QUÉDATE

CAPÍTULO 42

No pude dormir toda la noche pensando en lo que casi hago con Stéfano, no podré verlo a la cara por la vergüenza que siento, me deje llevar, debe ser por el alcohol, juro en mi vida que no volveré a tomar. Esto no debe enterarse Diego, ¿cómo le pude haber hecho eso a Diego?.
Me siento terrible, creo que me confesaré ante un cura, porque me siento un asco.Tengo que aclarar las cosas con Stéfano, decirle que olvidemos todo esto, mañana temprano hablaré con él ahora solo quiero dormir.

-¡Valentina despierta! Hoy es mi vuelo.-Me decía Azul muy exaltada.

-Ummm...un ratito más ¿si?.-Respondí con sueño.

-¿Cómo que un ratito más? Yo si puedo esperarte, pero el avión a mí no.-Respondí aun más exaltada.

-Ohhh...¿espera? ¡Hoy te vas! ¡noooo!.-Respondí y me levanté rápidamente.

Me duché lo más rápido que pude para acompañarle al aeropuerto, no podía creer que hoy se iban mis amigos, los días pasaron muy rápido.
Tomamos un taxi para dirigirnos al aeropuerto, ahí nos iban a esperar Daniel y James.

-Llegamos a tiempo.-Mencioné a los chicos que al parecer se dieron cuenta de nuestra demora.

-Estamos demasiado tarde, el vuelo ya saldrá, Valentina aquí nos despedimos, fue un agradable viaje, espero que tu también nos visites, te queremos.-Daniel habló por James, ya que él estaba llorando.

-owww chicos, gracias por su visita, me animaron demasiado, son lo máximo... James, no llores ¿si? Nos volveremos a ver.-Respondí soltando una pequeña lágrima.

-¿Qué? No estoy llorando, noo..solo que me entró una tierrita al ojo, eso es ¿okey?-Intervino James.

-Te creeré, y tú, pequeña...te voy a extrañar, nos volveremos a ver, si o sí, apuranse que su avión ya saldrá.-Le dije a Azul dándole un fuerte abrazo y muchos besos.

-Chau Vale, cuidate.-Dijeron todos al mismo tiempo, haciendo que forme una sonrisa y llore a la misma vez.

Al irse mis amigos, me dirigí a mi casa, pero un sonido que provenía de mi bolso hizo que me detuviera, al sacarlo rápidamente me di cuenta que era Diego, dudé un poco al contestar, pero lo hice.

-¿Bueno?-Respondi nerviosa.

-Amor, soy yo...¡hey bebé! ¿dónde estás?-Respondió animado.

-En el aeropuerto, mis amigos se acaban de ir, y me despedí de ellos.-Respondí un poco cortante.

-¿En serio? ¡ay! Me quería despedir de ellos, me cayeron muy bien...bueno bebé ¿te parece si nos vemos?-Preguntó.

-Claro...¿dónde?-Respondí.

-En el parque que está en frente de tu casa.-Respondió.

-Ok, nos vemos allá... Te amo.-Respondí.

-Yo más bebé... Nos vemos.-Respondió y corté la llamada.

Ya estaba en el taxi, dirigiéndome al parque de mi casa, tenía que actuar súper natural para que no se de cuenta de lo que pasaba, no podía contarle.
Al llegar encontré a Diego sentado y al verme guardó su celular, y me recibió con una gran sonrisa.

Hola amor.-Me saludó con un gran beso.

-Hola bebé.-Respondí.

-Amor sabes que estoy pensando...-Me dijo tomando asiento.

-Uhmm ¿qué estás pensando?-Respondí con curiosidad.

-En pedirle disculpas a Stéfano, mi actitud de la otra vez, no fue la adecuada.-Respondió un poco triste.

-¡¿Qué?! ¿Pedirle disculpas? Noo, no es necesario, creo que él ya olvidó eso.-Respondí un poquito nerviosa, él no podía pedirle disculpas, no era lo adecuado.

-Amor, es necesario para mí, me siento terrible, tal vez podamos comenzar de nuevo, y quien sabe, quizás seamos amigo.-Respondió emocionado.

-Amor, pero...-Respondí y no terminé de hablar porque Diego ya estaba llevándome hacia el edificio.

Subimos las escaleras y creo que estaba sudando de los nervios, no podía ver a Stéfano a los ojos después de lo de anoche.

-Esta es su puerta ¿no?-Me preguntó curveando las cejas.

-Emm si.-Respondí.

Diego rápidamente tocó la puerta, no abrían y le insistí a Diego para irnos, pero ahí estaba Stéfano, mirándonos confundido, yo me puse roja como un tomate, y solo miraba mis zapatillas.

-¿Qué hacen aquí? , Diego te juro que no hice, fueron los tragos, no pasó a nada yo..-Interrumpí lo que hablaba porque estaba hablando más de la cuenta.

-Stéfano, Diego está acá para pedirte disculpas de la otra vez, por el moretón.-Respondí seria.

-Ahh era eso, este...no es necesario, ya estoy bien.-Respondió avergonzado por lo que dijo hace rato.

-¿Okey? No sé de que estabas hablando, pero en fin, vine a pedirte disculpas, tal como lo dijo Valentina...me sentí mal al golpearte y pues quiero comenzar desde cero contigo, te juzgué mal, y quien sabe...tal vez seamos amigos en un tiempo.- Respondió Diego con una sonrisa.

-No te preocupes Diego, okey...olvidemos todo, no pasó nada entre nosotros, tú y yo no tuvimos nada, lo pasado, pasado y pisado, no me acuerdo de nada, no hubo nada, ya me olvidé de todo...-Interrumpí porque sentía que cuando hablaba me miraba a mí como si se estuviera refiriendo a lo que pasó esa noche.

-Ya entendimos Stéfano, bueno ya que ahora te amistaron ¿nos podemos ir?-Respondí un poco molesta.

-¿ Todo bien amor? Okey nos vamos...bueno Stéfano, nos vemos otro día-Se despidió Diego estrechando la mano.

-Nos vemos Diego.-Respondió Stéfano de la misma forma.

Yo caminé súper rápido y me quedé parada en la puerta de mi casa, solo quería entrar y gritar de la furia, Diego me alcanzó y me miró confundido.

-¿Todo bien? Creo que te peleaste con Stéfano, bueno amor, yo me tengo que ir, tengo entrenamiento, te amo.-Se despidió Diego de mi dándome un beso.

-Si, nos vemos luego, también te amo.-Respondí con una corta sonrisa.

Cuando Diego se fue, me puse a analizar a analizar todo lo que dijo Stéfano y me fui furiosa a buscarlo. Toqué su puerta muy fuerte y me abrió. Tenía una cara de confundido.

-¿Así que lo olvidaste todo? ¡Genial! -Respondi molesta.

-Vale, no me refería a eso.-Respondió.

-Ahh, te odio.- respondí mirándolo fijamente a los ojos.

-¿En serio?.-Se acercó a mí y estábamos a centímetros, nuestras narices chocaban y yo no despagaba mi mirada de él.

No podía bajar la mirada sino pensaría que me intimida, pero era imposible...¡él me vuelve loca!.