Capitulo 5

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Tras lo que me pareció una larga siesta, me desperté estrepitosamente, me vi en una habitación, cuando iba recuperando la visión pude vislumbrar a una chica, me acerque para comprobar que estaba bien. Fui junto a ella, le pregunte como se llamaba, y muy nerviosa me contestó que Abie, y o también me presenté. Pude comprobar que estábamos encerrados en una especie de salón, de un inquietante color rojo. Abie empezó a sollozar, yo fui a intentar calmarla, sin mucho éxito. 

Pasaban los minutos, todo seguía igual, yo intentaba, desesperadamente, encontrar una salida por la cuál escapar de aquella trampa, un esfuerzo inútil, hasta que de repente me fije que había una especie de puerta en una de las paredes, estaba también camuflada que no la había podido ver.

Me acerqué con sigilo, pero de repente esa puerta se abrió de golpe, provocando un sonoro estruendo. Me aparté temeroso, al rato pude distinguir una silueta humana.

El Cubo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora