Capítulo 1 Un patán más en el instituto.

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-¡Lujan, baja inmediatamente jovencita!

Demonios, nunca puede dejarme en paz ¿o que?, Lujan esto, Lujan el otro. Mi madre es una exagerada, si sólo voy unos minutos tarde al instituto.
Terminé de meter mis cosas en la mochila. Agarre mi I Phone, auriculares y mi mochila. Salí de mi habitación y baje las escaleras para toparme con la horrible fruncida cara de mi madre.

-Lujan, te he estado gritando por más de media hora. Ahora vas tarde al instituto- dijo mi madre molesta con las manos posándose en su cintura.

-Ahh relajante mamá, si sólo son unos minutos. El mundo no se va a acabar.

-Cuantas veces te he dicho que la puntualidad es indispensable para que cuando acabes tus estudios, tengas un buen trabajo.

-Hay por dios, no seas exagerada- dije mientras salía por la puerta de la casa, dirigiéndome a mi auto.

-¡Tú y tu rebeldía me van a volver loca!

-Si adiós mamá, yo también te amo- dije al momento de subir a mi auto. Arranque el motor para empezar a manejar. Ya estaba manejando, y desde el espejo retrovisor, vi como mi madre cerró la puerta de la casa más que molesta.

Mi nombre es Lujan Comesaña y tengo 17 años. No soy la típica chica fresa y delicada que le gusta ir de compras, estar a la moda, estar al tanto de los chismes y ser la popular vanidosa de la que los hombres andan tras sus mini faldas. Pero tampoco soy la típica chica nerd de la que todos se burlan o la típica chica oscura. Yo soy rebelde pero a mi manera.

Al llegar al instituto, parquee mi auto, baje de el y entre al instituto para ir a mi casillero por mis cosas. Al momento de meter mi último libro a la mochila, me di cuenta de que venía la más popular de todas las zorras.....Debora Blade. Ella venía junto con sus mejores dos zorras (son sus mejores amigas pero así yo les digo).

-Oh pero miren lo que tenemos aquí chicas. La perra más salvaje de todo el instituto- dijo Debora acercándose a mi, junto con sus dos mejores zorras.

-Oh pero mira quien habla, la más popular de todas las zorras.

-Wow la perra habla, debe ser un nuevo pedigrí. Pero creó que le hace falta la vacuna contra la rabia- dijo Debora haciendo una sonrisa burlona.

-Ah no espera, espera creó que también necesita un shampoo contra las pulgas- dijo Britny Willson alborotando mi cabello. Yo al ver lo que Britny hacia con mi cabello, me quite su mano con un manotazo brusco.

-Escuchame bien, zorra Willson. Si vuelves a tocarme, te juró que no tendrás ningún otro cliente durante un tiempo.

-¿De que demonios hablas perra?- preguntó zorra Willson.

-De que si me vuelves a tocar, masacrare tu rostro de zorra. Sin él, no podrás tener ningún cliente y no tendrás con que comer- dije triunfadora al ver que ella no me respondía.- Oh pero mira, si eso llegase a suceder, no te preocupes tengo dinero de sobra- dije al momento de sacar un billete y dejárselo en el tirante de su sujetador (brasier o como ustedes le digan).- Nos vemos después, trió de zorras.

Me largue de ahí, lo suficientemente rápido como para que no me dijeran o me hicieran absolutamente nada. Me dirigí al salón de clase. Me tocaba la materia de química. Llegue y toque la puerta. El maestro miró hacia la puerta, también incluyendo todos los del salón que miraban hacia mi.

-¿Me permite pasar maestro Hudson?- trate de ser educada para que se apiadase de mi y me dejara entrar.

-Señorita Comesaña, llega tarde- dijo el maestro mientras me mostraba su reloj.

Sexo lobiricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora