Parte 10: Nadie

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—Bueno, Ana, en realidad, no sé si nos viene bien eso de que te hayan regalado tu viaje—Dijo mi padre—, porque nos han dejado a tu madre y a mí sin regalo de cumpleaños.
—¿En serio? ¿Me queríais regalar el viaje?
—No todo el viaje—Repuso mi madre— sino los 200€ que te faltaban para poder irte. Pero ahora que te lo han regalado entero, creo que lo mejor es que te quedes 198€ para compras y con los otros 2€ te compramos una tarjeta divertida de cumpleaños.
—¡Cí! ¡Una tabdjeta mu chula!—Mi hermana estaba comiéndose mi "pannacota" y ni me había enterado. Mi madre la riñó por hablar con la boca llena y por comerse mi segundo postre (mientras hablamos me entra hambre, por eso nunca pagamos hasta que nos vamos).
—Ana, mañana vamos de compras, hay mucho que hacer: ya tienes los billetes, la maleta grande pero te falta la ropa para Rusia, que a saber qué frío hará, la de Australia que como está en el otro lado del planeta empezará a hacer frío también, hay que ver de tu ropa qué te puede servir, hablar con la telefónica para las tarifas en el extranjero, posiblemente llamar a diferentes hoteles en los que te puedas quedar a no ser que te digan que ya tienes uno... Y tú—Señaló a mi padre—vendrás también con nosotras, sin rechistar.—Me miró, esperando a que hiciera algo por salvarle.
Al poco rato, nos fuimos del restaurante, y en la residencia le conté a las chicas todo lo hablado, además de la invitación para pasar todo el día siguiente de compras.
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Al cabo de una semana, cuando parecía que había vuelto a la rutina, me llegó un correo electrónico de una dirección desconocida que decía "Nadie> nomebusquespormiip@niseteocurra.com" Queda claro que no puedo preguntarle a Alberto si puede rastrear el correo, según su dirección de email, aunque ello hizo que me entrara más curiosidad, si posible. Abrí el mensaje, y rápidamente la pantalla de mi ordenador se volvió azul, con un fondo de olas de mar y sobre éste, un mensaje se iba escribiendo poco a poco, como en las películas de terror pero salvando la parte de que se va la luz y se oyen gritos. Una música que no reconocía empezó a sonar, y me centré tanto en entender la letra que cuando volví a mirar la pantalla, el mensaje ya estaba escrito:
Hola Ana, supongo que te acordarás de mí. Me alegra mucho que no te hayas echado para atrás y hayas decidido seguir con el viaje, aunque lo habrías hecho de todos modos. ¿Ya has preparado las maletas? Te recomiendo llevar ropa de abrigo, en Melbourne empieza a refrescar en esta época del año, y aunque en Moscú se pueda llegar a los 30ºC en verano, dudo mucho que pases de los 15ºC en abril. Este mensaje es sólo para recordarte que tienes que ir viendo tus hoteles. No, no tienes que reservar habitaciones, simplemente mira en las páginas web que te adjunto, ya que tus habitaciones ya están reservadas. Si no me crees, llama y pregunta por una reserva a tu nombre, verás cómo no miento, al igual que no mentí con los billetes de avión. ¿Has escuchado la letra de la canción, verdad? Sabía que lo harías, y deja de poner ya esa cara de susto, no soy nadie que quiera hacerte daño o asustarte. En realidad, no soy nadie para ti, así que llámame Nadie y añádeme así a tu lista de contactos. La canción se llama True Blue, de John Williamson. Aquí tienes el enlace a la web de tu hotel de Melbourne, el "The Blackman".
N.

Pinché el enlace y me llevé una mano a la boca: era un hotel 5 estrellas en pleno centro de Melbourne, en St. Kilda road, cerca el estadio de cricket, ¡una zona perfecta! Llamé, después de comprobar en Google si eran horas de llamar, por la diferencia horaria, y viendo que aunque era algo tarde, aún era una hora aceptable, llamé desde el ordenador (para que saliera más barato) y en efecto, confirmaron que tenía una reserva de 10 noches allí. Inmediatamente llamé a mi madre para contarle la noticia y puse una nota adhesiva (post-it) en el borde de mi ordenador para acordarme de ir a la tienda de móviles y consultar tarifas, además de comprobar que mis papeles, como el pasaporte, estaban en orden. Llevaba tanto tiempo preparando este viaje que a lo mejor ya había caducado.
Fui a mi estantería, a la zona de "Viaje", aquella donde tengo todas las guías turísticas y los cuadernos que había rellenado con información que encontraba así como todas las actividades que quería hacer, zonas que visitar y cosas que comprar en cada ciudad. Fui al cuaderno al que yo había puesto como "Etapa 2: Melbourne" y saqué también la guía de la ciudad. Ya tenía trazadas diferentes rutas a seguir para disfrutar de mi estancia allí, pero ahora que tenía hotel tenía que reestructurar un poco éstas para llegar antes a los sitios o establecer un orden de visita. Como las distancias son muy largas, ya sabía que tendría que ir en avión hasta Sidney y Uluru, algo que ya tenía previsto por suerte, en el presupuesto. El lado de bueno de que ya tenga pagado el viaje, o por lo menos la parte de Melbourne, es que tengo "mi" presupuesto para el viaje perfecto para compras e imprevistos. Eché una ojeada a la estantería y empecé a pensar en cuantas veces había planificado cada detalle, y cuánto esfuerzo me había costado el conseguir el dinero, y todo el trabajo de investigación que por fin parecía que iba a tener su uso además de proyectos escolares. Fijé mi mirada en un archivador de cubierta acolchada y estampado de mapamundi antiguo y lo saqué con cuidado de su lugar: era mi "smash-book"* de viajes, para armar allí y dentro tenía de todo: hojas decoradas, con los bordes en forma de ola, hojas de acetato de colores, con relieve, con cintas decorativas en diagonal creando un patrón, con círculos que había hecho con acuarela que parecían pompas, un sobre con todos los post-it, rotuladores, pinturas y bolígrafos que podáis imaginar, además de papeles de fotografía para cámaras instantáneas de reserva y demás accesorios con los que armar mi libro de viajes.

*Smash-book: técnica de manualidades que va ganando seguidores que consiste en realizar proyectos mezclando todo tipo de materiales y recursos tipográficos, como el de la imagen adjunta, un libro para armar en este caso:

*Smash-book: técnica de manualidades que va ganando seguidores que consiste en realizar proyectos mezclando todo tipo de materiales y recursos tipográficos, como el de la imagen adjunta, un libro para armar en este caso:

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El viaje (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora