¿Estoy muerta?

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Mis párpados se sentían pesados, mis manos frías y mi cuerpo como una gran roca que viajaba por una montaña rusa del dolor; no sabía el porqué de estas sensaciones tan erróneas que pasaban por mi mente, nunca me sentí tan deprimida y vacía, pero la oscuridad que rondaba como el viento de una fría noche de otoño era lo único que percibía.

Haciendo un esfuerzo, el cual me pareció sería en vano, sólo por el simple hecho de saber dónde me encontraba; recordando que lo último que vi fue una mano extenderse, escuchar el sonido de una voz tan fina como el canto de una diosa entregada al traicionero del amor y sentir el llanto amargo de las lágrimas bajar por mis mejillas.

Abrí mis ojos lentamemte, sólo encontrándome en un sendero claro y azul como el vapor, tan puro como el diamante y la risa de un bebé al ver por primera vez a sus padres; pude observar que me encontraba como en un tipo de planetario o era la misma galaxia que se extendía en aquel fantástico espacio, sorprendiéndome al instante de que ya había avanzado hasta la mitad del sendero; a lo lejos pude ver una cinta cinematogáfica roja típica de las películas en aquellas edades antiguas donde el hombre se maravillaba de tal insignificante cosa, veía fotografías a mi alrededor, recuerdos de mi nacimiento, los cuales nunca pensé haberlos vivido ya que todos olvidamos aquellos detalles a medida que pasa el tiempo mientras crecemos preocupándonos por otras cosas. Luego de no saber rl final de aquella historia de mi vida, siempre preguntándole que si alguien me diera un libro de lo trágica, sencilla y llena de ilusiones de lo que presiento que es mi tiempo un reloj lleno de estrellas, arena, corazones y máscaras de cristal rotas, sin duda lo leería.

Un sueño del cual no tenía fin era lo que me decía una voz en mi interior o era aquel monstruo en forma de un gato negro con alas de murciélago con un ojo en su frente, el que recitaba aquella poesía de espinas que apuñalaba con dagas a las azules de las mariposas cantantes de aquella galaxia, era así como lo había llegado a definir en el trayecto que me conducía a una puerta de oro y plata; la toqué como era de costumbre de cualquier humano en este planeta, entonces cuando se abrío vi escaleras llenas de pétalos de nubes rosadas como el rubor de una doncella enamorada al dar su primer beso, resonando el tic tac de un relojero al compás del tintineo del cascabel que prendía del cuello de mi acompañante, dándome cuenta que el dolor se aligeraba flotando hacia el espacio sin rumbo definido aclarándose la respuesta a aquella pregunta que rondaba en mi cabeza desde el principio del sendero, pero que había ocultado en un rincón por la dulzura blanca del miedo a la decisión final.

Comprendí el objetivo de los escalones, el solo bajar sintiendo el invierno en mis pies a cada paso dado llegué a un campo extenso lleno de velas que flotaban encerradas en globos aerostáticos con sonrisas de payasos junto a las risillas de las hadas bailarinas llenaban de alegría aquel mágico tiempo detenido para mi; me encontré con una gran piedra grabada con mi nombre bañada en sangre, sonriendo a la particularidad de la escena en frente de mis ojos, salió a flote lo escondido calmando a mi tonta ingenuidad del pasado pronuncié con mis labios de tinta negra: ¿estoy muerta?

Bueno aqui les traigo este pequeño relato, el cómo surgió fue por un trabajo para mi materia de literatura asi que quise compartirlo aunque ha pasado ya un tiempo desde entonces, se que es muy raro pero para ese entonces estaba estudiando el realismo mágico y fantástico.

Asi que espero que le den una oportunidad

Att: andryval☆

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