Fifteen.

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Fifteen

Agosto 2008. Inicio de clases. -15 años de edad-

Regreso a clases. ¡Wow! Demasiado rápido que pasaron los años. Ahora ya tenía quince años de edad. Si se preguntan por Justin; afortunadamente estará conmigo éste ciclo escolar. Me levanté temprano aquella mañana y tomé mi desayuno rápidamente. Mi madre me había preparado un delicioso pan tostado con mermelada de fresa en él. Tomé un jugo de naranja mientras iba de camino al colegio, en el autobús. 

Salí del autobús y logré divisar a Justin alzando su mano. Corrí hacia el y lo abracé dándole un corto beso en su mejilla. "Hola Jus, ¿cómo estás?" pregunté mientras abrazaba los libros contra mi pecho. "¡Holly! Muy bien, ¿y tú?" preguntó el castaño. "Bien gracias, ¿nos vamos?" El asintió susurrando un "claro". Caminamos hacia los casilleros y acomodamos nuestros libros en él. .

"Irás a la casa de Alexander a ver el partido de soccer?" preguntó mientras cerraba su casillero. "Es éste domingo" dijo. "Supongo" dije al hacer una mueca. "No lo sé, hace mucho que no hemos hecho contacto. Aunque para mí sigue siendo mi mejor amigo...o eso creo" El comenzó a reír y ambos nos dirigimos hacia el salón de química. Simplemente me fue a dejar, debido a que su clase era otra. Al sentarme pude visualizar a Hannah, rápidamente corrí hacia ella y la abracé efusivamente. Hace mucho que no la veía, bueno al menos desde que comenzó el verano.

"Holly, creo que me empezó a gustar Alex" dijo rápidamente. "Aguarda... ¡Es tu amigo Hannah! ¿Cómo puedes decir eso?" ella me miró irónica. Le había contado sobre lo de Justin desde hace un año, le conté que nos habíamos besado siendo amigos. Quizá esa frase de 'son solo amigos, no se pueden besar' no me quedaba a mí decirla. "Tranquila, lo sé. Pero sólo fue un amor de niños." dije. Auch, eso dolió. Me dolía saber que quizá si fue en realidad un amor de niños como mi padre decía. No nos hemos dado otro beso desde mis ocho años. Ese fue el último. Quizá Justin o yo, ya estábamos madurando y pensábamos más sobre las cosas. Tal vez ahora el sabía que besarte siendo amigos, era incorrecto. Sólo espero que sigamos amándonos mutuamente. Ambos sabíamos que nos amábamos el uno al otro pero ahora que los tiempos cambiaban, las cosas no parecían ser las mismas. 

"Calma, está bien" dijo Hannah. "Aunque...hay un problemín" entrecerró sus ojos. "¿Qué sucede?" pregunté preocupada. "Está cambiando" giré mi cabeza sin entender, ella rodó sus ojos y continuó. "Se ha vuelto un chico totalmente engreído, no es el mismo desde hace 10 años Holly" Me quedé totalmente en shock.

Las horas pasaron y la hora de salida pronto se acercaba. Me despedí de Hannah y de Josh, el cual había visto en recreo y lo saludé. Caminé hacia los casilleros y saqué unos cuantos libros de él que eran necesarios para la tarea. Al cerrar la puerta de éste, me encontré con unos ojos amielados, era Justin.

"¿Gustarías ir conmigo a casa? Tengo una duda sobre la tarea" lo miré confusa "Es sobre francés, no entendí ni un poco, Holly" tomó mi mano. "De acuerdo, iré contigo al mediodía" contesté y giré sobre mis talones para salir y caminar a casa. Pero Justin fue más rápido que yo y me tomó por el brazo. "Aguarda, yo te llevaré. Irás conmigo" Miré irónica. "Sólo tienes quince, Justin" contesté. "Querida soy Justin Bieber" Giró sus llaves del auto sobre su dedo índice y las tomó de nuevo. Quizá se estaba juntando con Alex, según Hannah se volvió demasiado engreído, y sin duda alguna creí que Alex ya estaba mal-influenciando a Justin. Rodé mis ojos y caminé junto a él. Qué raro, cuando llegué al colegio no se comportaba así.

Cuando llegamos a su casa, avisé a mi madre que ayudaría a Justin con la tarea. Ella asintió y decidí quedarme a comer con la familia Bieber. Agradecí por la comida a Pattie -cocinaba delicioso- y enseguida comencé a ayudarle a Justin. 

Saqué mis cuadernos y libros para apoyarme de éstos y comenzar a enseñarle. "Justin, eres de Canadá, se supone que debes saberlo mejor, mejor que yo" dije sonriendo. "Lo sé, es sólo que para mí nunca fue fácil"

Le comencé a enseñar los números, "Un, Deux, Trois...Justin ¿me estás escuchando?" dije frustrada. "Si sí, lo siento Holly" dijo saliendo del trance y agitó su cabeza y la dirigió al cuaderno. "Bien, mejor con frases simples"  dije y éste asintió apuntando hacia una frase en su cuaderno. "¿Cómo se pronuncia ésta Holly?" Preguntó curioso, yo la leí y le contesté "Um, no lo sé..." dije mirando la frase una y otra vez "Sí sabía cómo se pronunciaba pero no recuerdo" continué rascando mi cabeza. "No importa, al menos ¿sabes qué significa?" preguntó el castaño. "Pues según yo, quiere decir te amo" contesté torciendo mis labios. "Je t'aime, Holly Perkins" Lo miré confusa y éste habló "¿Quiere decir te amo no?" yo asentí aún sin entender. "Entonces...te amo Holly" continuó. En ese momento fue directo hacia su habitación mientras yo me quedé ahí sentada, paralizada. ¿Qué estaba sucediendo? Justin bajó las escaleras nuevamente y se sentó a un lado mío. "Holly, ¿podrías girarte por favor?" yo asentí confusa y le di la espalda por un momento.

Justin sujetó mi cabello y lo puso hacia arriba. Pude sentir un pequeño escalofrío al sentir un metal frío sobre mi piel. Miré hacia abajo y logré visualizar un pequeño corazón con un hueco en el centro, siendo sujetado por una cadena plateada. Sonreí al tomarlo sobre mis manos y giré, Justin me miraba sonriente.

"Mira, yo tengo uno, pero éste es la llave..." me mostró su pequeña cadena sacándola de su chamarra, era una llave dorada. "Es la llave de tu corazón" tomó mi mano suavemente. "Holly, yo te amo, te conozco desde hace años y me ha sido difícil mostrártelo, así que...aquí está. Te amo, no sabes cuánto desearía estar a tu lado toda mi vida, eres lo mejor que me ha pasado y agradezco a nuestras madres por darnos la oportunidad de conocernos. Ellas mismas sabían que sólo era un amor de niños, y estaban de acuerdo con ese hecho, pero mientras los años pasan y pasan, nos hemos estado dando cuenta ambos, y ellas también, de que no sólo fue un simple 'amor de niños' Holly, es más que eso. Te prometo amor verdadero, te prometo que pase lo que pase estaré contigo cuando sea, para consolarte y poder calmar tu dolor. Quisiera ser más que un amigo para tí y que tú fueras más que una amiga para mí, pero no lo quiero hacer ahora, prefiero serlo en un tiempo más si me das la oportunidad, para no hacer las cosas mal, no fallarte, y sobre todo no romper tu pequeño corazoncito" dijo apuntando hacia mi pecho. No pude contener más el llanto y dejé caer una lágrima de felicidad, ¿Acababa de decir eso el chico de mis sueños? Me sentía contenta.

"Justin yo... no sé qué decir. Estoy de acuerdo contigo, y créeme que yo también siento lo mismo por tí" contesté llorando aún más. Él posó su dedo índice sobre mis labios haciendo que callara y dijo "No tienes nada que decir, con saber que el amor es mutuo, estoy más que contento, Holly" contestó Justin y sonrió. Poco a poco fuimos acercándonos y nos dimos un largo beso. Su respiración, su aliento, y su perfume. Tres cosas que me dejaron en shock. Tres cosas que no podía olvidar. 

Al regresar a casa, aún no podía olvidar aquel beso. Al asomarme por mi ventana, logré notar que estaba lloviendo. Dirigí mi mirada hacia el parque y comencé a recordar esos viejos tiempos en los que estaba jugando con Justin, cuando me perdí y él regresó a consolarme y darme un tierno beso, el segundo después de conocerlo. Recordé ese invierno, en Navidad, cuando no dejábamos de mirarnos el uno al otro. Fue hermoso. Éste ya había sido mi tercer beso después de seis largos años. Pero pronto las preguntas comenzaron a invadir mi mente... dijo que esperaría un tiempo más para no hacer las cosas mal pero, ¿qué pasa si en ese tiempo se enamora de una persona más y me olvida por completo dejando mi corazón destrozado? Me mataba pensar eso.

Pero como cualquiera diría, tienes quince, cuando te dicen que te aman, lo crees sin pensarlo dos veces. Te es fácil creerlo hasta que te fallan una primera vez. Te duele, pero no crees a esa persona capaz de dañarte y lo dejas pasar. Pasa el tiempo y cuando te falla una segunda vez, lo perdonas. Cuando es la tercera, te das por vencida, te das cuenta de que todo este tiempo te has estado comportando como una total estúpida y aclaras las cosas dejándolo a él antes de que él mismo venga a decirte "terminamos". Solamente siendo tú la que termine la relación con esa persona, te hace sentir mejor. No duele, pero si lo hace esa persona, mueres por dentro, te sientes inservible, tonta y usada.

I love you // jbfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora