Colgé el telefono y subí a mi habitación. Ese tal David seguía en mi cama, decidí dejarle dormir mientras yo me daba una ducha. Entré al baño cerrando la puerta detras de mi, eché el pestillo y me dispuse a desvestirme. Abrí la ducha y deje correr el agua templada por mi piel. Todo iba bien, me estaba relajando y la resaca iba bajamdo poco a poco.
Tras una larga ducha decidí que ya era hora de desayunar. Me envolví en una toalla y una vez en mi cuarto me vestí. A continuación bajé a la cocina, me puse un bol de cereales y en tonces me acordé. Mi cama, al salir de la ducha estaba vacía. ¿Dónde estaba ese tal David? Este donde este ya no esta en mi casa. No había dejado ni rastro. Encendí la televisión, pero en seguida me arrepentí de mi decisión. La cabeza me iba a estallar. Decidí que sería mejor un completo silencio.
Media hora después mi telefono volvió a sonar.
De: Ana
AMANDA, VEN RÁPIDO A MI CASA. ES URGENTE. TE NECESITO.
Para: Ana
Vale, voy corriendo. Xxx
¿Qué le pasaría a Ana? Hace nada estaba como loca y ahora...bueno no tengo tiempo para pensar. Mi pelo seguía mojado, asi que decidí recogermelo en una trenza. En cuanto terminé sali practicamente corriendo hacia la casa de Ana. Si me ha mandado ese mensaje es que tiene que ser grave
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Amor de un día
RomanceAmanda es una chica divertida a la que le gusta salir de fiesta. Pero tras un imprevisto todo cambia.