo lo que debía hacer era soltarse y Nadar hasta la orilla, nadar y luego correr sin mirar atrás.
Pero durante esos breves segundos, algo vino a su mente.
Una promesa hecha hace décadas.
Así que se soltó, cerró sus ojos y sintió como el agua lo engullía.
Se sumergió de la misma forma en la que el metal lo hacía.
Estiró su brazo, tratando de alcanzar.
Y cuando sintió entre sus dedos la tela, tiró.Sus pulmones ardían por la falta de oxígeno y todo su cuerpo se sentía extraño.
Como si no fuera suyo.
Tal vez no lo era.
El dolor era real, el peso que llevaba tras de él lo era también.La rivera del río los recibió ampliamente, y con todas sus fuerzas se arrastró.
Se arrastró de la misma forma en la que lo hacían las personas que había matado no hace tanto tiempo.-uñas rasgando la superficie. Huesos rotos y heridas de cuchillo a veces no eran suficientes.
Pero ordenes eran órdenes, las aprendía como un mantra sagrado y las repetía en su mente hasta que se convertían en su juramento.
-ve allí, ve allí y mata, ve allí y extrae información. -Ve y haz que parezca un accidente.-Pon una bala en su cerebro desde un ángulo imposible y que culpen a otro. -Golpea su cabeza hasta que parezca que fue la fuerza del choque lo que lo mató. -Lo mismo con la esposa.-¿Es que siempre ha Sido un arma?,¿Un activo?. ¿Su rango siempre ha Sido el equivalente al de un fantasma?.
Ser un fantasma significa que en algún momento estuvo vivo.
¿Tuvo familia?,
¿Existió siquiera alguien que lo extrañaba?.Pensó en el cuerpo magullado que arrastró a la rivera del río.
Y en la promesa que salió de sus labios antes de caer.No voy a pelear contigo.
Tú eres mi amigo.
Estoy contigo hasta el final de la línea.
Repitió las palabras y se familiarizó con ellas mientras se alejaba sin mirar atrás.
Alguien encontraría el cuerpo.
Alguien lo ayudaría.Pero a él nadie lo ayudaría, si lo encontraban lo encerrarían.
No podía volver. No lo haría.
No permitiría que lo atraparan de nuevo.
Mataría a cada uno de ellos si es que se atrevían a intentarlo.Siguió caminando, evitando los árboles y tratando de no emitir ningún sonido. No por necesidad, si no por costumbre.
El dolor que su cuerpo sentía por sus heridas no se comparaba a la agonía punzante que atormentaba a su cabeza.
Nunca había estado tanto tiempo inactivo.
Y era en esos momentos, en esas fracciones de lucidez cuando alguna palabra, un aroma o algo, cualquier cosa, rompía la barrera que el código creaba, en esos momentos a cada segundo cientos de imágenes aparecían en su mente.
Y pedazos de recuerdos volvían.
Nunca era suficiente para recordar todo, pero si lo suficiente para destrozarlo.
Y a veces no sabía si era real, o si era algún truco que su mente le estaba jugando.Sintió la calidez inconfundible de la sangre manchando el Kevlar negro y pegandóse a su piel, se llevó la mano a la herida tratando de disminuir el sangrado.
Siguió caminando mientras trataba de hacer presión en sus heridas.
Sus pisadas eran ligeras a pesar del dolor que sentía.
No podía darse el lujo de dejar un rastro de sangre y pisadas para que lo pudieran atrapar.A medida que avanzaba dejaba atrás las líneas de árboles y naturaleza, a su paso se hacían cada vez más presentes los rastros de civilización, hasta que encontró la línea de la carretera.
Sus heridas sanarían eventualmente, pero eso no impedía que su situación actual fuera crítica.
Su cuerpo se sentía como si hubiera adquirido más peso, provocando que sus pasos se volvieran cada vez más pesados.
Siguió el camino de tierra junto al lado de la carretera, sus ojos estaban comenzando a nublarse.
Conocía los signos de un desangramiento y sabía que no tenía mucho tiempo.A pesar de todo siguió caminando con la misma determinación con la que había comenzado.
Después de un par de minutos oyó el tenue sonido de un auto acercándose, su primera reacción fue correr hacia los árboles, esconderse y esperar, sin embargo cuando trató de moverse su cuerpo no respondió.
Ante el, la línea de los árboles parecía solo una mancha verde y borrosa, sus ojos se sentían cansados, tan cansados que por unos segundos ignorando en contra de todos sus sentidos el peligro inminente que venía, pensó en cerrarlos.«Te van a encontrar»dijo una voz que sonaba como si estuviera muy lejos.
-Deja que lo hagan, ya no me importa-no sabe qué parte de él dijo eso, o si en realidad lo había articulado en palabras o solo lo pensó.Trató de mantener los ojos abiertos, pero no tenía caso.
Su cuerpo estaba fallando y no había más que hacer.Bajó el puño ensangrentado que había estado sosteniendo su herida, algo parecido a una risa escapó de sus labios.
Estuvo tan cerca de la libertad.Cerró los ojos y todo se tornó negro.
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Sólo un soldado. (EDITANDO)
FanfictionDespués de lo ocurrido en Washington, El soldado del invierno queda libre de las manos de H.Y.D.R.A, pero parte de sus recuerdos vuelven haciéndole pensar en todas las atrocidades que cometió, ¿Será capaz de seguir adelante sabiendo todo lo que ha...