Hablemos De Nosotros

Salsa, tu y yo

¡Desperté! ¡Había sido un maldito sueño!
Yo solo quería saber ¿Por qué te metías en mi cabeza de esa manera? ¿Por qué no dejaba de pensarte ni un jodido minuto?

Pues si, era sencilla la respuesta, te estabas convirtiendo en una obsesión para mi, ya no eras solo un capricho, eras la razón de mi existencia, de mi respiración, de mis sueños, de mi despertar. Eras mi vida y eso lo sabías bien.

Desgraciadamente, querido. No eras mi único problema. También debía atender asuntos de las clases. Como en Artes, por ejemplo. En esas épocas, debíamos crear nuestra propia coreografía, escogimos salsa. "Deben armar una coreografía grupal, todos deben participar, contará el 50% de la calificación final, háganlo bien" esas fueron las palabras de mi querido maestro de artes. Sahara, como siempre, intentó dirigir todo, yo como siempre le ayudé.

De ese modo y sin preguntar, armamos las parejas para el baile. Por supuesto, ella eligió a Raúl (mi mejor amigo) y yo, gracias mi falta de decisión, la dejé elegir mi pareja, ella te eligió a ti.

-¿Y a quién pides tú?
-Ay... No se, elige tú.
-A ver, ¿Quién se derrite por ti?- Y luego comenzaste a recitar lo que dice mi abuela cuando toma una decisión.- De Tin Marín, de do Pingüé... ¡¡(.....)!!

Dijo tu nombre y yo me hice la desentendida.

-¿Estás segura? Pues solo espero que sepa bailar.
-Jajaja serás una gran maestra, de besos.
-¡Tonta!
Soltamos carcajadas hasta quejarnos del dolor de estómago, aunque una parte de mí quería que fuera verdad.

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-Oye, ¿Hania con quién va a quedar?
-Cierto, con la emoción ni nos preocupamos por ella
-Pero hay que ver si la acomodamos con una pareja que ya esté formada, porque ya no hay chavos libres.
-Pero acuerdate que tu pareja aún no está confirmada. Hay que preguntarle si en verdad quiere estar contigo.
-Pues si, es lo justo. Vamos.

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-¡Betty! ¡¿Cuánto tiempo sin vernos?!- Dijiste sarcástico, seguido de una risa fanfarrona.
-¡Tonto!- Dije simulando entusiasmo, luego de intentar imitar tu risa- Yo quería hablarte, es sobre la coreografía de artes.
-¿Para qué soy bueno?
-Para nada, pero no va por ahí la cosa. -Reí con ganas, pero me detuve por tu cara de disgusto, aclaré mi garganta y continué- Es que quería saber a quién quieres de pareja, queda Hania y quedo yo. Así que... elige.

Recuerdo que no hablaste, solo me viste apenado y eso alteraba mas mis latidos. Hasta que después de los segundos mas raros de mi vida, me señalaste.

-¿A mi?
-...-Asentiste
-¿Seguro?- Dije, conteniendo mi felicidad.
-...- Volviste a asentir.

Y sin despedirme, subí las escaleras corriendo hasta llegar a Sahara. Para cuando llegué, estaba mas roja que un jitomate. No era un secreto que me sonrojaba demasiado fácil, sumado al esfuerzo de subir corriendo dió como resultado mi cara de tomate maduro.

Mira, tal vez suene estúpido, pero como te digo, esos detalles me encantaban. Hasta el gesto mas mínimo, viniendo de ti, me enamoraba. Gracias por eso y por destruirlo de la manera mas perfecta.

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Ha llegado la hora de mencionar a una persona increíble, tu mejor amigo y el mío también.

Si él recordara éste momento, seguro se reiría. Pero en fin, imagina esto:

Un salón de clases, todos los asientos arrumbados a las orillas, un perfecto espacio vacío para ensayar la rutina de baile. Un grupo de 4 amigos, dos niñas, dos niños. Sahara, Raúl, tu y yo.

Raúl, un completo idiota. No hay mucho que decir de él o, tal ves debo decir tanto que prefiero callarlo. Es el tipo de persona que jamás te hará sentir incómodo, tiene muy buenos temas de conversación, tantos que no deja que termines con uno cuando ya inició el otro. Nunca te aburres. Es el tipo de amigos que si te sientes mal, te hará reír en vez de pedirte que hables mas del tema. Prefiere que lo olvides a verte llorar. Pero creeme, cuando superes el problema, te va a regañar, y feo. Así es Raúl, el más sincero del planeta, ahora entiendo tus celos hacia el. Es mucho mejor que tú.

Volvamos a la situación, en el momento que inició la canción, comencé a bailar pero tú no te movías...

-¿Todo bien?
-Si, pero necesito descansar.
-¿Descansar? Pero si no te has movido. Ugh, cinco minutos.

Entonces te Raúl me apartó del resto, nos acercamos al escritorio vacío y me dijo:

-Trata de no ser tan dura con él
-¡¿Dura?! Ni siquiera se mueve, hubiera preferido que eligiera a Hania
-Te eligió para estar mas cerca de ti, tonta. ¿Sabes lo que me dijo?
-No trates de ayudarlo ¿Qué te dijo?
-Que desde que llegó a su casa ayer, ha estado encerrado en su cuarto ensayando pasos para no hacer el ridículo aquí. Pero está nervioso, entiéndelo.
-¿Es en serio?

Y en ese momento se ablandó mi corazón. Yo se que hasta Raúl se arrepiente de ese comentario en lo más profundo de su corazón.

*Y hasta aquí el capítulo del año, okay no. Espero no se aburran, lo hice yo solita. Pero me gustó muchísimo. Y pues nada, sean felices* Oigan, me gustaría que escojan un nombre para el innombrable okya,lo harían por mi?? Sería muy hermoso. En fin, eso es todo, Betty fuera.*