Esta lloviendo, son aproximadamente las cinco de la tarde y mis padres no aparecen. Me he quedado sola en la escuela.
¿a caso se han olvidado de mí? ¿se les hizo tarde? ¿les pudo haber sucedido algo malo? Ya no sabía que otras preguntas hacerme, mi cabeza estaba a punto de estallar.Estaba sentada frente a la puerta de dirección cuando sentí que unas manos frías me abrazaban por detrás y comenzaban a manosearme; quise soltarme pero ya no pude. Sucedió algo que ni en ese momento ni durante toda mi niñez alcancé a entender, sólo se que nunca se borraron de mi mente el dolor, el miedo y la sensación de suciedad que me invadió.
El conserje me sentenció que si lo platicaba a alguien, mi padre de iba a enterar y se enojaría mucho; él se sentía en exceso confiado sobre mi silencio, porque sabía el enorme miedo que me transmitía mi padre, me había estado vigilando.