I.

16 2 0
                                    

''Tampoco tiene que ser muy difícil...'' Pensé mientras cargaba mi mochila. Llevo una semana planeando suicidarme. Aunque suene fatal es así.

He logrado escribir unas tres cartas de despedida; una a mi hermana, una a Cher y otra a Jacob. Es lo único que llevo en la mochila, para que cuando muera me encuentren con ella y así se las entreguen a dichas personas. Mi hermana tiene 17 años, es lo único que me ha fallado siempre al querer suicidarme. Si yo no la ayudo como saldría adelante. Por suerte tengo a Cher y a Jacob que son mis mejores amigos... Bueno, en verdad Jacob es mi mejor amigo y Cher es su hermana, pero les aprecio a ambos. No quiero dejarlos, pero todos sabemos que es lo mejor para ellos y para mi, aunque eso no importe.

Salgo de casa y camino cantando mi canción favorita, expresa perfectamente mis sentimientos. Me siento como la mierda. Tengo un vacío en el pecho que no sirve para nada más que recordarme cuan mala persona soy.

Llegó el momento. Mientras subo las escaleras del puente diviso las sombras de una figura en el punto más alto de él, no le tomo importancia por que sé que tarde o pronto desaparecerá y yo no la volveré a ver.

Logro distinguir su pelo largo, pero lleva un gorro negro, chaqueta de cuero negra, pantalones vaqueros negros y botas militares negras. Cualquiera diría que va a un funeral. Camino despacio esperando a mi momento pero veo algo que no sé por que no me gusta. Probablemente vaya a acudir a su propio funeral. La chica salta la valla del puente y se dispone a hacer lo que yo iba a hacer; lo que yo debía estar haciendo ahora.

-Hey -Grito tratando de atraer su atención-.

-Cállate. No voy a cambiar de opinión -Solloza-. Quiero morir... Por favor no me pares.

Por alguna extraña razón sentí que debía evitar que se tirase al vacío. Se le veía tan frágil... Tan rota.

- Y... Yo venía a hacer lo mismo pero...

Me acerqué poco a poco para que no se asustara y me coloqué en su misma posición. Con la poca luz que alumbraba la calle, una simple farola intermitente, pude distinguir unos ojos grandes y claros. Mares azules, por donde muchos barcos no lograrían encontrar el norte, se perderían sin poder hacer nada para evitarlo. Los relieves de su cara hacían sombra aumentando así la oscuridad de sus ojeras. Oscuridad que dejaba pasar desapercibidos sus carnosos labios rosados. Su pelo brillaba aún sin haber la suficiente luz.

-No, no puedes hacerlo-. Me permití mirarle a los ojos.

-¿Por que no puedo? Dime-. Se apresuró a decirme.

-Por que eres hermosa. ¿Cuantos años tienes?

-18.

-¿Nombre?

-Luna, ¿tuyo?

-Mark. Y... ¿puedo saber que causa tus ganas de morir?

-Supongo, de todas formas no viviré para que me atormente haberlo dicho. Mi ex novio se fue a vivir a la otra parte del país y fue a vivir con una amiga suya. Yo confiaba en él hasta que dejó de hablarme.Y bueno... Ya sabes.No creo que haga fata seguir con esto. Tú... ¿tú que?

-Yo tengo 22 años.

-No me refería a eso-. Supuse que quería sonreír pero lo único que salió de su boca fue una mueca.

-Oh, ya. Supongo que no tengo metas en la vida, no tengo deseos, no tengo nada que me haga estar cómodo en este infierno... De pequeño sufrí acoso por que no entendía muchas de las reacciones de la gente que a día de hoy sigo sin comprender. No encajo y no creo que encaje nunca.

-Hay gente que eso lo lleva bien. No quiero menospreciarte ni nada de eso, es solo que-.

-Dejalo-. La corto.-Me da igual.

-No quería... Decir eso.

-No te...

Se escuchó un grito desgarrado. Alguien gritaba el nombre de Luna. Debía ser un hombre.

-¿Como ha llegado hasta aquí?... Agh, no importa-. Se baja de la valla y se limpia los pantalones.-Me tengo que ir, ha sigo un placer conocerte-. Me miraba mientras yo miraba el cielo.-La puta sociedad... Rompe a buena gente-. Fue caminando poco a poco.

-Oye-, Se giró.- Suerte.





Suerte...

BURNING.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora