10 de Julio de 1942
Cuando el reloj marco las nueve nos sentamos todos a cenar. Recuerdo que los primeros diez segundos note una tensión en el ambiente que jamás iba a olvidar, pero al cabo de poco mi padre respiro profundamente y dijo:
-Mathew, como te encuentras hijo?- en ese momento recuerdo que vi algo que no iba a olvidar fácilmente algo que me pensé que llegaría a la tumba sin haber visto, mi padre soltó una lágrima.
-Estoy bien papa, ya sabes que no me importa ir a la guerra.- después solté una mueca forzada y engulli un trozo de carne.
-Cariño, tu madre y yo hemos estado pensando y creemos que lo mejor es que te pongas en contacto con tu hermano y le pidas que consiga que no vayas a la guerra.
-Papá, ya sabes que hace mucho tiempo que quiero ir, y aunque quisiera no podría, nadie se salva de la guerra.- en ese momento junte mis dientes y solté gritando;- Nadie escapa de esta maldita guerra.- dicho esto me levante de la mesa y me fui a sentar al sofá.
Al cabo de un rato vino mi padre, me abrazo y me dio su revolver, me dijo que en la primera guerra mundial le había salvado de muchos apuros y que me la daba para que también me salvara, dicho esto le abraze, abraze a mi madre y me fui a dormir
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One War
RandomLibro que narra la experiencia de un soldado en la segunda guerra mundial en el año 1942