diez.

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- Lo tienes todo bien calculado, pero ¿como voy a explicar mi desaparición?
- Te encontraran en la sierra donde se supone que desapareciste, dirás que te encontraron unos cazadores y que han estado incomunicados en su cabaña por el temporal... lo demás lo dejo a tu imaginación.
- Gracias - lee beso apasionadamente, más de lo que hubiera querido.
- ¿De verdad que no quieres quedarte? - le dijo acariciándola de nuevo.
- Lo siento, no puedo.
- Esta bien, pues vamos.

Ella se vistió con la ropa que había traído el primer día y una campera de él, bufanda, guantes...cuando estaba ya en la puerta para salir él la tomó en sus brazos, apretándola contra su cuerpo duro.

- Voy a echarte de menos... ultima oportunidad para quedarte.
- Lo siento - susurro ella por segunda vez antes de que él la besara apasionadamente, mientras ella sentía un leve pinchazo en el cuello.
- Tenía que sedarte, no podía arriesgarme a que veas donde estamos. Adiós, mi amor.
Y de nuevo la tomó entre sus brazos sin sentido.

**********

Todo lo demás fue como una tormenta de sucesos: la policía cuando la encontraron, la ambulancia, el hospital, sus amigos, la familia...Y por fin todo acabo y se sorprendió de lo fácil que es volver a la rutina del trabajo, los amigos... y eso le gustaba, ahora se sentía bien, era como si la vida le diera una segunda oportunidad lejos de aquella pesadilla que aún se repetía en sus sueños y despertaba gritando y envuelta en sudor, pensando en los últimos momento de aquellas pobres chicas y en él, que volvía cada noche a su mente como un ladrón de sueños.
Pero eso lo tendría que superar poco a poco.
Pasaron los años y no volvió a saber nada de Niall, había cumplido su promesa de no acercarse a ella, y ahora se sentía segura de verdad. Había cambiado de piso, ascendido en el trabajo y comprado un coche nuevo; la vida por fin le sonreía y dejaba atrás los malos recuerdos.
Era el día de su cumpleaños y había preparado una fiesta por todo lo alto para esa noche, pero antes quería ir a comer con sus amigas:
-¿Dónde vamos? - Pregunto Hayley en el coche
- He reservado mesa en el mejor restaurante de la ciudad y nos vamos a dar un homenaje... pago yo.
- Eso esta bien, no todos los días se cumplen 31 años, ancianita, y esta noche hemos invitado a todos los solteros en edad de merecer de la ciudad y... alguno habrá para ti.
- Sabes que no, me he retirado por completo del mercado. Estoy destinada a la soledad - dijo Emily dramatizando.
- De acuerdo, de acuerdo a más tocamos las demás.
Aparcaron el coche frente al restaurante y entraron entre risas y bromas, mientras esperaban a que la maître las acomodara. Emily se quedó paralizada: allí al fondo del salón, creyó ver a Niall.
Pero, no podía ser él, estaba de espaldas y no le veía bien; sentado con otro joven y enfrascados en una animada conversación.
No sabía si era o no, pero no iba a quedarse allí para averiguarlo.
- Pero, ¿Dónde vas, Emily? Espera un momento, ¿Qué te ocurre?
- Lo siento chicas, será mejor que cambiemos de restaurante, he visto a alguien que podría amargarme el día.
- Pero, ¿Quién es? ¿Un chico, algún lío? ¡Vamos, Emily! No nos tengas así...
Y entre preguntas y protestas salieron del restaurante.
El día transcurrió rápido y sin más percances, aunque Emily no se sentía del todo tranquila. Pero, eso cambio cuando llego a casa y se encontró con toda su gente en la fiesta.
La juerga se prolongo hasta bien entrada la noche y no volvió acordarse del incidente del restaurante. Durmió lo que quedaba de noche de un tiran y fue al trabajo feliz pasando un día tranquilo. Por la noche había quedado con las chicas para cotillear de la fiesta, ya que había muchas cosas que contar porque más de una salio con compañía. Y cuando quisieron darse cuenta era tardísimo:
- Bueno, mañana quedamos en casa de Hayley para seguir con esto... - dijo mientras se despedía en la puerta.
- ¿Podemos llevar compañía?
- De eso nada , solo chicas. Si no, ¿como vamos a reírnos de ellos?
- Vale, vale, hasta mañana - dijo despidiéndose de todas.
No la apetecía recoger, así que decidió ir directamente a la cama, pero llamaron a la puerta:

- Y ahora ¿qué se olvidadon? - dijo abriendo la puerta y encontrándose frente a su peor pesadilla.
- Hola, Emily que gusto me da verte - dijo Niall entrando y cerrando la puerta tras de sí.
- ¿¡Tu?! Pero, pero, me prometiste que... que... no - balbuceaba ella mientras retrocedía.
- ¿Qué no, que? ¿Qué no te volvería a buscar? ¿Y no lo he cumplido? El pacto lo has roto tú, fuiste tú la que me vio en el restaurante y preferiste huir a cumplir tu promesa.
- De acuerdo, tranquilicémonos. Yo no puedo desaparecer de nuevo, sigo teniendo miedo de ti, me despierto por las noches aterrorizada...
- De ahora en adelante, yo estaré a tu lado para abrazarte - dijo sacando una jeringuilla del abrigo -¿Será esto necesario?
- Niall, por favor, no ha cambiado nada desde la última vez -dijo intentando alejarse de él- no puedes hacerlo, no puedes hacerme esto otra vez.
- He cambiado, cumplí mi promesa, no habido ninguna chica más y ya es hora de que cumplas tu parte - dijo tomándola del brazo y atrayéndola hacia él.
Emily intento soltarse, escapar; pero fue inútil. También intento gritar, pero Niall cubrió su boca con sus labios.
- Bienvenida a tu nueva vida - sentenció clavándole la aguja en el brazo- Te amo.
Fue lo último que escucho antes de desvanecerse.
Alli fue cuando
Todo volvía a empezar......................................

Omg chicas ya solo 1 capítulo para que se acabe esto :( no puedo comenten y voten por favor, mil gracias por leer xx

Secuestrada |Niall Horan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora