Capítulo 2.

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Al levantarme me fije a mi alrededor, y recorde lo que había pasado anoche, mire a mi alrededor, y me fije en el rostro dormido que tenía a mi lado, sus pestañas eran largas y lindas.

-Observandome mientras duermo- dijo con una sonrisa de medio lado, al escucharlo di un brinco hacía atrás y me caí de la cama, él empezó a reírse.-fingía hacerme el dormido, me lave la cara y los dientes y me volví a acostar- dijo aún riendo. Lo mire mal, cuando tenía la intención de pararme me detuvo un dolor agudo en el ano y la cadera.

-Joder- dije cabreado, me dolía demasiado.

-¿Quieres ayuda?- dijo serio estirando la mano.

-No- dije en seco, intente pararme pero el dolor se hacía mas intenso.-esta bien si- dije resignandome, él me cogió de la mano y me alzo, me lanzo a la cama y me miro levantando las cejas y fue ahí cuando quede en cuenta que aún estaba desnudo. Me tape con la sabana.

-Ahí hay ropa- dijo señalando el sofa, eso significa que se va a ir?

-¿Te vas a ir?- le pregunte inconsientemente.

-¿Quieres que me quede?- dijo levantando una ceja.

-Para nada- dije desviando la mirada.

-Bien- dicho esto salió de la habitación.

-Idiota, me hace esto y después se va muy tranquilo- dije en voz alta- aggg, que ganas de matarlo- dije mas fuerte, esperen, ahora que lo pienso, ¿Por qué no lo detuve? En cierto sentido, me gusto.

-¡Esperaaaa! ¿En que estas pensando?- dije sacudiendo la cabeza a ambos lados.- Me metere a bañar  me pondré la ropa y me olvidaré de lo que paso acá- dije en voz alta tratando de convencerme. Me pare de la cama y fui a dar el piso, sentía mucho dolor, me dolian las caderas y el trasero. Al instante la puerta se abrió con brusquedad, y apareció el tipo y detrás de él habían... ¿Platos de comida?

-¿Estas bien?- dijo cerrando la puerta detrás de él.

-Y una mierda, me duele demasiado.- dije.

-Entiendo- dicho esto se acercó a mi y me ayudo a levantar, y me sentó en la cama.

-¿Quieres desayunar primero o bañarte?- me preguntó amablemente, vayaa, así que el también podía tener algo de humano.

-Desayunar, muero del hambre- dicho esto él acercó una mesa con unos platos, en un plato habia huevos pericos, en el otro habian frutas, en el otro habia pollo, otro tenia carne, arepas y un recipiente con jugo de naranja.

-¿Quien se comerá todo esto?- pregunté asombrado al ver tanta comida, nosotros dos no podremos con tanto.

-Si no lo haces tu, lo haré yo- dijo cogiendo un tenedor, y metiéndose un pedazo de carne a la boca, empecé a comer callado y sin mirarlo.

-¿Tu nombre?- dije sin mirarlo.

-No necesitas saberlo, no nos volveremos a ver- dijo como si nada, me enojó un poco la forma en que lo dijo pero es cierto, lo mejor era eso, no se porque razón me sentía algo ¿Triste? No, no es eso. Aggg, odio cuando no entiendo mis propias emociones, termine de comer, la comida estuvo espectacular, este es uno de los mejores hoteles y esto lo demostraba, MIERDA, la comida es carisima, y la estadía también, ¿Quien pagará esto? Sólo tengo 16 años, no trabajo, ni nada, joder, ¿Y si salgo a correr? No, me duele bastante.

-¿Que sucede?

-¿Quien pagará esto?- pregunté avergonzado.

-¿Tan pobre eres?- dijo con una sonrisa burletera- lo pagaré yo.- dicho esto me cogió y me ayudo a ir al baño, y me metio a la tina, cogio el jabón y empezó a pasarlo por mis brazos.

Amor Inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora