Capítulo: 30 "Nuevamente Rodeados".

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-¡CHICOS! –Chilló Apolo.

Los chicos reaccionaron, miraron a su dios que estaba empapado de sudor y exhausto bajo el peso del cielo.

-¡Padre!- Gritó Danny.

Kevin le tomó el hombro, Danny soltó un grito de dolor. Se detuvo y miró a su padre de lejos.

-¡Huyan! –Gritó Artemisa.

-No, mi diosa. Ustedes serán libres. –Dijo Ximena.

-Yo no lo creo. –Dijo una voz que se alzaba por detrás de ellos.

Todos voltearon, vieron al general o mejor dicho: Atlas. El titán era bastante alto y lucía un traje negro. Era alto y musculoso, con la piel levemente bronceada y el pelo oscuro peinado hacia atrás.

Los chicos tensaron flechas y desenfundaron espadas, listos para luchar. Pero grande fue su sorpresa que Atlas no les hizo caso, solo anunció:

-No voy a malgastar mis fuerzas con ustedes.

Pero nadie bajó las armas.

De entre la oscuridad, comenzó a emerger Espino. La Mantícora con cola de escorpión. Miró a los chicos y dijo:

-Pensé que no lo lograrían. Ya tenía mis esperanzas.

-Somos astutos. –Dijo Ryan.

-Entonces no se esperaban esto.

De las ruinas comenzaron a emerger ruidos extraños, rugidos y gruñidos. Unas sombras se asomaron y ojos rojos. Algunos aleteos se paseaban por el cielo oscuro. Los monstruos aparecieron.

Decenas y decenas de ellos. Eran varios. Tal vez cientos de monstruos que comenzaban a rodearlos. Eran tantos que no se podían distinguir bien qué tipo de monstruos eran.

Atlas se abrió paso entre el círculo de monstruos, se sentó en un trono. Puso sus brazos en el reposabrazos y con tanta calma anunció:

-Ataquen.

Y la avalancha de monstruos se dejó venir hacia los chicos.

-¡¡¡CHICOOOOS!!! –Chillaron los dioses gemelos.

Las flechas comenzaban a zumbar y las espadas a chocar. Las nubes de polvo comenzaban a aparecer y varios gritos de guerra.

Oliblish mantenía una lucha contra una Dracaenae. La cortó y giró y lanzó una flecha para acabar con un perro del infierno. Lanzó más flechas en direcciones distintas para acabar con más monstruos. Mientras que sus compañeras hacían lo mismo o luchaban cuerpo a cuerpo.

Todo era un caos. Los monstruos los superaban por mucho, pero ellos podían defenderse con todo.

Salvo un chico que cayó.

Orlando trataba de mantener a raya a los monstruos con sus vides. Pero no funcionaba.

Unos perros del infierno saltaros por encima de las vides, lo tiraron al suelo y mientras él gritaba pidiendo ayuda. Los perros comenzaban a morder con sus dientes afilados. Ninguno pudo ayudarlo, si alguien se descuidaba, moriría.

-¡¡¡ORLANDOOO!!! –Gritó Kevin.

Los gritos desgarradores de Orlando inundaron el Monte Otris. El dios Apolo miraba horrorizado aquella masacre.

De entre los perros, salieron unas aves negras al cielo. Eran cuervos, otro de los animales sagrados de Apolo.

Cuando una Cazadora moría en combate, se convertía en estrellas. Cuando un Cazador moría en combate, se convertía en aves para surcar el cielo con libertad.

LOS CAZADORES ~Fanfic de Percy Jackson~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora