Capitulo Veinticinco

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Bruno entro a mi habitación con una sonrisa y se sentó alado mío en mi cama

-Vamos Rubia que llegamos tarde-

-No voy a ir Bruno no jodas-Me acosté y tape mi cara con las sabanas-

-Vamos dale-Me tiro las sabanas al suelo-

-No quiero verlo entende-

-Mientras más lo veas más lo vas a superar-

-¿Porque estas tan seguro?-

-Porque soy hombre-Se rio (yo no entendí)-Además si vas con tu mejor sonrisa le vas a bajar ese ego a Florencia-

Lo pensé unos minutos y asenti.Bruno era una especie de mis mejores amigas Dalí y Anita pero en una persona y hombre. Me levante agarre mi ropa y me metí al baño de mi habitación

-Vamos-Dije cuando salí (nunca me había arreglado tan rápido en mi vida)-

-Vamos rubia

Me abrió la puerta de la habitación y yo salí bajamos rápido las escaleras y fuimos a la puerta a decirle a Bian y Gonza que nos fuéramos pero no estaban fuimos a la cocina y tampoco fuimos a la sala y allí estaban Gonza acostado en el sillón y Bianca arriba de él chapando... ¡¿BIANCA ARRIBA DE GONZA CHAPANDO?¡

-Ajam ajam ajam..EMMM vamos a llegar tarde-Dije aun sorprendida e incómoda por la escena-

Bianca se acomodó inmediatamente al escuchar mi voz estaba toda roja

-He....nosotros esta..ba..mos jugando-Estaba nerviosa y tartamudeo-

-Me rei-Si claro jugando,Gonza tenes un poquito de labial por aquí-Señale mi boca y hice un circulo-

-¿Mica podemos jugar a ese juego?-Dijo Bruno-

-No-Dije seria y Gonzalo se rio-

-Bu...Bueno vamos a llegar tarde-Bianca le quito algo a Gonza de las manos y se paró, salió sin mirarme-

*Narra Bianca*

Bruno me había pedido si podía ir a hablar con Mica no estaba muy segura pero no había nada que perder

-Bianca ¿Qué hora es?-Me pregunto entre bostezos-

-Son siete y diez-Estaba por guardar mi celular pero Gonza me lo quito-¡Dame ya!

-No quiero-Me saco la lengua-

-La última vez que te lo pido

Gonzalo me miro y salió corriendo, como era de esperarse yo lo perseguí

-¿Me das?-Le pedí amable-

-Toda la noche-Se acomodó el flequillo-

-Yo...no...Quise decir eso-Se rio-

Me acerque a él y el corrió hacia los sillones de la sala yo me seguí acercando, y el retrocediendo hasta que se cayó ya que choco con él apoya brazos del sillón más grande, quedo acostado

-Cuidado-Le dije mientras me reía-

-No me importa no me vas a poder quitar el teléfono -Subió las manos sobre la cabeza-

-Eso decís vos-

Me tire arriba de Gonzalo (toda una señorita) y intente quitarle el teléfono, en un momento nuestros rostros quedaron a centímetros y nuestras respiraciones se mesclaban, no sé porque pero mis ojos se fueron a sus labios y en minutos nos encontrábamos besándonos

La Apuesta (Bianzalo y Brunaela) °Editando°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora