Capítulo 1

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Ya es demasiado tarde, Sarah debe estar preocupada por mi. Debí avisarle que vendría a correr. Supongo que la llamaré.

Saqué mi teléfono, busqué en mis contactos el nombre de Sarah y una ves que lo encontré la llamé.

El teléfono sonó dos veces y estaba a punto de colgar cuando Sarah contestó.

- Sarah, vine a correr al parque. Llegaré en...- escuché sollozos. - Sarah, ¿Estás bien?-

- Si- dijo pero no le creí, la conocía lo bastante como para saber que estaba llorando. Su voz se escuchaba ahogada.

- Voy para allá.- la preocupación de que se enfadara conmigo se había esfumado y se había transformado en verdadera preocupación.

Colgué la llamada y comencé a correr hasta mi auto. Lo había estacionado en la entrada del parque y como casi había terminado de dar la vuelta completa a éste no me faltaba mucho para llegar hasta el auto.

Cuando salí por la entrada del parque corrí hasta la puerta del auto, abrí la puerta a la que ya había quitado el seguro con las llaves y arranqué. No sé que pueda pasarle ahora a Sarah pero ella no llora por cualquier tontería.

El parque está a pocas calles de mi casa, pero a bastantes calles de la casa de Sarah.

Una vez llegué a la calle de la casa de Sarah aparque el auto en la calle justo enfrente de su casa, cerré la puerta del auto demasiado fuerte, pues eso hago cuando voy de prisa. Entre por la puerta principal de la casa de Sarah, la puerta siempre está abierta y aunque le e dicho que es peligroso ella no me a hecho caso nunca.

Al entrar lo primero que miré fue a mi amiga sentada en un sofá llorando, se veía completamente destrozada. No era la misma Sarah, no era esa chica llamada Sarah Willson la chica fuerte de la preparatoria, aquella chica de ojos negros realmente grandes que te fulmina con la mirada y que siempre sabe que decir, no, en ese momento ella era una chica destrozada, vulnerable (algo que nunca mostraba) y débil.

Corrí hacia ella y la abracé. En comparación a ella yo nunca sabía que decir en estos casos.
Traté de mirarla a los ojos pero ella los apuñaba, no quería que la mirara llorar pero tampoco podía dejar de hacerlo, sabía como se sentía, me a pasado.

- Los e visto.- Dijo sin mirarme, aún tenía sus ojos cerrados y apuñados. Su voz expresaba tristeza y amargura como si le doliera decir aquellas palabras.

- Esta bien - dije, aunque sabía que no estaba bien nada.

- No está bien nada- lo sabía. - ¡E visto al chico del que e estado enamorada desde preescolar besándose con su mejor amiga! Y no debería dolerme por que nunca a sido siquiera mi amigo pero eso es lo peor, porque no puedo meterme en la cabeza la imagen de sus preciosos labios besando los de Hayden Steel pero tampoco puedo besarlos yo. - Ella había estado perdidamente enamorada de Aaron un chico muy popular y guapo de la preparatoria aunque a mi no me parecía nada apuesto (aunque seguro eso es por odiarlo por romper el corazón de mi amiga).

- Ya lo superaras, siempre lo haces Sarah- Eso espero... me duele verla así.

- Te quiero- dijo demasiado sincera, con la voz quebrada y mirándome a los ojos por primera ves.

- Yo también te quiero- mi voz también se quebró y ambas nos abrazamos y lloramos juntas. Ella es la mejor persona que e conocido y no entiendo como a las mejores personas pueden pasarle tantas cosas terribles. Tal ves sea porque son más fuertes y pueden soportarlo más que otras personas pero no estoy de acuerdo con ello.

Después de un largo momento de abrazarnos y llorar ambas nos calmamos y yo llamé a un local de pizzas para que nos trajeran dos pizzas familiares. Si así es, nos fascina la pizza y que mejor que comer pizza cuando estas triste.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2016 ⏰

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