Solicito un abrazo que dure tanto como para reparar mi alma, de esos abrazos que pocos saben dar y que muchos necesitamos, de ésos que te devuelven la luz en medio de la oscuridad.
¡Sólo cuatro si quiero sobrevivir!, y yo sólo pido uno, uno que nazca del corazón, uno que me recuerde porqué eres parte de mi vida, uno que me diga porque sigues aquí; sólo necesito uno que me demuestre todo lo que necesito saber, pero sobre todo sentir.
Sólo pido uno que sane mi alma, uno que dure una noche entera, uno que me sacuda los sentimientos y que me despierte las ganas de seguir amando.
No pido algo imposible, pido algo que no se puede negar, algo que no cuesta más que abrir los brazos y apretarme fuertemente hacia tu pecho, donde se escuche con latidos, lo que siente tu corazón por mí.
Abrázame como la primera vez, como si no existiera el mañana, abrázame el alma y haz que mis cuerpo se estremezca, abrázame mientras podamos, porque después puede ser muy tarde, abrázame como esa noche que lloraba desconsolada y tu abrazo arropó mi llanto, abrázame para nunca sentirme sola.
Regálame un abrazo y no me sueltes de tu vida jamás, obséquiame un abrazo que me diga que me extrañas, que me amas, que deseas tanto uno como te deseo yo; dame un abrazo de esos que no se le niegan a nadie.
Abrázame cuatro veces para que podamos sobrevivir, ocho para mantenernos juntos, doce para crecer en amor y dieciséis veces para que sigamos siendo felices, pero abrázame una vez para reparar mi alma.