Una Historia De Amor

Cumpleaños

Me levanto de mi cama emocionada. Entiendo que en el futuro no me va a gustar el hecho de que hayan pasado los años y de que haya envejecido pero ahora tener un año sumado a mi vida me emocionaba.

Me preparo para clases mientras pienso en que va a ser de mi día.

Chris me había dicho que tenía una sorpresa por mi cumpleaños y que lo encontrará en el mirador que está por la ruta; ansiaba que llegará el momento.

Bajo a la cocina donde me reciben mis padres y hermanos con un cálido abrazo y felicitaciones cada uno, les sonrio y comienzo a desayunar mientras cada uno habla de sus planes para el día y como celebraremos mi cumpleaños. Parecía el único tema que podía salir a conversación y yo comencé a pensar que tal vez no sería el único lugar en el que iba a ser así y me dejo de gustar la idea de personas poniendo demasiada atención en mi. Devoro mis tostadas rápido para escapar lo más posible y los saludo a todos con un "¡Adiós!" distraído mientras me apuraba por salir de allí. Tomó mi mochila que había dejado en suelo y comienzo a caminar al instituto.

***

-¡Camille!

La voz de mi molestosa compañera se hace presente, me mantengo a contestarle y poner mis oídos en modo off al ver que iba a comenzar a hablar de cosas sin sentido y que no me afectaban en lo absoluto. Bla bla bla. Este día comenzaba a tornarse aburrido.

Hasta que lo vi. Estaba apoyado sobre mi casillero sonriendome mientras imitaba a Megan de una forma muy graciosa. Comencé a reír, le dije a Megan que la vería en clase, callandola repentinamente (oh, bendito silencio) y caminando hacia el chico que me traía loca.

-¿Lista para mi sorpresa?-dijo mientras sonreía de lado y me tomaba de la cintura acercandome a el.

-Me gustaría creer que si pero la verdad que no se que me tienes preparado.-dije levantando mi mentón y haciendo puchero en un intento de que me diga que tramaba.

-No lo lograrás, no te lo diré.-dijo con una mirada divertida.

***
Bajo del Jeep de mi hermana tras saludarla y me dirijo a uno de los asientos que habia en el mirador, se veía la ciudad desde aquí y todo parecía tan tranquilo.

***
Miro la hora una vez más para asegurarme que no era un error mio y que eran las 4 de la tarde, chequeo el texto para asegurarme del horario en el que nos íbamos a encontrar.

3:30.

Chris no solía llegar tarde a ningún lado, era obsesionado con llegar a tiempo, incluso más temprano. Ignoro mis pensamientos y lo justifico con que tal vez lo retrasaron en su entrenamiento, o que le ocurrió algo a su hermana.

***

5:16pm.¿Chris?

La preocupación me mataba, ya no era que le haya pasado algo malo. Era que me haya dejado plantada. En mi cumpleaños. Pero cada vez que lo pensaba discutía conmigo misma porque lo habia visto tan emocionado al respecto está mañana... no podía ser. Pero aparentemente si.

Decido esperar un rato más con la poca esperanza que me quedaba, distrayendome con mi celular en un intento de no sentirme abandonada y no querida. ¿Y si lo llamaba?

Buzón de voz.

Lo había hecho.

Me había dejado plantada.

Miro la hora nuevamente.

6:30pm.

Llamo a Lucy para que venga a buscarme. Me había dicho que estaría ocupada durante la tarde pero que podría hacerse un momento para buscarme si Chris decía que no podía llevarme a casa (cosa poco probable) y no quería llamar a alguno de mis hermanos ya que me preguntarian que habia sucedido y no quería lidiar con eso ni con ellos atacando a Chris.

Me manda al contestador asique suelto un suspiro y comienzo a caminar por la ruta en bajada.

***

Llamada entrante de Lucy...

-¿Hola?

-¡Camille! ¿Estas bien? Recién me entero, perdon por no atender tu llamada, estaba con clientes y...-comienzo a hablar al mo entender de que hablaba.

-Espera, ¿por qué no estaría bien?- un silencio se instala del otro lado de la linea. ¿Enserio?

-¿No sabes lo que sucedió?

En ese momento detengo mi caminar y miro frente mío sobre la ruta. Se veía un auto volcado y otro bastante dañado. Comienzo a caminar más rápido mientras mi hermana insistía por la línea telefónica.

-Lucy, cállate. No, no se lo que sucedió y estoy bien. ¿Podrías esperar un rato? Estoy por la ruta y parece que hubo un choque, voy a ver que pasó, ¿si?

-¡No! No vayas para ahí, esperame donde estés, no te acerques al choque. Camille, por favor. Escuchame. No te acerques.

Corte la llamada y comencé a caminar con más velocidad hacia la ambulancia ambulancia y los oficiales. Tenía mi peor miedo emergiendo desde lo más profundo de mi.

Chris.

Para cuando llegue ya estaba corriendo, y una de las enfermeras en la ambulancia me miro alarmada.

-Niña, ¿que haces aquí?-alternaba mi mirada entre ella y el auto que era tan conocido para mi. Hasta que instale mi mirada en el piso lleno de sangre y luego me costaba siquiera mirarlo, ya que mis ojos se habían bañando en lágrimas.

Mire el cuerpo que estaba dentro de la ambulancia y vi que era una mujer, llena de sangre mientras intentaban mantenerla despierta y pasarle sangre. Eso sólo quedaba una opción, mire el auto de Chris y la enfermera al parecer entendió lo que sucedía, pero no reaccionó con suficiente rapidez porque yo ya estaba intentando sacar a mi novio del auto, mientras lloraba y gritaba, llena de sufrimiento, pero con ayuda de los oficiales lograron alejarme de allí.

Esto no podía estar pasando. No, no, no, no.

El tenía que estar en otra ambulancia. Otra que capaz ya se había ido. Miro a mi alrededor buscándola. Ni rastros.
Chillaba su nombre mientras me dejaba caer en el piso, con incontenibles lágrimas que no dejaban de salir de mis ojos.
¡No! No lo podía aceptar, una vida sin Chris sería inaceptable, doloroso, vacía, imposible...

Estaba hecha un ovillo sobre el mugroso cemento, ya no tenia ni una mínima idea de cuantos minutos habia pasado en ese estado, cuando sentí unos brazos tomarme por detrás y contenerme. ¿Sería el? ¿Habría estado en el hospital y le dijeron lo que sucedía y vino a decirme que estaba todo bien y que el estaba bien? Lo abrace fuertemente, pero este no era Chris. No era su cuerpo, su olor, sus ojos mar llenandome y envolviendome, no era su risa interminable y sus dientes impecables. No era el chico que amaba. No era el.

Era mi hermano, que parecía sostenerme más fuerte cada segundo, pero eso no iba a cambiar las cosas. No iba a cambiar el hecho de que el no estaba aquí.

-Ya, ya. Tranquila, todo está bien.

-¡No!-un grito desgarrado y quebrado salió de mi boca a la vez que más lágrimas salian de mis ojos, sin fin alguno.

-Vamos, tenemos que irnos.

-No, no. ¡No me iré! No lo dejaré...

-Camille, mírame.-lentamente subí mi mirada hasta encontrar la suya, y comprendí que me apoyaba, que me entendía y que quería que estuviera bien. Lo comprendía pero no lo aceptaba. Yo no podía estar bien sin el. Era mi vida, era todo.