Estaba en la cafetería del colegio con Alex y minutos después apareció Rocío, de cabello lacio castaño, y ojos cafés, mi mejor amiga, una de las mejores consejeras.
Ella era hermosa y todos estaban locos por ella, pero solo los ignoraba. Su novio está en California por unos meses y nadie sabe cuando vuelve, seguro será una sorpresa. Él era rubio y de ojos verdes, como le gustaban a ella.
Están totalmente enamorados y hacen muy linda pareja, a veces cuando los veo siento celos, he tenido novios pero terminaron decepcionandome, de todas formas dicen que es mejor estar soltera.
Nos saludó y tomó asiento a mi lado, tenía una gran sonrisa, ella siempre alegre.
—Juli, tengo una noticia para tí. —me miró mordiéndose los labios-.
—Ya, ¡habla!
—Mi tía me regaló entradas para Coldplay por mi cumpleaños.
—Ah...¿y?
Espero que no me pida que la acompañe, me gustaba ir a conciertos pero esa banda no la conocía mucho y las canciones que escuché no me gustaron.
—Y, ¡que me acompañes, Julieta!
—Ah, mira... —tratando de pensar en excusas—.
—No intentes darme excusas, amiga. Sé que no te gustan mucho pero a mi sí y no tengo nadie que me acompañe. —señalé a Alex—. No, él no puede.
—O pone excusas. —lo miré picaramente—.
—No, no , ¿bromeas? Los escucho desde pequeño, estoy loco por ir, pero mi primo viene de viaje y lo extraño, tengo que estar ahí.
—Por favor, Juli. Nunca me haces favores, no seas egoísta. —me miró con ternura-.
—Ah, vale. —riéndome—. iré.
—Yay, te quiero.
Día siguiente a las once de la mañana, el concierto era a la noche y Rocío no paraba de enviarme mensajes.
—Estoy muy emocionada, mis papás piensan que estoy loca. ¿Ya sabés que te pondrás?
—¿Debería pensarlo mucho?, digo, me pondré lo primero que encuentre.
—¡No!, ¿sabes que?, cuando llegue a tu casa veo que te puedes poner, tú igual vas de pijama.😒
—No tengo mucho...¿Te parece un vestido?
Papá tocó la puerta y al entrar me pidió que ya bajara, la comida ya estaba pronta.
No quiero bajar, la perra de Ashley está ahí.
—¿No puedes traermela aquí?
—¡Julieta!, te espero abajo —dijo cortante—.
Ugh.
Bajé a comer y al terminar estaba ayudando a papá a lavar los platos.
Me tuve que ofrecer yo porque su novia no movía un dedo. Estaba con su celular.
Hablé con papá sobre ir al concierto y dudó en dejarme, ¡no me dejes!
Ya tenía diez y siete y ya podía salir sin pedir autorización, ¿no?, ninguno de mis amigos tenía que hacerlo, pero papá es muy estricto y sobreprotector. Al escuchar que me iba con Rocío me dejó de inmediato.
De todas formas siempre que salgo con ella me la paso bien, quizá estoy exagerando y termine siendo linda experiencia.