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Se me acerca este chico, que ha decir verdad no estaba nada mal. Tenía un cuerpo tonificado, su pelo perfectamente peinado y una sonrisa hermosa. Al principio no pensaba que se estaba acercando a ayudar a la pobre tonta que tiene que cargar a su borracha amiga a la entrada del lugar, pero me equivoque.
-"Oye, ¿necesitas un poco de ayuda?"- me dijo el muy cortés y gentil. Nunca pensé que alguien como él en su vida consideraría ayudarme o siquiera hablarme.
-"Oh, claro. Gracias"- dije nerviosa, es que él me ponía nerviosa. No lo sé, pero tenía algo que de verdad era muy especial. Me ayudo a llevarla hasta la entrada del lugar y la dejamos en una banca que había cerca para esperar a mi papá.
-"Hey de verdad un millón de gracias por ayudarme a cargarla hasta la entrada. Es que no pensé que se pondría así de borracha."- le dije yo dándole las gracias y tratando de mantener una conversación al mismo tiempo.
-"No te preocupes, es un placer. Aparte tu amiga es mucho más liviana que mis otros amigos borrachos, que por cierto también tuve que cargar hasta el auto."-
-"Y...... Ya te vas?"- no quería que me dejara sola con Gema en ese estado porque cualquiera se podría aprovechar de nosotras.
-" Por que? Me estás echando?"-
-" No no no no, claro que no. Es que me da miedo quedarme sola con ella en este estado porque alguien podría aprovecharse"- le dije en modo de súplica para que no me dejara.
-" Si quieres me puedo quedar hasta que pasen por ti"- dijo muy caballeroso.
-" Me harías un gran favor, te debo una enorme de acuerdo?"- le dije un poco juguetona.
-" Claro. Oye, no me has dicho tu nombre"-
-" Me llamo Ana, Ana Fernández"- le conteste tímidamente.
-" Que bonito nombre tienes Ana, yo me llamo Meiko. Lo sé, lo sé, quien le pone ese nombre a su hijo? Tiene que ser un gran tarado. Pues me llamo así porque a mí madre le encanta ese nombre por un libro que leyó alguna vez en su infancia."- en ese momento no sabía si reír o sonrojarme por el cumplido que me había dado.
-" Pues bueno, yo encuentro que es un nombre muy bello y original. Yo no gusto mucho del mío, encuentro que es muy usado en estos días"-
"- Oye por curiosidad, ¿cuantos años tienes?"- no había escuchado lo que me había dicho porque me quedé mirando sus hermosos ojos pardos.
"- Ehh que?"- le respondí como una estupida
"- que cuantos años tienes"- me repitió
"- Ah pues tengo 15 pero dentro de poco cumpliré 16. Y tu?-"
"- Acabo de cumplir 17 -"
La conversación no fue muy interesante desde ese punto pero pude ver que este chico de verdad tenía algo especial, algo único. Sentí la necesidad de volver a hablarle de nuevo, de volver a verlo en circunstancias diferentes, donde no estuviéramos en el apuro de llevar a nuestros amigos borrachos a sus casas. No podía llegar y decirle " oye me pasarías tu numero?" Primero porque moriría de vergüenza antes de poder preguntarle y segundo porque no tengo la personalidad como para siquiera mantener una conversación estable con otro ser humano tan atractivo como él. Así que me las ingenié para sutilmente hacer que intercambiamos números.
"- Oye, lo del favor es en serio.-"
"- Y como lo hago para cobrártelo?-"
"- Mmm no lo sé, te doy mi número de teléfono?-"
"- Claro-"
Me sentí triunfante, nunca en mi vida en hubiera imaginado que iba a hacer esto, hablar con un chico guapo y conseguir su bueno todo en una misma noche.
