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—¡Vamos, Xiumin!¡Apresúrate o nos atraparán!—le gritaba en susurros Eun Jung.

—Espérame. Te recuerdo que no puedo ver y no se hacía adonde quieres que me dirija, genio.—respondió de igual manera Min Seok, buscando a Eun Jung a tientas.

—Ha ha, muy gracioso. Ven aquí, pequeño gran tonto.—lo tomó de la mano y lo jaló hacía ella.

A pesar de que llevaban semanas saliendo, ambos seguían sintiendo electricidad al juntar sus manos.

—¿Podrías recordarme el por qué acepte esto?—dijo Min Seok mientras seguía a Eun Jung de cerca.

—Porque me amas, cariño.—Eun Jung se arrepintió al instante de haber dicho eso.—A-además, la vida es para tomar riesgos. Y las clases de HongKi son aburridas.—agregó, esperando que Min Seok no notara el tono nervioso en su voz.

Para su mala suerte, lo notó.

Min Seok soltó una sonora carcajada.

—Claro, por eso.—estuvo de acuerdo Min Seok y añadió en voz bajita.—Creo que en especial por lo primero.

Eun Jung se quedó estática.

¿Había escuchado bien? ¿Acaso era eso una confesión?

—¿Hm? ¿Pasa algo? Oh, ¿escuchaste lo último?—preguntó Min Seok pasando su mano por su nuca, nervioso. Pasaron algunos segundos y no obtuvo respuesta.—Eso parece ser un si. Bien, lo que prosigue de ahora en adelante se pondrá un poco raro. Te pido disculpas desde ahora.

Min Seok jaló, levemente pero con firmeza, la mano de Eun Jung que aún sostenía entre la suya para acercarla a donde él estaba. Eun Jung dio un leve brinco de sorpresa ante tal acto, que había causado que sus mejillas volvieran a estar pintadas de rosa.

¿Cuántas veces Min Seok era capaz de hacerla sonrojar en un día? No llevaban ni dos horas juntos y ya era la tercera vez que lo lograba.

Sus cuerpos ahora se encontraban muy juntos y eso sólo aumentaba los nervios de ambos.

—Bueno Eun Jung, iré directo al grano. La cosa es...si, me gustas. Me gustas mucho. Te amo, en realidad. De hecho, mi idea de confesarme contigo no era esta en absoluto. Hubiera preferido planear un gran evento, cantarte la canción que hice para ti y al final besarte.

Eun Jung no pudo evitar que su estómago revoloteara ante tal idea, ¿le hubiese gustado que así lo hiciera? Le habría encantado.

—Pero soy demasiado torpe para hacer algo así, probablemente habría terminado cayendo de los nervios. Además, aún no he podido terminar tu canción.—suspiró cansado.—Y lo peor de todo, ni siquiera puedo intentar besarte. No puedo verte. Es probable que terminaría besando tu ojo o tu nariz en lugar de tu boca.

Aquello hizo reír a Eun Jung, quien miraba al chico con ternura. Nunca lo había observado de tan cerca.
Cabello caía sobre su frente, cubriéndola. Su nariz es muy linda. Su piel es tan blanca y parece ser verdaderamente suave. Posó la mano que tenía libre sobre su mejilla, lo sintió estremecerse ante su tacto. Sí que era suave. Bajó un poco su mirada y la puso sobre sus finos labios.

Se preguntó cómo sería escucharlo cantar. Nunca antes había tenido la oportunidad de pedirle que le cantase algo.

No era el momento de pensar algo como eso.

En un momento de valor, tomó aire y retiro los lentes que traía puestos Min Seok.

—Eun Jung, ¿qué ha-

Unos pequeños labios le impidieron seguir hablando al posarse sobre los suyos.

gone » k. minseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora