Debo proteger ese sueño...
Hasta ese quince de agosto... hasta ese día... Mi vida era feliz...
Pero la tragedia sucedió, Ayano se marchó de este mundo. Sacrificó su vida en pro de ese sueño...
Conservar nuestros días felices...
Si ella entregó algo tan importante como su vida, ¿qué podría entregar yo...?
Mi felicidad desde luego, no tenía más que eso para sacrificar después de todo.
Desde ese entonces mi objetivo fue seguir el sueño de Ayano, conservar esas sonrisas, hacerles olvidar el dolor...
¿A quienes...? A mis hermanos por supuesto, las únicas personas importantes en mi vida.
Kousuke... siempre fue un buen niño, al contrario que yo, y ahora se había convertido en un buen hombre, a pesar de no tener edad para tal cosa... Había crecido muy rápido, demasiado, todo lo hacía por nuestro bien. Se puso al hombro la responsabilidad de mantenernos vivos en el sentido más estricto de la palabra... Todo lo que ganaba era para los cuatro, tanto me acostumbré a ello que nunca lo he imaginado siquiera por un segundo que usando el dinero que gana en sí mismo; mejor ropa, un celular nuevo, viajar... Todos esos caprichos que los chicos normales tienen, en él están dormidos...
Debo admitir que si bien siempre he estado pendiente de él, no he querido interferir demasiado en su vida, parece ser que la medusa ha logrado lo que mis engaños y bromas no... Lo ha hecho sonreír sinceramente. Y aunque puedo ver su sufrimiento, sé que saldrá adelante, sé que nada va a destruirlo por completo mientras Mary esté a su lado... Aunque en estos momentos se rompa en pedazos llorando a gritos en el suelo... Sé que se recompondrá...
Él podrá, yo no...
Aunque no derrame una sola lágrima, aunque finja que todo está bien, que hay cosas más importantes en las que pensar...
Esa parte de mi, ese último atisbo de felicidad murió con ella...
No quiero pensar en ello... pero no puedo dejar de verla... Esos ojos no volverán a abrirse... No volverá a ocultarse del mundo cuando le tema o avergüence algo. No volverá a permitir que yo la moleste, no volverá a golpearme, no volverá a sonrojarse de esa forma tan adorable. No volverá a cocinar, ni a cuidarnos, no volverá a mantenernos unidos, no volverá a cumplir ese rol de madre que tan bien le sentaba...
Simplemente... No volverá...
Sólo somos dos ahora...
Los dos agentes secretos, el número dos y tres...
Estoy mintiendo, sólo queda uno, el número dos, porque del tres sólo está su cuerpo aquí...
Este cuerpo que en estos momentos levanta a Seto y lo lleva con ayuda de Mary a su habitación... Este cuerpo que sólo sigue aquí por él... Para proteger al menos una de esas sonrisas...
La última sonrisa...
Porque hoy... Junto con Kido se apagó también mi vida y mi felicidad...
Espérame Tsubomi... debo hacer algo... No sé cuanto tiempo me tome, pero en cuanto este mundo haya retomado su rumbo y ya no sea necesario aquí...
Iré contigo, y en ese mundo...
Construiré una felicidad eterna para ti..
FIN.
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La última sonrisa
FanfictionCuatro hermanos... ¿qué sucede cuando dos de ellos se van? ADVERTENCIA: Spoilers del capítulo 40 del manga. -Drabble-