"El dicho dice que si bostezas, quien este cerca de ti y te mire hacerlo, también bostezara".
Sonó la alarma, seis cuarenta marcaba el reloj. Guillermo abrió los ojos intentando que el poco sol que entraba a esa hora no le diera directamente en el rostro. Se tallo los ojos haciendo que el poco sueño que aun poseía se esfumara brevemente. Cuándo vio la hora que marcaba el reloj, decidió dormirse un poco más, mala elección, un gritó sonó por todo el lugar.
- ¡Willy! -Claramente era la voz de su madre-. ¡Vas a llegar tardé a la escuela, cariño!
Guillermo abrió los ojos, tallándolos al instante para que el sueño se esfumara. Se levantó de la cama con suma pereza y se dirigió al clóset, sacando una camisa de cuadros verdes y negros, unos Jeans y su chamarra color carmín. Sacando una risita de no sabe dónde, se dirigió al baño a darse una ducha para no ir sucio a la escuela.
Una vez ya duchado, decidió vestirse con la topa antes elegida y bajo a la cocina, donde su madre lo esperaba con su desayunó ya servido. Se sentó en la silla y empezó a comer tranquilamente mientras su madre le platicaba los planes del día.
-Te veré en la tarde, mama -dijo, terminado su desayuno y levantándose de la silla, para después ir a la puerta y salir.
Lo que Guillermo amaba de ir a la escuela era la ida; tiempo para pensar, para compartir sus pensamientos con el silencio que siempre tiene, al cual ya está acostumbrado. Lo que Guillermo amaba de ir a la escuela era la hora de tomar el bus y no, no tenía nada que ver con el extrañó chico que siempre tenía el ceño fruncido y que siempre usaba esa chaqueta negra de cuero. No tenía nada que ver con el extrañó chico de ojos esmeralda y mirada como el hielo.
Es en momentos como este cuando Guillermo se pregunta el por qué siempre está solo, el por qué nunca sonríe, el porqué de su ceño fruncido, de su mirada perdida. Se pregunta el por qué el autobús está lleno, pero el lugar al lado del chico siempre está vacío.
Pasan los minutos y el autobús se detiene, y de la puerta aparece un chico que conoce bien y Guillermo reza para que se siente con el extraño chico, pero eso no sucede, porque Guillermo olvido que el guardó un lugar al lado del suyo para Mangel.
- ¿Por qué no te sentaste con él? -Pregunta finalmente Guillermo, señalando al ojimarron-. Siempre está solo.
- ¿Con Samuel? -Pregunta incrédulamente Mangel-. Sera porque tú siempre me guardas mi lugar y además...
La respuesta de Mangel se ve afectada por el estruendoso sonido de un chico cayendo al suelo. Guillermo alza su mirada y ahí es donde comprende el por qué nadie se sienta junto a ese chico. Y es ahí, viendo como el chico tira al pobre de Ruben al suelo entiende el por qué siempre está solo.
-L-Lo sien-siento, Samuel -dijo un tartamudo Ruben, quien se levantaba del suelo-. Olvidaba que el lugar siempre está apartado.
» ¿Apartado? ¿Para quién?« Esas son las preguntas que corren en su cabeza al instante de escucharlas.
Y entonces, no sabe si es por el aburrimiento o simplemente porque aún es de madrugada y aún falta mucho para que el autobús llegue a la escuela, que bosteza. Un bostezo lleno de aburrimiento y cansancio que si no fuera por Mangel, aun seguiría pensando en él.
- ¿Has visto eso? -pregunta Mangel y al ver como Guillermo mueve la cabeza en negatividad, prosigue-. Samuel ha bostezado.
Y tal vez es porque aún es de mañana, o tal vez es porque no lo quiere, Pero Guillermo realmente tarda en procesar lo dicho por Mangel. Cuando alguien bosteza y otra persona está cerca y lo mira hacerlo, también bosteza. Y es cuando Guillermo realmente lo comprende.
-Él me estaba viendo, ¿verdad? -Mangel asiente con la cabeza a la par de decir que Ruben sigue parado, y que él le dará el lugar, pero Guillermo lo detiene-. Yo le daré mi lugar.
Guillermo no sabe si es por la adrenalina, o simplemente curiosidad de saber por qué lo mira, entonces se levanta de su lugar y se lo cede a Ruben, quién gustoso lo acepta, y empieza una animada conversación con Mangel, Guillermo niega con la cabeza. Y empieza a caminar hacia delante, donde se encuentra el lugar de Samuel. Dos asientos para ser exactos.
Y entonces lo entiende.
Entiende que si se sienta con Samuel, el jamás volverá a dejarlo solo, porque nadie nunca merece estarlo. Y entonces se sienta a su lado y el autobús queda en silencio, mirándolo, porque al igual que él, todos esperaban que Samuel lo empuje.
Pero no sucede.
Guillermo mueve su cabeza en dirección a Samuel y ve que este le sonríe. La primera sonrisa que ha dado, y es para él.
Y Guillermo realmente no sabe si es porque aún es de mañana, o por ya están llegando a la escuela, pero le pide a Samuel que se junte con él.
Y el acepta.
Por qué secretamente el lugar a lado de él siempre estuvo guardado para Guillermo.
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Para FarAwayLarry por que secretamente el te estaba mirando.
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Amor A Primer Bostezo | Wigetta. (Primera version)
Fanfiction"¿Quien diría que un bostezo haría que dos personas se hablaran? Historia registrada en Safe Creative, así que cualquier copia y/o adaptación sera denunciado. En pocas palabras te encontraré y matare :) Wigetta no se copia, Wigetta nace de tu corazó...