Mientras que rápidamente me ponía mis shorts buscaba por mi pieza mi agenda electrónica, durante esta semana se me ha perdido más de 10 veces, me van a matar, me estiré debajo de mi cama para revisar… hasta que escucho unos pasos y miro hacia arriba.
-Christina ¿Buscas esto? – Me dijo mi mejor amiga Belén
-Oh, gracias, gracias, me salvaste la vida – le dije quitándosela de las manos
-¿Qué tienes que hacer hoy?
-Eso revisaré ahora – dije buscando mi cartera mientras revisaba en la agenda electrónica – Mm, tengo que ir a la radio para hacer el programa de la noche hoy, ya que Sebastián faltará, pero ahora debo ir a encontrarme con mi mamá, me tiene que decir algo urgente según ella.
- Oh suerte, mándale saludos
- Bien, la suerte me hará falta.
Salí corriendo por el pasillo para ir a buscar mi auto que estaba en el estacionamiento, entré al ascensor mientras pensaba que sería lo que me iba a decir mi mamá, ella era una mujer con clase, no le gustaba como me vestía ni siquiera como hablaba, siempre no era lo suficiente para ella.
Al subirme al auto puse mi radio, obviamente, y comencé a manejar para el restaurant donde me iba a encontrar con ella.
“No se olviden chicas que hoy en la noche a las 9pm hasta las 11pm tendremos a one direction en nuestra radio, SÍ, en vivo desde Londres con nuestra locutora Christina” – Comunicó mi compañero de trabajo-locutor Sebastián.
Al llegar al restaurant, entré con mi pantalón pitillo negro, una blusa manga larga color azul marino y unos tacos negros cerrados, mi mamá me observó desde los pies hasta la cabeza para mirarme con una cara de disgusto, la cual no consideré.
-Hola mamá
-Hola Christina ¿Cómo has estado?
-Bien ¿y tú?
-Bien, tengo que comunicarte algo importante
-Bien ¿Qué?
-Ordenemos algo para tomar mientras.
Ella ordenó un té helado, mientras que yo pedí un chocolate caliente con galletas.
-¿Cómo puede comer tanto Christina? Eres mujer, no hombre.
-Sabes que tu opinión no me importa ¿no?
-Ya, antes de que comiences a llorar, te digo por lo que te llamé.
-Te escucho
-Me voy a vivir a EEUU
-¿De verdad? – Dije con emoción
-No, es una broma ¿Qué crees? Por Dios Christina…
-Lo siento ¿Cuándo te vas?
-Mañana
-Suerte
-No la necesito pero gracias.
Y así fue mi tortura hasta que por fina alrededor de las 5 de la tarde terminamos y puse irme, casi corrí a mi auto para irme a la radio, necesitaba estudiar un poco sobre quiénes eran los que iba a entrevistar.
