Kaneki sostenía a su amigo entre sus brazos, el verlo ahí casi sin vida hacia que algo en su corazón se estrujara, desde niños Hide siempre lo protegió y aun sabiendo lo que era este, no lo considero un monstruo ni lo trato diferente.
Ahora estaba con la persona que más deseaba proteger en sus brazos, debatiéndose entre la vida y la noche. Mientras un grupo de policías nos veían atónitos.
-Hide, vamos a casa-pronuncie antes de continuar con mi camino, un sujeto se colocó frente a mi por un momento me detuve, voltee a ver a mi amigo, y retome mi rumbo. Nadie nos detuvo, por lo menos me ahorraron el esfuerzo de pelear con ellos. En ese momento mi prioridad es solo un: salvar a Hide.
Camine durante una hora hasta llegar a una cabaña, que solo yo conocía, con cuidado lo recoste en la cama, me dirige al estante tome un tazón con agua y trapos. Me volví a acercar a su cuerpo, pero algo no estaba bien... no respiraba.
-¡Hide!¡ni se te ocurra morir!... maldicion¿que hago?... no ¡no te perdere! ¡no a ti!-mi mente se nublo de ira, sabía que lo que haría seria mi sentencia, cuando el despertara me odiaría, pero estaría vivo y nada mas importaría.
-perdomame-susurré antes de cortar mi mano, la sangre comenzó a manchar mi brazo, con cuidado tome su delicado cuerpo y abrí su boca obligándolo a succionar mi sangre... sabia que no era suficiente, tome un cuchillo eh hice varias heridas en sus brazos y piernas donde volví a mezclar mi sangre con la suya.
Mi desespero crecía al ver que nada pasaba, minutos se convirtieron en horas. Todo fue en vano, perdí a la mas importante para mi. Si por algo me fui, era para que estuviera a salvo de mi y quienes estaban tras mi persona ¡¿y todo para que?¡ si ahora yacía en la cama, inerte y sin vida.
Con dolor en mi corazón que creí extinto tome su cuerpo y me introduje en la cama abrazándolo solo por esa noche quería pensar que seguía conmigo y eramos niños, jure que cuando creciera yo lo protegería y le falle... perdón.
No se en que momento me quede dormido mas un extraño ruido me levanto rápidamente, mire a mi alrededor y no había nadie. Esperen...
-¡HIDE!-el cuerpo de mi rubio no estaba, con desesperación salí de la cabaña, la nieve cubría gran parte del suelo, mas no me importo, no muy lejos de ahí una melena rubia llamo mi atención.
Corrí hasta el cuerpo que estaba frente a mi, al llegar no tenia valor para hablarle. Veía como su cuerpo temblaba... algo esta mal.
-¡HIDE!... ven, tenemos que entrar-con cuidado voltee su cuerpo su rostro era el mismo de siempre pero había algo diferente-... tu ojo-era igual al mio, como prueba de que había dejado de ser humano para ser híbrido.
-yo...-Hide se llevo su delicada mano al lugar mencionado, trato de decir algo mas no lo deje.
-¡perdoname! Creí que te perdería, creí que moririas, se que ahora me odias pero no podía dejarte morir entiendelo
-jeje tonto, ahora somos iguales. Gracias por salvarme
-¿n-no estas molesto?
-¿por que abría de estarlo?-con sus brazos se aferro a mi cuerpo hundiendo su cabeza en mi hombro, sentía su cuerpo temblar levemente y algunas lágrimas mojaban mi camisa... lo sabia, tenia miedo.
-¿me odias ahora?¿me temes?-pregunte tratando de separarme mas el se aferro a mi cuerpo negandomelo.
-¡no!... es verdad que tengo miedo, pero a que me vuelvas a dejar. ¡¿sabes como me sentí?! No confiaste en mi, te fuiste lejos... todo ese tiempo esperaba tu regreso
-todo esta bien ahora...
-¿no me volverás a dejar atrás?
-no, esta ves te protegeré-ver esa sonrisa que se postraba en sus labios seductores, hizo que mi corazón latiera con fuerzas. Un deseo de besarlo se apodera de mi. ¡no! El hecho de que se sienta así no quiere decir que el... sienta lo mismo, no lo quiero perder, es mejor dejar estos pensamientos y ser lo que debemos ser... amigos.
