Pinky Secrets ||AU|| Larry Stylinson (Edición)

Capítulo 13✅

"Excusas"

-Familia...- Harry había perdido la cuenta de las veces que se ha preguntado si tiene una a lo largo de sus 23 años. Él vuelve a hacerlo sentado bajo un árbol, las piernas cruzadas y sin ningún distractor en las afueras de la ciudad.

Admite ser precipitado cuando, luego de ver la imagen que Niall le envía a Louis, él recoge un par de cosas de su casa y se marcha.

Necesitaba espacio.

"No de Louis"- se dice -"De todas maneras él sabe donde estoy"-

Y era verdad, su hombre sabría donde encontrarlo por más que se ocultara. Harry agradecía tener donde caer, unos malditos fuertes brazos y un corazón de oro.

Es sólo que es completamente sorpresivo. Lo único que recuerda de su padre biológico es su olor, y una vaga sonrisa que le da a los cuatro años. Harry luego se entera que está muerto.

Lo que es cierto de todos modos; su padre si esta muerto, pero su abuela no. Él quiere gritar, preguntarse por qué nunca lo busco, por qué lo dejo en los brazos de la maldita víbora que es su madre.

Porque lo dejo vivir ese infierno.

Su abuela es lo único cercano, ahora, a lo que puede llamarle familia. Porque Chris lo golpea, destruyendo la mitad de su infancia y su completa adolescencia. Su madre sólo se dirige a él por sobrenombres humillantes, a pesar que quien le da de comer cada día es él, con su buen jodido trabajo y próspera carrera.

Harry tiene 23, pero consigue su título a los 17 con un montón de esfuerzos y preparación acelerada. A los 19 ya es jefe en una empresa, a los 20 el dueño, a los 23 un empresario exitoso y famoso en más de la mitad de Europa y por todo Estados Unidos.

Se pregunta qué hizo mal, pero duda alguna vez poder tener respuestas. Siempre ha obtenido golpes, la verdad, él ya no se molesta en mencionarlo.

Su cuerpo tiembla bajo el casi enorme suéter que tiene encima, no es por el frío sin embargo, él ha estado llorando la mayor parte del tiempo desde que se sube a su auto. Los sollozos se hacen más densos y quisiera no correr hacia otro lugar más que los brazos de su compañero.

-"Solo evite otro ataque de pánico"- piensa -"Era muy malditamente posible romperme frente a él"-

Harry en definitiva no quería romperse delante de Louis, quería que el hombre lo amara, no que sintiera alguna clase de lastima. Vuelve a preguntarse qué pasaría si el tuviera uno de sus ataques frente a Louis, de esos que probablemente terminen en un desmayo de 3 días-si no es una semana-.

Cuando el sol se está escondiendo en el horizonte de los frondosos cerros de aquel lugar, Harry está seguro que no necesita llamar a el hermoso hombre con ojos azules y sonrisa sarcástica.

Porque llega como si lo hubiera llamado a gritos.

Le sonríe a lo lejos, levantando su mano desde el pequeño aparcamiento que hay frente a la cabaña que Harry se ha comprado dos años atrás. Devuelve el saludo, percatandose cuantas horas pasa llorando, con una manta en los hombros y una taza de té fría adornada con las hojas sueltas del gran árbol en el que está sentado de bajo.

-¡¿Entras?!- Louis grita, cuando niega-incapaz de moverse por lo acalambrado que posiblemente esta- observa a su compañero caminar a zancadas hasta llegar a su lado.

-Lo siento- Susurra él, ensimismado y tan pequeño que Louis sólo puede inclinarse para abrazarlo.

- No hay nada por lo que debas sentirte mal, bebé- Su hombre sonríe mirandolo con sus preciosos ojos azules tranquilizadores, de pronto todo está bien otra vez.