Había una vez, una chica llamada Juana, más conocida como Juancita la come bichos. Un día que volvía de comprar verduras, notó a una mosca en su lechuga. Esas alas que se movían a cada rato, esas patas diminutas y ese zumbido intenso la volvieron loca. Cuando llegó a su casa puso a su enamorada en un frasco para poder observarla a cada rato y dedicarle los mejores piropos que una mosca podría escuchar.
-Esas alas que se mueven,
siempre me prenden.
-Tus patas diminutas
hacen que por ti me vuelva puta.
-Tu zumbido sin final
hace que quiera tener sexo anal.
Y muchos piropos de ese tipo se la podía escuchar decir todo el tiempo.
A la semana, Juancita notó que su mosca no se movía por mucho tiempo, por lo que la sacó del frasco y... Su mosca estaba muerta.
Le hizo respiración boca a boca, pero su enamorada no reaccionaba. El amor de su vida se fue volando para siempre.
El día del funeral de la señora mosca, todos los familiares de Juancita fueron, lo cuál solo era su hermano, Juancito.
Al finalizar todo, Juancita y su hermano volvieron a casa.
Ya en su hogar, Juancita vio algo al lado del frasco de su querida mosca, una cucaracha. Ella en vez de espantar a dicho insecto, la agarró entre sus manos y la observó un momento. Sí, esta cucaracha tomó los pedazos de su corazón roto y los volvió a juntar, se enamoró de nuevo. Continuará....
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Juancita Y La Mosca
RomanceJuancita encuentra al amor de su vida por primera vez... Y por segunda también