Carta 49

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El cielo parece un infierno con esta tormenta eléctrica

Tú corres por el pasillo

Gritas y golpeas las puertas

Puedo escucharte, Maclovia

Qué te sucede, ¿por qué no puedes acurrucarte en mis brazos?

¿Qué corazones estás rompiendo ahora?



Cartas a una asesina © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora