1- La revelacion

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Jonathan se despertó exaltado, miraba alrededor de una forma tan abrupta que le recordó a las películas de terror antiguas que solía ver cuando sus padres peleaban en casa, en uno de sus rápidos giros presto gran atención en una foto que se ubicaba en el buró a la derecha de su cama, era Jéssica, su novia desde hace ya 6 largos años, su cabello negro, tez pálida y ojos oscuros resaltaban las cualidades de las cuales el estaba perdidamente enamorado, tras verla durante unos segundos  entró en sí mismo, recordó la pelea que habían tenido la noche anterior, la cual lo había dejado con un tremendo dolor de cabeza y un moretón en la mano al haber golpeado la mesa tras la llamada, le dio un sutil roce a sus nudillos y los apoyo sobre su única almohada fría la cual alivio un poco su dolor.

"Genial, ahora tendré que disculparme" Se dijo a sí mismo mientras terminaba de levantarse, se estiró y tomo un leve suspiro de lastima por sí mismo que no sentía desde hace mucho tiempo, tomó su brazo y activó la pantalla táctil que compró el mes pasado, tras haber ahorrado como loco durante meses pudo al fin comprar en las rebajas anuales del gobierno, al parecer uno de los micro proyectores dejó de funcionar, le dio una rápida palmada a su brazo, como era costumbre y volvió a encender, la interfaz se abrió y rápidamente, gracias al chip magnético capaz de detectar los movimientos a distancia equipado en la misma, llamó a Jennifer, se acercó los dos dedos que portaban el micrófono y bajó la vista mirando fijamente a la alfombra sucia debajo de sus pies mientras esperaba.

"Hola¡?" Lo dijo en el enérgico tono que había enamorado desde el principio a Jonathan y recordó porque le había pedido salir con el tantos años atrás. Sonrío.
"¿Qué, no estás enojada conmigo?"
"Claro que no Jonny" Hizo una pausa. "Pero tenemos que hablar, hablar de Will, hablar de nuestro futuro" Eso le llego a lo mas profundo de su conciencia.
-Mi pequeño niño ya tiene nombre?-. Jonathan sonrió, un nuevo pensamiento invadió completamente su mente su hijo, su pequeño trozo de "futuro", aunque todavía no hubiera nacido el ya se sentía muy ansioso, aunque, un aun así nervioso por su llegada.
"Quien dice que es tuyo?" Ella obviamente bromeaba.
"Quien más sino el hombre más guapo y seductor del mundo?.- Contesto.
"Modestia nunca te a faltado amor" Los dos soltaron una risa.
"Te veo hoy después de tu práctica en el gimnasio. Ok?. Tengo que entregar mi trabajo final de criminología y estoy muy apurada " Suspiro "Solo... Te amo, más de lo que te imaginas, okey?"
"Yo también Jen, demasiado, nos vemos afuera del gimnasio a las 9?. Antes del toque de queda. Esos malditos "Policías" están como locos últimamente" El recuerdo de su amigo Kyle siendo violentamente golpeado por la U.P.T.F. (United Police Task Forces) cuando llegaron hace ya 3 años a la ciudad lo perseguía desde entonces, ya que Jonathan nuca volvió a saber de el.

"Se lo que estas pensando, tienes que olvidar eso ya Jonny, La U.P.T.F. esta aquí para protegernos" Lo dijo tan seriamente que Jonathan no tuvo mas remedio que callarse.

"Si, claro. Te amo Jen. Nos vemos a las 9, adiós." Dijo colgando abruptamente, intentando ocultar el repudio que tenia a esas ultimas palabras. Jonathan no podía creer que ella los apoyara, incluso después de todas las cosas que habían hecho para complicarles la vida. "!Ella sigue hablando bien de ellos!" Pensó.

Bajo su brazo con disgusto, pasaron unos segundos de gruñidos y suspiros hasta que no pudo evitar sonreír, en su mente llego solo un pensamiento y se dijo como hace tres años cuando tomo la decisión de acompañarla a esta locura de ciudad que llaman Detroit "ella es la indicada", no importaba cual fuera la situación Jennifer siempre estaba ahí con el, siempre apoyándolo, siempre perdonándolo, que importaba si simpatizaba con esos salvajes, se sintió como el hombre mas afortunado del mundo, pronto tendría un hijo y ademas, con la mujer mas impresionante del mundo, creativa, inteligente, buena, honesta y sobre todo, bella, todos estos pensamientos lo acompañaron desde su baño hasta la cocina, donde accedió a las luces desde su pantalla principal, solo para recordarle, en la mierda de vivienda en la que vivía, ventanas sucias, paredes dañadas, trastes sueltos en la sala y como si fuera poco uno de los focos de CNT (instaurado como norma básica hace 2 años por el gobierno debido a su bajo consumo eléctrico) no servia, tiro la bolsa del gimnasio al suelo y tomo la única manzana del cesto de la mesa e inevitablemente recordó porque quiso que Jennifer nunca viniera a vivir con el, pero pensar que ese departamento estaba mucho mejor que vivir en la calle o las supuestas "residencias de necesitados" lo mantuvo tranquilo, el sabia lo que la U.P.T.F. le hacia a las personas sin hogar, tampoco es que se pudiera esperar mucho de la clase de sueldo que tenia y menos con esta economía, respiro y volvió a tomar la maleta con sus herramientas deportivas, saliendo directamente por la puerta del horrendo y degradado apartamento. Aunque aquel edificio no estaba mucho mejor, había algo en el que le parecía "cómodo" no sabría decir qué, tal vez era su vecino que no dejaba de golpear su puerta en las noches preguntándole si tenía una aspirina o un poco de agua para su resaca, tal vez su vecina de enfrente que no dejaba de gritarle a su hijo debido a sus problemas de adicción, algo lo hacía sentirse en "casa", una problemática pero divertida vivienda que le hacía sentir que su vida no estaba tan mal, el solo recuerdo de una noche con sus padres lo hacía alejarse de sus pensamientos negativos, sus recuerdos hacían  que este edificio de aspecto decadente fuera como un castillo, uno del que se sentía el rey. Al llegar a la recepción saludo a su portero Tyrone, el mejor luchador que Jonathan había conocido y su entrenador personal, su nombre por el que todo el vecindario lo conocía era "labrador", ganado debido a sus legendarios insultos y burlas en el ring de boxeo, que siempre practicaba con anterioridad y que según el le daban una ventaja al momento de la pelea, en una ocasión Tyrone había sido invitado a una pelea en contra de nada mas que el 3 veces campeón del sector 2 Danny "The Mad Pig Fucker" Linnes (Nombre que escogió el mismo), Tyrone acepto sin duda alguna, "Esta es la pelea que definirá mi carrera" pensó, ya que era una de las enseñanzas de su difunto padre (también boxeador) le llegaba a la mente antes de cada pelea, todos sus conocidos decían que ladraba como un perro, a Jonathan siempre le gustó esa historia y desde el primer momento supo que se llevaría bien con Tyrone, fue una de las principales razones por las cuales había optado por quedarse en aquel apartamento cuando llegó a la ciudad, sabía que si podía confiar en alguien ese era Tyrone.

Free Runners: Never Look BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora