Pokémon Tales: La historia renace

Objetivo: Maestro Pokémon

Bienvenido al mundo Pokémon, un lugar habitado por unas increíbles criaturas que han existido en la Tierra desde mucho antes que lo hicieran los seres humanos y actualmente conviven juntos en paz, algunos personas dedican su vida a entrenarlos, otros los estudian, otros simplemente los crían, otros los hacen participar en concursos, los primeros son llamados Entrenadores Pokémon, la mayoría de ellos hacen lo que se llama Combate Pokémon donde dos de estos se enfrentan entre sí, para lograr un objetivo , como puede ser una medalla de gimnasio, objeto que se le otorga a los entrenadores que vencen a un líder de gimnasio y que al reunir ocho le permitirá a este participar en una Liga Pokémon que se celebra anualmente en cada región, donde una cantidad de aspirantes se enfrentarían para conseguir el ansiado título de Campeón.

La condición para convertirte en Entrenador Pokémon es haber aprobado el Instituto Pokémon y tener cumplidos los quince años, anteriormente se permitían diez, pero debido al aumento de la delincuencia en las ultimas décadas se decidió atrasar la edad para que los jóvenes estuvieran más preparados por lo que pudiera pasar.

La historia comienza en Isla Canela, situada en la región de Kanto, hace unos años, este lugar fue destruido por un volcán y con el tiempo se construyó una ciudad algo más al sur de allí llamada Nueva Canela y el sitio devastado había quedado inhabitado, utilizado solo por investigadores y Pokémon salvajes que habían anidado allí.

Un hombre iba corriendo perseguido por un Blaziken, que le alcanzó enseguida y lo derribó, un tipo extraño apareció detrás y llamó al Pokémon metiéndolo en su Pokéball, iba totalmente vestido de rojo, un sombrero con una B mayúscula, un chaleco roto, una camisa blanca y una corbata roja que simulaba unas llamas similar a su pantalón, tenía el pelo largo y rubio como su Pokémon.

-¿Quien coño eres tú?-se arrastraba el hombre perseguido intentando escapar, el tipo extraño le pisó la mano y le apuntó con un arma.

-En esta isla hubo una mansión donde se guardaron varios apuntes de experimentos y sé que vosotros, la compañía Silph, los rescató, me sería de gran ayuda que me los dieras o me dijeras donde encontrarlos-sonrió aquel extraño tipo de rojo.

-Yo..yo..no sé nada...lo juro...solo estaba en esta isla investigando Fósiles Pokémon -estaba asustado aquel científico.

-Una pena-lo asesinó de un disparo-Houndoom, quemad el cadáver, no quiero rastros, lanzallamas-ordenó, sus dos Pokémon que obedecieron reduciendo a cenizas aquel cuerpo.

-Volveré al barco a ver si Blastoise ha encontrado algo-se marchó-Houndoom, vamos-se dirigió a sus dos Pokémon que se marcharon con él.

Ciudad Subterránea de Básix, una estación de tren abandonada, Región de Aura.

A pesar de ser un lugar abandonado y que supuestamente no funcionaba, una mujer estaba sentada encima de una caja acariciando un Leafeon, cuando un tren llegó atravesando un túnel subterráneo y de él se bajaron tres hombres uniformados de verde, color que abundaba en la ropa de aquella mujer que se levantó a recibirles, vestía un vestido, una capa, unas medias y unos tacones de ese color.

-Parece que funciona-les dijo ella.

-Perfectamente, jefa Serperior-se dirigió uno de los agentes a ella-hemos conseguido establecer electricidad dentro del túnel y hacer que el tren que comunicaba esta sala con el laboratorio del desierto funcione-

-Perfecto, ese laboratorio lleva décadas cerrado, sus actividades son interesantes para nuestros futuros planes así que me vendría muy bien ir, subamos-entró en el tren seguido de su Pokémon.