Su cerebro era su baúl de tesoros, ahí mantenía sus mejores recuerdos de veranos en Mallorca e inviernos en la nieve, su primer beso con el vecino que le presta sal, la sonrisa de su madre al despertarse y miles de recuerdos más.
Pero como rutina, llega la noche, y ella misma busca en el baúl de los tesoros más recuerdos, quiere llenarlo todo, que tenga que crear otro a causa de tantos maravillosos segundos de su vida.
Empieza a crear una nueva vida; ella es feliz, tiene gente a su alrededor que la quiere con todas su alma. Su imaginación dibuja una línea fina en el papel de las ideas y deja que esta se apodere de ella. Ahora cambia de color, es rojo y dibuja otra línea paralela a la anterior, y cada vez coge colores distintos y va haciendo la misma acción que segundos antes; líneas y más líneas.
Ahora el papel lo cubre una capa negra y todos esos colores que representaban estabilidad, felicidad y mucha paz se convierten en oscuros: negro, azules, lilas...
Eso solo puede significar una cosa, pesadilla, la peor pesadilla. Su imaginación colorida es substituida por una oscura, triste y amargarte.
No puede dormir, se siente bloqueada, inmóvil, incapaz de abrir lo ojos darse cuenta que todo eso no es más que el poder de su imaginación, el terror de que todo sea desequilibrios, tristezas. Una vez se despierte, no se acordará de nada de lo ocurrido.
Y repetimos, el poder de su imaginación.
