Capitulo 3 Nicotina

452 22 4
                                    

Me encerré en mi cuarto, aventé mi mochila al piso y me deje caer en la cama. Saque mi I Phone y auriculares para escuchar música, pero en eso entró una llamada; el número era desconocido. No le di más vueltas al asunto y conteste.

(Por teléfono)

-¿Hola?

-Hola perra preciosa- dijo la voz del otro lado de la línea. En ese momento caí en cuenta y reconocí la voz......era el estúpido de Nathan.

-Hijo de perra- gruñi y dije rabiosa.- ¿Quien te crees que eres para llamarme? Y más a parte ¿Como mierda conseguiste mi número?- dije aún encabronada, pero el comenzó a reír. Esto son duda me cabreaba más.

-¿No puedes dejar de ser la perra rebelde que eres? ¿Ni tan sólo un momento?- dijo divertido mientras seguía riéndose.

-Contestame con un carajo ¿Como conseguiste mi número?

-jajaja- seguía riéndose.- Eso es lo de menos preciosa. Sólo llamaba para confirmar tu número.

-Vete a la mierda- dije esto último para después colgar. Mi odio y enojo comenzaron a volver; yo necesitaba otro cigarro para calmarme. Nunca había fumado demasiado, pero ahora al parecer lo estoy haciendo. Yo ya estaba desesperada, necesitaba fumar; pero no podía hacerlo en la casa; si no mi madre se molestaría. Me levante de la cama, salí de mi habitación, baje las escaleras y comencé a dirigirme hacia la puerta.

-Hija ¿a donde vas?- me preguntó mi madre un tanto preocupada mientras me seguía el paso. Yo no me de tuve ni tan sólo para abrir la puerta.

-A donde sea que vaya Teresa- respondí a mi madre. Sólo cuando estoy realmente encabronada, le respondo por su nombre aúnque sea mi madre. Y al parecer, hoy es uno de esos días. Subí a mi auto y cerré de un portonaso la puerta del auto. Mi madre al parecer me siguió hasta la calle. Ella se abalanzó contra la puerta y empezó a pegarle al vidrio de la puerta de mi auto mientras me gritaba desesperada:
-¡Lujan! ¿¡Que te sucede!? ¡Vaja del auto! ¿¡A donde vas!?

Yo no hice caso a sus golpes al vidrio ni tampoco le hice caso a sus gritos. Yo sólo arranque el motor del auto y comencé a manejar.
Me centre demasiado en el camino, buscando un lugar realmente tranquilo para poder fumar. Tras seguir conduciendo unos minutos, entre en el camino que rodeaba un bosque. Sin pensarlo dos veces, parquee mi auto en una de las orillas. Baje de el tomando mis auriculares, I Phone, encendedor y los cigarros. Conecte los auriculares a mi I Phone, encendí un cigarro, me recargue contra mi auto y comencé a fumar mientras escuchaba música Pop. El escuchar en estos momentos música como Hard Rock o Rock And Roll, no me favorecía mucho. Yo en verdad necesitaba relajarme. Cerré mis ojos cuando me sentía relajada y calmada. Me centre mucho en la música, y sin darme cuenta, el tiempo había pasado demasiado rápido. Ya tenía más de media hora recargada en en mi auto mientras seguía fumando. En total me había consumido media cajetilla de cigarros; yo nunca había consumido tanta nicotina en un sólo día.
Si Nathan sigue fregandome, no dudó que tarde o temprano moriré de cáncer.
Ya decidida por acabarme un último cigarro, escuche un ruido que provenía del interior del bosque. Yo de curiosa, asegure mi auto y me adentre en el bosque. En el transcurso, empecé a taralear una canción que estaba escuchando; pero un ruido me interrumpió. Quite la musica, me quite los auriculares y me puse en posición de investigadora. Miraba de un lado para el otro. De pronto sentí una presencia detrás de mi y un susurro provino de esta, diciéndome en mi oído suavemente:

-"No deberías de estar aquí"

Yo me gire de inmediato para ver de quien provenía la voz; pero me tope con la nada. No había absolutamente nada ni nadie. De nuevo volvía a sentir esa presencia detrás mío.

-"Es peligroso"

Yo me volvía a girar, pero de nuevo no había nadie. Yo estaba comenzandome a asustar. Mi cuerpo se empezó a helar de pies a cabeza.

-¿Quien esta ahí?- dije a la nada. El no recibir una respuesta, me ponía los pelos de punta; pero creó que el recibir una respuesta, saldría con la misma mierda. Terminaría por asustarme de igual manera. Por una extraña razón, voltee mi cabeza hacia arriba, mirando el cielo y mirando el alto de los árboles. Para cuando baje mi cabeza, me asuste al ver a un chico de repente. Este no tenia camisa pero si tenia pantalones vaqueros; el tenia la piel morena y un poco bronceada, estaba fornido, sus ojos eran de un color café amielado, cabello negro , tenia un símbolo tatuado en su hombro y él era muy atractivo.

-No creó que una mujer debería de estar sola por aquí.

-¿Tu eras el que me estaba susurrando cosas?

-¿Susurrarte? ¿De qué hablas?

-No, nada olvidado.

-Pero aún así insisto. No es seguro este lugar para ti.

-¿Y quien dice que no puedo estar segura? Saldré de aquí sola- dije para después darme la media vuelta y comenzar a caminar, pero me detuve en seco al darme cuenta de que ya no sabía en donde mierda estaba.

-¿Por qué te detienes? Según tú hibas a salir de aquí.

-Y saldré, pero solo necesitó encontrar el camino, eso es todo. Y además ¿por que carajos te metes en mis problemas?

-Debes tranquilizarte, o no saldrás de aquí. Ven, yo te ayudaré a salir.

-Gracias pero yo puedo salir sola.

El camino hacia mi dirección sin detenerse al toparse conmigo;el continuó caminando hacia una dirección del bosque.

-¿Vienes o no?- dijo sin detenerse. A mi no me quedaba de otra, mi orgullo no era muy importante en restos momentos. Sólo quería salir de aquí. Le seguí el pasó caminando a un metro de distancia de el.

-¿Quien diablos eres? Y ¿ Por qué demonios me ayudas.

-Te estoy ayudando porqué como ya te lo había dicho, este lugar es muy peligroso. Y mi nombre es Corney Black- dijo sin aún detenerse mientras yo le seguía el paso.

-Lujan, Lujan Comesaña- dije simplemente.

-Y bien Lujan, no es que sea un entrometido pero... ¿Que hacías aquí en un lugar como este?

-No es de tu incumbencia.

-Oh...entiendo- dijo tan tranquila y naturalmente.

En verdad que Corney me sorprendía, a pesar de que yo le respondía de mal manera, el sólo lo ignoraba; no se enojaba o desesperaba. El no era como el patán de Nathan.
Por estar tan centrada en mis pensamientos, no me di cuenta de que Corney se detuvo, y como resultado yo choque contra su espalda.

-¿¡Pero que te pasa!? ¿¡Por qué demonios te detie...

-Shhh, silencio.

-¿Pero que demo...

-Shh, silencio.

Corey se puso demasiado serio. Por eso yo no volví a insistir. El momento y el lugar, se habían puesto demasiados tensos.

-Te dije que era peligroso. Ellos se están acercando.

-¿Quienes se están acercando?

-Sólo no hables y quedate detrás de mi.

-Pero...

-¡Solo haslo!- Corney me levantó la voz con un poco de estrés. Yo sólo me límite a hacerlo. De repente tres chicos se divisaron a lo lejos. Cuando se empezaron a acercar, pude verlos mejor; y justamente el chico de en medio, me pareció familiar.

-Corey, cuanto tiempo- habló el chico de en medio mientras se acercaba más a nosotros. Su voz también me parecía familiar.

-¿Que carajos hacen aquí?- dijo Corey un tanto molesto. No pude ver bien a los tres chicos hasta que estuvieron cerca de nosotros; entre esos chicos estaba Nathan... ¡mierda!

Sexo lobiricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora