Capítulo 26

115K 6.8K 573
                                    

— Dime Charlie ¿puedo decirte así, verdad? —asiento sonriente y continúa—. ¿Cómo soportas a la bestia que tengo como nieto? —pregunta divertido.

— Debo admitir que no lo soporté por un buen tiempo, fue así hasta el día en el que sus labios chocaron con los míos —comento divertida al ver lo fácil que se sonroja mi bestia.

Oliver suelta una estruendosa risa que no puedo evitar en seguirla, ambos observamos sorprendidos a Stefan.

— Mira preciosa, es un semáforo en rojo —dice riendo fuertemente mientras Stefan lo fulmina con la mirada pero su abuelo añade—. Ya ya, es hora de ver las fotos de bebé de Stefan.

El tatuado abre sus ojos, asustado y niega rápidamente con la cabeza—. Ni se te ocurra, abuelo.

Su abuelo no se inmuta ante su clara amenaza y exige el álbum familiar a una de las dependientas, quien llega al instante con un gran libro color celeste. Sonrío al ver primero unas lindas imágenes de Mery, la hermana mayor de Stefan y la madre de mi amiga.

— Aquí está, te presento a Stefan el marinero —ríe.

Me siento realmente tentada a soltar una gran carcajada pero la contengo para mantener el ego intacto de mi chico. En la foto aparece un lindo bebé pelinegro con un gorro propio de marinero, totalmente desnudo con el trasero blanquecino al aire y una adorable sonrisa.

— ¡Abuelo! —no puedo más y río fuerte—. Eso es pornografía infantil, podría demandarte fácilmente.

— Tonterías, tengo una mejor —me guiña el ojo su abuelo.

— Abuelo, por favor —cierra los ojos levemente sonrojado.

— De todas formas, este es mi favorito —señalo a la imagen de marinero.

Su abuelo ríe—. Ahora es tuya.

Le sonrío en agradecimiento y cierra el álbum.

— ¡Buenos días, familia! —grita una voz luego de cerrar estruendosamente la puerta. El mayordomo corre hacia la entrada pero la persona ya estaba dentro y caminando hacia el comedor.

Un muchacho aparece con toda su aura de chico malo, con su chaqueta de cuero y un lente de sol puesto. Pasa su mano por su castaño cabello antes de dirigirme una mirada, alza una ceja y se quita sus gafas, dejándome a la vista unos muy bonitos ojos negros.

— ¿Y ésta bella dama? —pregunta acercándose a mí.

Pero antes de que el desconocido pueda dar un paso más, Stefan lo toma de la nuca y lo guía hasta donde estaba sentado él, y luego camina hasta tomar asiento a mi lado.

— Tú te sientas allí y yo me siento junto a la bella dama, que resulta ser mi novia —dice sentándose, después de fulminar con la mirada al muchacho.

— ¿No eres gay? —pregunta casi atónito, suelto una risa por lo bajo mientras Stefan bufa para luego pasar su mano por mi rodilla y darle un apretón, sobresaltándome.

— Me llamo Charlotte —me presento estirando mi mano sobre la mesa, sin quitar mi sonrisa.

— Mucho gusto, soy Josh —se incorpora de su asiento y con una sonrisa besa los nudillos de mi mano, aún sobre la mesa. Siento a Stefan tensarse, cosa que logra liberar mi mano del agarre de Josh.

— Compórtate con la novia de tu hermano —dice Oliver.

Fugazmente giro mi cabeza hacia Stefan para levantar una ceja, recriminadora. ¿Tenía otro hermano? Stefan besa mi frente y vuelve a comer.

— Es jodidamente caliente, abuelo —menciona Josh provocando que me atragante con la comida.

— ¡Josh! —escucho el grito de Stefan, luego sus suaves golpes en mi espalda mientras las risas de Oliver llenan el lugar.

Mi Dulce Destrucción |  Próximamente En Físico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora