Capitulo Cincuenta y Dos

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*Narra Gonza*

Todo se había ido a la mierda Sergio les había dicho todo, en un intento de calmar a Bianca me acerque a ella y intente abrazarla pero lo único que logre fue una gran bofetada de su parte

*Narra Bruno*

Ya no había nada que hacer, lo sabía mi reina lo sabía y ahora me odiaba lo único que pude hacer fue mirarla mirar con odio hacia mí mismo, como las lágrimas se hacían presentes y empapaban su rostro

-¿Desde cuándo lo sabias Sergio?-Hablo Mica con la voz hecha un hilo-

-Un poco más de cuatro meses creo-

-Y no nos dijiste-Hablo Bianca posicionándose adelante de el-

-¡Nos dejaste que nos enamoráramos, que estas bestias nos usaran y no dijiste nada!-Grito Mica y Sergio la miro sorprendida por su reacción-

-Sos una basura Sergio al igual que ellos dos-Bianca limpio una lagrima de su mejilla-¡Quiero que te vallas de mi casa!-Grito como pudo-

-Pero...-Sergio no entendía las reacciones de ambas-

-¡Te vas!-Gritaron ambas-

*Narra Bianca*

Ya todo estaba claro simplemente no había otra forma de verlo luego de correr a Sergio me gire hasta dar con la mirada de Gonzalo

-Espero que la apuesta te allá salido bien y que la aigas ganado-Le sonreí débilmente el intento tomar mi mano pero la corrí rápido-Los felicito a ambos no se quien gano pero creo que si saben cómo cumplir un desafío-

-Vamos Bianca-Mica me rodeo con sus brazos y Bruno quiso acercase-No se te ocurra no te quiero ni a vos ni a ese estúpido de tu hermano cerca nuestro en lo que se queden en esta casa-

Comenzamos a caminar hasta las escaleras subimos y Mica miro hacia atrás dio un suspiro y siguió subiendo

-Esta noche quiero estar en mi cuarto-Dije separándome de Mica cuando estábamos frente a la puerta de su cuarto-

-Asintió-Hasta mañana Bianquita-Beso mi frente y entro a su cuarto

*Narrador Omnipresente*

Esa noche ninguno pudo conciliar el sueño, sus pensamientos no se lo permitían cada uno se culpaba por todo lo sucedido

Por su parte Micaela, había despegado todas las fotos que tenía en su pared, en las que se encontraba con Sergio, con Bruno y con Gonzalo había tomado un encendedor y comenzó a quemarlas una a una mientras las lágrimas no cesaban no porque no quisiera, sino porque no podía.

Bianca en su habitación lo único que podía hacer era mirar al techo no se sentía fuerte como para levantarse siquiera, su mente le estaba jugando una mala pasada, sabía que lo que sentía hacia Gonzalo no se iría y eso la enfurecía ya que tenía miedo de perdonarlo no quería perdonarlo pero ella sabía, que h

abía una mínima posibilidad de que lo hiciera.

En la alcoba de Gonzalo lo único que se podía ver eran las cosas, que el mismo había roto, la ira de Gonzalo no lo dejaba ira hacia él, hacia Sergio, hacia no tener el valor para ir y abrazar con fuerza a Bianca y pedirle no rogarle, que lo perdonara, ira hacia la persona despreciable que el aseguraba ser.

La cabeza de Bruno, no paraba se encontraba sentado en su cama imaginando como seria si las cosas hubieran pasado de otra forma si, hubiera tenido la valentía de confesarle que había apostado sobre ella que a pesar de ser un idiota, la amaba. Bruno quería parase y correr hasta su cuarto, besarla y decirle que no lo aria otra vez que tenía derecho a odiarlo con el alma que el lo aceptaría, pero que solo dejase de llorar. Pero no no podia acerlo el miedo lo paralizaba

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Se viene después de esto Paioedo y el final o epilogo como deseen llamarlo :D :D :D :D pero todo eso en la noche 


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La Apuesta (Bianzalo y Brunaela) °Editando°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora