Everything has changed.
Verano 1999. -Cinco años de edad-
Era una mañana soleada, el sol brillaba en todo su esplendor y el aire azotaba sobre mi rostro. En tan sólo un día cumpliría mis cinco años. Era una pequeña castaña, de baja estatura, ojos azulados y según mis padres, con una linda sonrisa. Todas las maestras hablaban “maravillas” de mí, y no soy tan egocéntrica, pero es lo único que recuerdo: “Eres un encanto Holly”, bah, eso siempre decían de mí. Esa noche mi madre me mando a la cama temprano. Quería que me levantara bien y con energía para el siguiente día: Mi cumpleaños.A la mañana siguiente mi madre me levantó con un gran pastel sobre sus manos, el cual tenía sobre él cinco velitas encendidas. Mi padre iba cargando una cámara fotográfica grabando el momento. Más tarde mis padres comenzaron a decorar la casa con adornos coloridos, globos de colores, serpentinas, y confeti. Mi madre me preparó un gran pastel –otro más- de tres pisos, color rosado con unas pequeñas curvas de color azul, verde, y amarillo. También preparó galletas de chispas de chocolate y tarta de fresa.
Cuando el reloj marcó las 4:00 pm, los invitados comenzaron a llegar. Entre ellos hubo familiares, conocidos de mis padres, y amigos del trabajo de mamá. También Josh, Hannah y Alexander. Debo decirles que ellos tres, eran mis mejores amigos –y lo siguen siendo-. Apenas pasaron 15 minutos de que ellos llegaran, cuando por sorpresa llega la chica más popular de jardín de niños: Mackenzie Holts. Esperen… ¿Acaso la invité? Me caía en la punta del hígado tan solo por ser una engreída, egocéntrica, egoísta y grosera. Aparte de que todos los chicos del jardín de niños la adoran, ésta chica tiene su propio séquito, junto con Cassidy Johnson, otra de las chicas más populares en ése pequeño grupo de niños el cual por lo general es llamado “escuela”,
Al llegar la noche -8:OO pm- decidí abrir mis regalos, todos estaban ahí presentes. Abrí el primero de una caja rosada con un simpático listón amarillo, leí la etiqueta y era de Josh. Al abrirlo con una tal dificultad me encontré con una Barbie castaña. “La compré por que se parece a ti, Holly” Dijo él. Segundo regalo, estaba emocionada, era una caja verde con un listón rosa pastel. Era un osito de peluche color blanco, muy hermoso por cierto, aunque no tenía etiqueta. Un chico rubio alzó su brazo diciendo “Es de parte de mí Holly” Yo asentí y sonreí susurrando un corto “gracias.
Al abrir el tercer obsequio me pude dar cuenta de que la caja era completamente rosada, repleta de brillos y estrellas brillantes. Lo miré curiosa y lo abrí cuidadosamente. Era una Barbie rubia, ojiazul, con un bikini rosado. “Es de mí para ti Holly.” Dijo Mackenzie. “¿Es linda no lo crees?” Asentí haciendo una mueca. Mackenzie corre hacia mi lado y susurra en mi oído “Se parece a ti nena” dijo maléfica. En realidad ésta muñeca no se parecía en lo más mínimo a mí, más bien parecía ella misma. ¿Qué le ocurre? Cuarto regalo, no había una envoltura para éste, era demasiado grande. Mis padres me habían regalado un unicornio de felpa color rosado, era totalmente hermoso. “Te falta el mío amiga” dijo la rubia de mi amiga Hannah. Al escucharla, asentí y tomé una caja anaranjada con un corazón rojo en el medio diciendo “Te amo Holly, gracias por ser mi mejor amiga” Me fue difícil entender, ya que su letra era un poco confusa, ¿quién me creo yo para criticar? ¡Escribo igual, o peor! Pero, hey, apenas teníamos cinco, bueno…ese día apenas los cumplía. Su regalo fue un pequeño porta retrato con una foto de nosotras juntas.
Cuando todos los invitados se retiraron a sus casas, mi madre y yo nos dirigimos a mi habitación. Me recosté en mi cama y mi madre antes de sentarse a mi lado, tomó un pequeño libro color verde. “Mami, ¿y papá?” pregunté inocente. “Se quedó limpiando la casa entera, a ahora le toca a él” rió silenciosamente. Yo asentí riendo igual. Mi madre comenzó a leerme el cuento de Blanca Nieves y los siete enanitos. Literalmente después de que ésta terminara de leerlo, me quedé dormida.
Tenía apenas cinco años cumplidos. Ayer apenas los cumplí. Fue la mejor fiesta que haya tenido en toda mi vida, ese mismo día mi madre me avisó que una familia nueva se mudaría. Me emocionaba el hecho de saber que quizá en esa familia hubiera un pequeño con el cual yo pudiera jugar, un chico tal vez de mi edad con quien estar y pasar las tardes con él. En realidad lo que más esperaba que fuera, era un chico como mi vecino. No tenía nada de malo saber que en vez de un chico, sería una niña, pero aún recuerdo como fue; esperaba que fuera un chico para así poder enamorarme, ser amigos y demás...bueno, estaba obsesionada con los cuentos de hadas, así que creo que es por eso que soñaba con un príncipe azul.
A la mañana siguiente, después de mi fiesta de cumpleaños, mi madre me levantó con una gran sonrisa en el rostro, me esperaba para ir a conocer a los nuevos vecinos y darles la bienvenida. No demoré mucho en prepararme para salir, así que cuando estaba lista ayudé a mi madre con unos cuantos obsequios que ella misma había preparado. Era una tarta de moras, -mi favorita-, y unas cuantas galletas horneadas en casa. Delicioso ¿no lo creen? En el trayecto a la casa de al lado,- la cual no quedaba tan lejos-, me sentía feliz, pude presentir que algo lindo sucedería, que eso en realidad cambiaría mi vida por completo. Al llegar a esa dichosa casa, mi madre antes de tocar el timbre de la puerta, me dedicó una hermosa sonrisa, yo sonreí de vuelta emocionada. Una mujer, no tan grande -se veía demasiado joven, por cierto- se asomó por la puerta con una gran sonrisa en su rostro. Ambas se presentaron y al parecer se llevaron muy bien. Se llamaba Pattie, Pattie Mallete.
Fue en ese entonces cuando de repente un pequeño se abraza de la pierna de su madre, yo lo miré misteriosa, era un poco más alto que yo. "Es mi hijo, Justin" dijo Pattie revolviendo el rubio cabello del pequeño Justin. Me quedé perpleja, ese chico era lindo, y básicamente yo me creía una princesa, sin duda alguna él ya era mi príncipe. Fue como una pequeña atracción a primera vista. Nuestras madres entraron a la casa de los Bieber, y se sentaron en el sofá, yo por consecuencia me senté a un lado de mi madre. Estaba apenada, quizá fueron los nervios al estar cerca de él. El pequeño Justin se levantó saliendo de su lugar el cual estaba a un lado de su madre, y se dirigió hacia mí. Ambos nos miramos por unos cuantos segundos, cuando el decidió estrechar su mano hacia mí. Yo con un poco de miedo, la tomé. Justin al hacer contacto con mi mano sonrió y comenzó a correr conmigo.
El me llevaba escaleras arriba, las cuales ambos subíamos con dificultad, debido a nuestra estatura. Llegamos a su habitación, pintada en un color azul, su cama realmente linda y todo parecía ser tranquilo. Me llevó hacia su cama y me sentó, corrió hacia la puerta y la cerró. Después tomó un pequeño cajón de color rojo y se subió en él, alcanzando mi estatura. Yo estaba sentada, así que quedo un poco más alto que yo pero poco a poco bajó su rostro. Se acercó hacia mí, y me dio un tierno beso en los labios.
¿Me había besado? Era el primer beso de mi vida, claro...tenía apenas cinco cuando eso sucedió. Cuando nos separamos él me sonrió y tomó mi mano. . “Feliz cumpleaños” dijo el rubio. “Gracias, ¿cómo lo supiste?” Pregunté sonrojada. “Mi madre y yo vimos demasiada gente ahí” apuntó hacia la ventana. “Había letreros de ‘Feliz Cumpleaños’ afuera de tu casa, y supuse que fue tu cumpleaños” continuó. "¿Cuál es tu nombre?" Dijo Justin mirándome. "Holly" contesté nerviosa. Rápidamente tomó mi mano y me llevó directo hacia un pequeño baúl marrón y después a su armario.
Justin me mostró su habitación, me enseñó uno de los cuantos dibujos que él mismo ha hecho. Me presentó a su osito de felpa, se llamaba Tuffy. En realidad pasé un lindo rato con él, y aunque solo tuviera cinco años, ese beso significó mucho para mí. Aunque muchas de las personas que lean esto digan que es una estupidez, ¿cómo puede sentir una chica esas cosas cuando solamente tienes cinco años viviendo? "Te falta mucho por vivir" dirán. Algunos otros dirán que es sólo un amor de niños que pronto se desvanecerá, pero debo decir que para mí, todo ha cambiado desde ese entonces.
-Holly BW.
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I love you // jbf
Short StoryEl amor es difícil, y a veces doloroso. Ambos se conocen años atrás, pero con el paso del tiempo, esos sentimientos se van desvaneciendo, marcando a Holly un gran dolor.