“Negación”
Arregla su corbata y frega sus ojos. Estaba completamente cansado, este día en particular tuvo demasiado que hacer. No estaba molesto, quizas solo un poco, por encontrar una pequeña bomba en el maletero de su auto. Mas bien, él se encuentra algo asi como curioso ¿Quién en su jodida existencia quiere matarlo?
Suspira, sólo fue un mal día. “hay peores” recuerda, como aquella vez que forzaron la puerta de su garaje. “De todas maneras, no pensaron que Jack estaría esperándome” Sonrie. Jack era su lindo Pastor alemán, inofensivo para la mayoría, pero lo ama como sí fuera una parte de su cuerpo.
-¡Harry! – Escucha el grito apagado de Liam cuando termina de revisar el último documento de los acumulados en su escritorio. Los pasos suenan como eco en su cabeza y se promete mentalmente hacer su oficina anti-sonora la próxima vez – ¡Harry! –. Frunce el ceño al segundo en que la puerta se abre de golpe, odia los sonidos estrepitosos.
-¿Qué es lo que quieres Liam? – Pregunta. Su voz sale un poco más ronca de lo normal, infiernos, el esta consciente que no habla desde que se levantó esa mañana y que suena demasiado irritado. Harry aclara su garganta y apreta sus labios en una fina línea cuando observa a su asistente, y mejor amigo, tomar aire desesperadamente.
-Hombre... –Jadea – dame un respiro –. Liam seca su frente de sudor y lo observa aterrado.
-Suéltalo – Sonrie apoyando su mano en la barbilla.
-Chris viene en camino… s-se entero de la bomba –. La expresión de terror puro no logra que su corazón se agite ni un milímetro de su lugar –No hay quien lo pare, Harry, esta furioso.– Remarca.
-Sólo espera que cruce esa puerta, Liam.– Y si su sonrisa no fue peligrosa, Liam no estaría tan acongojado por el padrastro de Harry.
Maldición, todos odiaban a Chris, Liam debería estar feliz por ver al hombre con la cola entre las patas… pero si el hacia enojar realmente a su alfa…
“estamos muertos” –pensó– "como la mierda que lo estamos”.
Pasaron alrededor de veinte minutos antes de que Harry lograra escuchar los primeros gruñidos y chillidos por parte del personal. Liam se marcha a regañadientes de su oficina, más por una orden que por petición.
Harry se encuentra tamborileando sus largos y blancos dedos en el pulcro escritorio, la rabia lo quema por dentro y hubiera deseado tener a un omega al lado para simplemente mantenerlo relajado, de todas maneras, pero él es un alfa decente.
La puerta que observa detenidamente se abre por segunda vez en menos de media hora, dejando a la vista a un alto hombre de mediana edad, al cual le sobran las canas por cierto. La furia, y un par de emociones que no puede descifrar, llena la habitación del olor desagradable y amargo característico de Chris. “El olor que detesto más que mi propia vida” piensa gruñendo levemente.
-¡¿Qué tan imbécil puedes llegar a ser?! – Harry arquea sus elegantes cejas, para nada sorprendido de la exagerada entrada del hombre.– Como no has podido siquiera pensar que estabas en peligro…
El sermón de su madre preocupada, el cargo importante que llevaba en la empresa y la estúpida descendencia que debía dejar antes de morir, dura aproximadamente 15 minutos. Harry no puede estar más enojado en este momento.
Todas las semanas eran así de jodidas. El anciano, como Liam y los del consejo siempre lo llaman, llega gritando y espantando al personal mientras destruye cada cuadro y papel de vital importancia para la empresa.
Arrugó la nariz y se levantó de su cómoda silla, caminando hacia el gran ventanal que daba una hermosa vista de la ciudad. Aún seguía el maldito sermón y casi ríe de la expresión desesperada de su padrastro.
Casi.
Hasta que Chris voltea su jodido escritorio y todo lo que hizo durante el dia se hace pedazos.
En menos de dos segundos se encuentra levantándo al hombre desde el cuello de su camisa.
-Entiende e-estas... en ...peligro– Jadea Chris, tratando de inhalar tan fuerte como puede para que el oxígeno entre a sus pulmones. Se iba a desmayar.
-¿Crees que me importa?– Harry gruñe con el rostro a centímetros del otro. –¡Maldición! No me molestaría morir esta misma tarde ... – Murmura soltandolo, con la sensación de que era más verdad de lo que imaginaba.
La nostalgia lo rodea en un cálido abrazo y él se voltea para que su padrastro, que se masajea el cuello con desesperación, no observe sus ojos cristalizarse de esa patética manera.
-Lárgate – .
-Harry… – .
-¡Lárgate! –. Y el hubiera deseado ordenarle con su voz de Alfa, pero no puede recordar la última vez que lo sintió revolverse en su pecho. “Por favor amigo, vuelve” pide como todos los dias, casi sin esperanzas.
La sensación de un leve cosquilleo le hizo sonreír a medias, era lo único que le recordaba su parte animal, estaba sólo la maldita presencia. Aún así siente el vacío y la soledad de conectarse con esa parte de el.
Lo extraña, pero sabe que no volvera a pesar del tiempo, esta resignado. Su lobo solo se hace presente en su jodido celo y cuando necesita cazar, muy pocas las veces por cierto, un tiempo se vuelve casi un milagro.
Fueron largos minutos de desesperante lucha interna antes de escuchar la puerta cerrarse. Chris se marcha después de un gran par de amenazas y la vista privilegiada de los abultados músculos de Liam estirándose bajo la delgada camisa blanca.
Pronto le agradecería con unas botellas de vino y cerveza.
No recuerda cuando termina el trabajo, ni como llega hasta su auto con los brazos llenos de lo que parecen ser mas documentos y su laptop. Sólo sabe que esta malditamente cansado y más triste de lo normal.
Harry niega con la cabeza suavemente "Idiota". Observa la calle y el pesar vuelve, suspirando se pone en marcha. Aún le quedan veinte minutos para llegar a casa, para ser tan raro como pudiera serlo en esta loca etapa de su vida.
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Pinky Secrets ||AU|| Larry Stylinson (Edición)
RandomEn donde Harry es un Alfa avergonzado de sus secretos y su padrastro contrata a un guarda espaldas demasiado poderoso para protegerlo de un peligro que no sabe que lo acecha. Lo que no sabían era que Louis amaba mancharse las manos de rosa.