Capitulo 3: Heridas

3.2K 409 36
                                    

Ya era lunes y me levanté para ir al colegio. Realmente tenía ganas de ir ya que vería a mis amigos.

Todo el día de ayer me la pasé pensando en ese peculiar chico... Ni si quiera una mirada me había dado, nunca me había sentido tan ignorado.

Llegué a la escuela y fui directo a mi salón, dejé mis cosas en mi puesto y salí en busca de Jimin, necesitaba ver si sabía algo más de lo que ya me había dicho.

Caminé hacia su salón pero al parecer no estaba allí, busqué en los baños pero tampoco estaba así que comencé a dar vueltas por todo el lugar y no lo vi. Resignado por encontrarlo fui a mi lugar favorito.. La cafetería. Estuve un tiempo ahí hasta que sonó el timbre, caminé a paso lento por los pasillos pensando en por qué Jimin no habría ido; iba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta de había alguien frente a mi y choqué con él.

-Oh! Lo siento, no me fijé por donde iba.- Me rasqué la cabeza sin atreverme a mirar al chico a la cara. No obtuve respuesta y el chico paso por el lado mío caminando hacia el baño. Me di vuelta fijándome en su espalda que por alguna razón se me hacia conocida. No supe en que momento empecé a caminar detrás de él, es como si mis pies estuvieran en modo automático.

-¿Qué tienes contra mi?, ¿Quieres golpearme?.- Dijo de repente mientras se detenía, él no se había dado la vuelta para mirarme.

-¿Qué?... Claro que no, yo no soy ese tipo de persona.- Dije un poco molesto, ¿Por qué decía eso sin conocerme?, Yo definitivamente no era ese tipo de persona.

-Entonces, ¿Por qué me estás siguiendo? y, ¿Por qué me hablaste el otro día?.-

-Yo... No sé porque te estaba siguiendo, fue por impulso... Espera! ¿De qué otro día hablas?, está es la primera vez que te veo.- Realmente no sabía a que se refería ese chico, ¡Era la primera vez que lo veía!

Se escucho una risa demasiado fuerte que provenía de él, ¿Qué le daba tanta gracia?

-¿De qué demonios te ríes?.- Ahora estaba muy molesto. Él dejo de reír en cuanto dije eso.

-De nada, sólo me parece gracioso que primero le digas a un desconocido que quieres ser su amigo y luego de olvides de él.-

-Mira.- Me acerqué a él- Realmente no sé de que estas hablando y déjame decirte que es de mala educación darle la espalda a la persona con la que estás hablando.- Le di la vuelta y me paré frente a él. Al verlo comprendí enseguida de lo que hablaba.

Él era el vecino de Jimin.

-Veo que ya sabes de que estoy hablando.- Dijo con mofa- Tu cara lo dice todo.- Me miro serio.

-Vaya! Ahora decides hablarme, ¿Por qué no lo hiciste ese día fuera de tu casa?.-

-No quería.-

-¿Y ahora si?, vamos, quiero ser tu amigo.- Le sonreí, por alguna razón al verlo mi mal humor se fue.

-Yo no tengo amigos.- Paso por mi lado y siguió su camino al baño.

Lo seguí. Realmente debería estar bromeando. Lo tomé de la mano y él giro sólo un poco su cabeza para dirigirme una muy fría y penetrante mirada. Hace un rato su mirada no era tan intensa, ¿Cómo podía ser así de pronto?. Se soltó de mi agarre y siguió caminando, miré mi mano automáticamente, al mirarla rápidamente la acerqué más a mis ojos para ver si lo que veía era real, pase mi dedo a lo largo de ella y lo supe. Si, efectivamente ese líquido era sangre, ¿Por qué habría sangre en su mano?

Él venía de vuelta y cuando paso por mi lado lo agarré del hombro con mi otra mano.

-¿Qué quieres ahora?.- Era diferente, su mirada estaba perdida en el suelo y su voz era la fría ahora.

-Explícame esto.- Le mostré mi mano.

-No eres muy inteligente ¿Verdad?, eso es sangre, líquido de color rojo que el corazón se encarga de bombear por todo nuestro cuerpo a través de nuestras venas y arterías. También gracias a ella podemos vivir.- Mientras decía eso la burla y el sarcasmo estuvieron presentes en su tono de voz, ¿Cree que puede burlarse de mi?

-Eso obviamente lo sé.- Enfaticé Obviamente- Lo que quiero que me expliques es por qué estaba en tu mano y por qué aún sigue saliendo más de tu brazo.-

-Eso no te incumbe.- Escupió con odio y escondió su brazo.

-Si voy a ser tu amigo si me incumbe.- Agarré su otro brazo.

-Nunca dije que serías mi amigo.- Me dio una rápida y fría mirada que hizo que mi piel se erizará.

-Bueno..- Trague en seco- De eso hablaremos luego.- Y rápidamente levante su manga.

Todo su brazo esta cubierto de sangre y esta salía de varios cortes que habían a lo largo de este. Había unos cortes demasiado pequeños y superficiales, pero a la vez había unos largos y profundos que no dejaban de sangrar y supongo que de ellos salía toda esa sangre que ahora estaba goteando por sus dedos hasta caer al suelo.

-¿Eso querías ver?.- Quitó su brazo y bajo su manga- Ahora si me dejas tranquilo me iré a clases.-

-Espera...- Lo miré un segundo y volví a bajar mi mirada a su brazo, ahora escondido bajo su manga- ¿Quién te hizo eso?.-

-Yo.- Dijo como si fuera la cosa más obvia.

-¿Esperas que me crea eso?, ¿Por qué alguien se cortaría a si mismo?.-

-La palabra correcta es autoflegarse, y si quieres creerlo o no es cosa tuya.-

-¿Por qué lo haces?.- Lo miré triste, aún se me hacía difícil creerle.

-¿Por qué tú no lo haces?.- Me miro burlón.

-No soy tan estúpido como para hacerme eso.-

-Vaya!, y así quieres ser mi amigo si ni siquiera eres capaz de hacer un esfuerzo por comprenderme.- Rió.

-Si me lo contarás yo podría ayudarte.- Lo volví a mirar a los ojos, mi mirada no había cambiado.

-No necesito tu ayuda.- La forma en que lo dijo hizo que mi pecho sintiera una pequeña opresión- Y cambia esa estúpida mirada, no necesito tu lástima.-

Y se fue.

Y yo no lo detuve.

De cierta forma sabía que ahora no podía detenerlo porque de todas formas se iría. Ya lo había echo enojar, su tono de voz me lo dijo. Y ahora que lo razonaba nunca me había dado cuenta de que íbamos al mismo colegio. Seguí el camino que él había tomado pero con la diferencia de que yo giré a la derecha para ir a mi salón; Golpee la puerta y el profesor tardo un par de minutos en abrir.

-Tarde.- Dijo suavemente. Era la primera vez que llegaba tarde a alguna clase, supongo que por eso no estaba enojado conmigo.

-Lo siento.- Dije y miré el suelo.

-Que sea la última vez Hoseok.-

Pasé y me dirigí a mi puesto, me senté y me quedé pensando en todo lo que habíamos hablado. De pronto me golpee mentalmente, ni siquiera le pregunté su nombre, que tonto. Sacudí la cabeza y alejé todos los pensamientos, ya tendría tiempo en algún receso para preguntárselo y también llamaría a Jimin para preguntarle por qué no había ido al clases.

Acéptame [VHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora