Parte 3 ¿Dónde estás?

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Un hermoso sol aparece entre las montañas y entran unos rallos de sol por la ventana.

Que bonito día va a ser el de hoy. He pensado que papá y yo podríamos a ir a dar una vuelta por el parque del pueblo, cuando era pequeña recuerdo que siempre nos llevaba a Jimmy y a mí.

Además, creo que le hará ilusión.

Me visto, me recojo el pelo como puedo y bajo alegremente por las viejas escaleras.

- ¡Papá! ¡Papá! ¡¿Que tal si vamos al parque?! ¡Papá!-

Llego a la cocina algo cansada, después de tanto tiempo sin estar tan alegre que me canso. Eso me hace reírme sola.

Llego corriendo a la cocina y le grito a mi padre:

- ¡Buenos días papá!- levanto los brazos esperando encontrarme a mi padre ahí.

- Oh valla... Estará durmiendo.- pienso en voz alta.

Entonces se me ocurre una idea.

Le haré el desayuno y se lo llevaré a la cama. ¿A que padre no le gustaría que su hija le despertase con el desayuno? A ninguno.

Estoy de tan buen humor que enciendo el reproductor de música que tanto tiempo lleva sin usar y canto mientras preparo unas deliciosas tostadas y un dulce zumo de naranja.

Luego voy al jardín y cojo una de esas ores que papá plantó.

Son como margaritas, pero enormes. Cojo la más grande y se la pongo encima de la servilleta.

Pongo todo en una bandeja y antes de subir las escaleras pienso en lo que estoy haciendo.

Sonrío. Tal vez tenía razón. Tal vez esta vez iba en serio.

Estoy tan feliz que mi corazón late con tanta fuerza que lo siento por todo el cuerpo. Tengo ganas de salir y correr y saltar.

"¿Por que no?" Pienso. "Papá seguirá dormido para cuando vuelva. Por sea caso le dejaré una nota"

Cojo un papel y lo parto por la mitad, luego con un bolígrafo negro y con mi mejor letra escribo:

" Buenos días papá, estoy dando una vuelta. Espero que te guste el desayuno. Te quiero"

Las ultimas palabras me cuesta escribirlas. No se si son falsas o verdaderas. Sacudo la cabeza y digo:

- Verdaderas Arlet, sin duda que verdaderas.

Salgo al jardín y salto unos arbustos. Tras varios minutos me encuentro en un extenso prado verde, está mucho mas crecido de lo que lo recordaba. Antes tan solo me llegaba la hierba por la suela del zapato, ahora me llega por el pecho.

Miro al sol y sonrío. Levanto los brazos, los extiendo y doy una vuelta sobre mi misma.

Me pongo delante de la pradera y la miro con una desafiante mirada.

- ¡Uuuuuuujuu!- gritó con todas mis fuerzas adentrándome. Siento como ñas hierbas ñatigan mis brazos. Salto, corro, grito y me río sola.

- ¡Si!- ñe grito al cielo una y otra vez.

Me tiro así... No lo sé, la verdad es que no lo sé. ¿Media ora? ¿Tres cuartos de

ora? Quien sabe, pero no me importa.

Solo soy una niña disfrutando de un gran día. Aspiro el olor de las plantas y vuelvo a todo correr a casa con una sonrisa dibujada en la cara.

Ña bandeja y la nota siguen intactas así que tiró la nota, cojo la bandeja y voy escaleras arriba hasta el cuarto de mi padre. Apollo la espalda en la puerta y la abro suavemente.

- Buenos días dormilón...- susurro mientras doy el interruptor de la luz.

- ¿Que tal has...? ¿Papá?- La habitación esta vacía.

Dejo la bandeja en la cama subo la persiana y apago la luz.

Salgo de la habitación y busco en toda la casa.

- !Papa! ¡¿Papá donde estás?!- sin darme cuenta el corazón me va a mil por ora. Se me pasa de todo por la cabeza. Me empiezo a preocupar.

- esta bien Arlet, tranquilízate.- me digo a mi misma. - Estará en el pueblo, no te preocupes.

Salgo de casa y me dirijo al pueblo sabiendo que no va a estar ahí, se hubiera comido el desayuno, ¿no?

Decido ir en bici, tardo menos.

Los vecinos me saludan alegremente, ignorando mi nerviosismo ya que yo les devuelvo el saludo naturalmente.

Dejo la bici donde siempre. En la farola del medio de la plaza. Luego miro a mi alrededor pensando a donde a podido ir.

Empiezo por la zapatería, que es la tienda mas cercana que tengo. El zapatero, es señor Blue dice que no le ha visto y que se alegra de que se halla recuperado. El pescadero, la de la tienda de ropa y el cartero me dicen exactamente lo mismo. Hasta que Josh, un ciudadano del pueblo de toda la vida me dice que ayer a la noche le pareció verlo entrando a la taberna de al lado del parque.

Ayer a la noche. No me puedo quitar esas palabras de la cabeza. Es imposible, ayer el estaba durmiendo en su habitación, ¿verdad?

Entro en la taberna algo desconfiada.

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⏰ Last updated: Jul 21, 2013 ⏰

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La chica que soñaba con sentir.Where stories live. Discover now