Desde Cero

Capítulo 2- Anhelaba con una vida

Time- Hans Zimmer

Narra Harry

- Intento de homicidio- Contesté, ante aquella pregunta que me hizo recordar la razón exacta por la que me encontraba aquí. Por amor. Durante cierto tiempo no tarde en hacer no amistades, sino cómplices.

- Conozco muy bien el lugar, seré tu mapa. Alguien de aquí puede ayudarnos con las puertas – Comentó

Todo estaba en marcha, y no esperaba a que todo saliera bien. Sabía que así sería. En prisión comprendí muchas cosas, pero sobre todo algunas en especial. Era muy joven como para desperdiciar mi vida en este lugar. Y necesitaba de forma desesperada sentir nuevamente que vivía.

Anhelaba con una vida que yo pude haber tenido, quizás normal, quizás no tanto, tan solo no quería ser tachado como el malo porque realmente no lo era, solo trataba de salvarme a mí mismo, estúpidamente afectando a terceros. Pero mi objetivo era claro, llevaba casi tres años en prisión, no había nadie a quien confiara, ni siquiera a los sujetos que tenia de cómplices para escapar.

Aprendí a no confiar en nadie desde que Zain escapo, dejándome con los problemas en lo que él mismo me había metido, con una vida que yo no quería. Pero, sea lo que haya pasado, seguía con la mirada fija. Sabía que aunque tuviese un plan maravillosamente estructurado, todas las posibilidades entraban al mismo cuarto. Realmente no estaba nervioso por el día en que saliera. Estaba emocionado y tenía que admitirlo, un poco aterrado, por el hecho de salir e iniciar de cero. Porque si de algo estaba seguro es que no volvería a ensuciarme las manos. Haría todo lo posible por encontrarla de nuevo, necesitaba cambiar drásticamente mi forma de vida si realmente pretendía conseguirla aun. Casi tres años en prisión, en ese tiempo no tenía ni la mínima idea de lo que había ocurrido con su vida. Ella muy probablemente estuviese viviendo en otro lugar, o simplemente Liam ya había entrado más a su vida, pero al decir verdad, eso me importaba una mierda.

La única manera de salir era atravesando las paredes. Durante bastante tiempo habíamos comenzado con esto. Todo estaba listo. Éramos cuatro los que estábamos en esto. Todos salimos con cautela agachados hasta llegar al techo. Mire fijamente el suelo. Eran aproximadamente 4 metros de altura, tomamos las sabanas que trajimos con nosotros y actuamos con sima rapidez. Bajamos uno por uno a lo largo de las sabanas, solo faltaba yo y de la nada se escuchó la alarma. Ya habían notado nuestra ausencia, baje casi resbalando y casi en cierta altura lastimándome el hombro, estaba bien podía correr y era lo que importaba. Todos corrimos alegres pero no debíamos cantar victoria aun. Uno de nuestro compañeros tropezó y las luces que movían de un lado a otro lo captaron y de paso a mí. Varios guardias corrieron hacia nosotros y por un momento creí que esto había terminado aquí debía correr y tomar un auto de lo contrario esperaría 22 años y no me resignaría a eso.-pensé - En cuanto lo ayude a levantarse corrí hacia la patrulla más cercana él no me siguió y decidió perderse por otro lado. Cerca de la prisión Belmarsh se encontraba un rio, tenía ya dos patrullas atrás de mí. Y sin pensarlo dos veces me giré hacia la izquierda, baje la ventana, aumente la velocidad y comencé a sudar como nunca, derribe una cerca, estaba a nada de la orilla. Brinque y en el aire abrí la puerta, en cuanto el coche tocó el agua, salí y me sumergí, sin salir a la superficie seguí hasta a alejarme un poco y siendo de noche solo pude ver las linternas buscando mi cuerpo, literalmente me estaba congelando por un momento pensé en la posibilidad de dejar de moverme y terminar con mi vida en aquel lugar, perdí la sensibilidad en todo mi cuerpo, pero si llegaba al otro extremo sería un gran logro.

A pesar de saber que podía morir en a la mitad del camino, seguí nadando lo más rápido posible, estaba exhausto. Pero cuándo menos lo noté ya estaba a menos de 15 metros de la orilla. "Veré a _______"-pensé sonriente

Narra Harry

Eran aproximadamente las dos de la mañana y estaba en la casa de Zain, entré al romper una ventana, su casa estaba abandonada, no había nada que me sirviera, solo un poco de ropa, no había comida y ni siquiera alguna pequeñez con valor. Me quité la ropa húmeda y me puse un par de cosas que encontré. Salí enojado de ahí; había perdido bastante tiempo y aun no tenía dinero, debía irme de la ciudad ya. Perdí la noción del tiempo, no sabía cuánto tiempo lleva afuera. Sin más, apresuré el paso y llegue a la casa de Anthony, toque varias veces, pero no tenía su tiempo así que me brinque la barda y entre por la parte trasera, llegué a su cuarto pero no se encontraba ahí, su casa era un verdadero desastre, baje a la sala y un olor a hierba me invadió. Era bastante desagradable al tener la esa combinación de olores –Tu casa parece una pila de mierda- dije en voz alta despertándolo repentinamente del sillón, él se levantó adormilado pero asustado a la vez, encendí la luz y fue cuando él me pudo reconocer.

- Harry... ¿Qué carajo haces aquí?-preguntó alarmado

- Necesito dinero.-contesté

- Yo igual.-dijo al reincorporarse en el sillón para después levantarse

- Basta, sé que tienes, lo necesito urgentemente.- dije apurado

- Realmente no tengo, y su tuviera ¿crees que te lo daría tan fácil?

- La hierba no se consigue gratis-dije obvio

- ¿Y a donde crees que se fue todo ese dinero? Escucha, sal de aquí, no quiero problemas, no quiero saber cómo saliste, no quiero saber nada ¿ok? No te ayudaré, no me involucres- dijo velozmente señalándome la salida

- Algo debes tener, solo necesito un poco y me iré o al menos dime dónde puedo encontrar a Zain

- Se fue. Yo tampoco sé dónde está. Desde que estuviste preso no he vuelto a ver a Zain, se largó. Andrew y yo estamos en la misma situación, nos convertimos en unos vagabundos miserables- dijo con desprecio

- Al menos tienes techo...

- No sé qué es lo que quieres de mí. No tengo nada.- dijo al acercase mirando su alrededor

- Solo necesito dinero para irme. O al menos dame tu auto.

- Ten suerte con ello, el maldito coche no sirve ¿Y sabes qué? No sé porque sigo hablando contigo, saca tu trasero de aquí.-gritó

- ¡Oye!-dije sorprendido y enojado a la vez- estoy siendo tolerante ¡si fuera por mí ya te hubiese matado y tomado todas tus pertenencias!

- Vale, hazlo ¿quieres regresar a prisión?

- ¿Olvidaste quién soy?-dije a lo que Anthony calló y me miró atentamente

- ¿Y porque no lo has hecho?

- Porque me prometí no volverlo hacer-respondí pensando en _______

- Es lo único que sabes hacer-dijo retador

Anthony acabo con mi corta paciencia, se estaba pasando conmigo, nunca había sido tratado por ninguno de ellos así y no lo permitiría hoy. Lo tomé cabreado del cuello para estabilizarlo y después golpearlo simultaneas veces en el rostro, lo tiré al suelo y tomé una de las tantas botellas que se encontraba tiradas, terminé dejándolo inconsciente o quizás muerto, realmente no me importaba. Era pésimo para cumplir las promesas y este acto lo demostraba perfectamente. Pero si esto me daba en un empuje para encontrarla, lo haría.

Busqué las llaves del auto y después de encontrarlas fue directo al refrigerador. No había nada, tan solo un poco de jamón que probablemente este hubiese echado a perder, bebí suficiente agua, y comí un poco de pan que había en la alacena, me dirigí a su remara y busqué algo que me cubriera por el resto del día. Dentro de sus cajones encontré un manojo de billetes, tampoco era demasiado pero si suficiente, al igual que su tarjeta de crédito que esperaba realmente no estuviese en ceros. Tomé una chamarra negra y antes de subir al auto tenía que pasar al baño. Me mire al espejo y debía admitir que me veía bastante mal. Por un momento me sentí mujer al sentir desagrado por mis ojeras. Lavé mi cara y con bastante cansancio salí de ahí.